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CRECE EL DESABASTECIMIENTO POR LOS CORTES DE RUTAS
Ecuador sigue en caída libre

t.gif (862 bytes)  La espiral descendente de Ecuador parece no tener fin. Y el anuncio del jueves pasado de un severo plan de ajuste, que incluye un aumento del IVA, la casi triplicación del precio de los combustibles y un congelamiento de depósitos bancarios, no hizo más que empeorar las cosas. Desde el lunes, las principales ciudades están desabastecidas –por el bloqueo de las carreteras realizado por campesinos e indígenas– y sin transporte –por el paro de taxistas que interrumpe el tránsito–. Dirigentes empresariales advirtieron ayer que Ecuador está perdiendo entre 70 y 75 millones de dólares por las huelgas. El secretario de la Administración Pública y mano derecha del presidente ecuatoriano Jamil Mahuad, Jaime Durán, salió a desmentir los rumores divulgados por la prensa sobre su renuncia.
Pero el gobierno de Mahuad tiene problemas mucho más graves que la circulación de los rumores, que en su momento llegaron a hablar de un autogolpe como el de Alberto Fujimori en Perú. El plan de ajuste anunciado el jueves pasado terminó quebrando la coalición gobernante con el abandono del Partido Social Cristiano (PSC). Mahuad comenzó a buscar apoyo en Izquierda Democrática, la tercera fuerza electoral del país, para lograr una mayoría parlamentaria que apruebe medidas impopulares como el aumento del IVA y el inicio de un amplio plan de privatizaciones.
Es aquí donde los caminos a seguir son complicados. Si la centroizquierda apoya al gobierno, pedirá que algunas partes del programa de ajuste sean suspendidas. Si esto no ocurre, será el Congreso en su conjunto el encargado de elaborar, para la semana que viene, un plan alternativo al de Mahuad. En todo caso, lo que es claro es que la clase política no está de acuerdo con el ajuste y que un eventual apoyo al presidente aparecerá muy condicionado.
La oposición de los sindicatos y los movimientos sociales al plan de ajuste es aún más furibunda. Luego del llamado a una huelga nacional por tiempo indefinido, el Frente Patriótico, que moviliza a los trabajadores de las ciudades y de los sectores eléctrico y petrolero, dijo que las protestas no terminarán hasta que Mahuad renuncie. La Confederación de Nacionalidades Indígenas, que movilizó a tres millones de indígenas para bloquear las carreteras, dijo que sus manifestantes llegarán a Quito en una caravana multitudinaria.
En materia económica, el presidente de la Asociación de Bancos, Carlos Larriátegui, trazó ayer un panorama más que complicado. “La economía está paralizada. Como no hay créditos, no hay movimiento industrial ni empresarial y se da una mezcla de inflación con estancamiento económico, con un país enredado en una cuerda política”, explicó.
El gobierno ecuatoriano ha tomado un bajo perfil e incluso dio órdenes de que ninguna manifestación sea reprimida. Pero el vicepresidente Gustavo Noboa prendió ayer el ventilador. “Hay un complot que proviene de los sindicatos, de los indígenas, de los campesinos, del ex candidato Alvaro Noboa derrotado en las elecciones y de otros sectores que piden que el presidente se vaya”, dijo el funcionario.
En otro orden de cosas, el ex presidente ecuatoriano Fabián Alarcón -que había asumido como interino luego de la destitución de Abdalá Bucaram en 1996– se entregó voluntariamente a la policía, luego de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su prisión preventiva por su supuesta responsabilidad en la contratación ilegal de personal para el Congreso.

 

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