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Por Silvina Szperling  La noticia es algo
curiosa, pero real: esta noche, desde las 22 y con entrada libre, el notable grupo
español de teatro de acción La Fura dels Baus ofrecerá un espectáculo que servirá de
presentación de un nuevo modelo de auto de la marca Peugeot. En la Dársena Norte, en la
playa de estacionamiento ubicada entre los amarres de Buquebús y Ferrylíneas, el
revulsivo grupo catalán realizará una única presentación en la que representará el
“nacimiento” del auto con unamuñeca de ocho metros de alto, y aprovechará las
grúas para colgarse y atravesar círculos de fuego. La última creación estrictamente artística de La Fura acaba de ser presentad Barcelona: a diferencia de espectáculos anteriores, Ombra (Sombra) se presenta en un escenario tradicional, el teatro El Mercat de les Flors. Y se presenta bajo el subtítulo de “Federico García Lorca visto por La Fura”. Página/12 asistió al espectáculo y entrevistó al director Hansel Cereza, el bailaor Javier Latorre y el compositor Miki Espuma. Y es Cereza quien define que “Ombra es una autopsia lírica, una radiografía sentimental no acerca del poeta sino del hombre. Comienza con su asesinato, en forma de baile, y luego de mí se desprenden tres personajes: Federico, García y Lorca, que representan a su intimidad, su presión y su ruptura”. – La Fura dels Baus suele presentarse en espacios no convencionales. ¿Cómo fue la experiencia de montar un espectáculo en un espacio de teatro alla italiana como El Mercat de les Flors? Hansel Cereza: –La idea surgió de un encargo sobre la figura de Lorca que nos hizo la Columbia en 1996 de hacer una performance para la premiere mundial de la película Muerte en Granada, de Andy García. Eso era un teatro alla italiana... ¡y un escenario! Cuando le puse los pies encima llegó a darme vergüenza. Javier Latorre: –A mí me convocaron para montar una coreografía, Poeta, también sobre Federico y para el Ballet Nacional de España, donde yo hice mi carrera. Y llamé a la gente de La Fura, en particular a Hansel para la puesta en escena y la escenografía. Es decir que nuestro matrimonio ya ha tenido dos hermosos niños y estamos todos muy contentos (risas). –¿Utilizan otras tecnologías en Ombra, como en espectáculos anteriores? H.C.: –Sí. No es que haya unas tecnologías ya determinadas en Fura. Siempre hemos trabajado con las expectativas abiertas. Si necesitamos algo lo investigamos y si no va, a otra cosa. Lo que caracteriza a La Fura es que todo vale, siempre que tenga su sitio, su coherencia y algo que decir. Ahora hay video, música, actores, texto, imágenes plásticas. En cuanto al teatro convencional, ya habíamos trabajado con texto en F@usto versión 3.0, hace dos años. Pero aquello no aceptaba fácilmente un espacio convencional. En cambio “Ombra” toma todas las condiciones de un teatro de caja negra, para desde allí darle nuestra visión. Aunque si desnudáramos el escenario y lo pusiéramos en una nave seguiría siendo la misma obra, no dejaríamos de estar hablando sobre Federico García Lorca. –¿Cómo tomó el público este nuevo encuadre de su trabajo? H. C.: –La Fura siempre descoloca al público, la gente nunca sabe con qué se va a encontrar. Esta vuelta a la escena convencional, que es algo nuevo para nosotros, es algo provocadora para nuestro público. De todos modos ya hemos decidido que no nos quedaremos en el teatro alla italiana para siempre, así como no nos quedamos en la primera fábrica que ocupamos, ni rompiendo coches durante 18 años. Miki Espuma: –Si para las Olimpíadas teníamos que hacer unas acciones muy evidentes, con un guión casi infantil, para estos espectáculos de texto es la sutileza lo que está en juego. Además descubrimos que la última época de Lorca es muy furera, muy sangrienta, muy visceral, llena de imágenes inconexas que son más sugerencia que mensaje. De todos modos otros campos se están abriendo permanentemente. Ahora estamos probando una incursión en el cine a cargo de los directores del F@usto, hicimos óperas y además estamos fabricando el Furamóvil, un aparato escenográfico que recorrerá las calles. Yo creo que hay que incidir en el momento creativo del grupo. Los miembros estables somos siete: Pep Gatell, Jurgen Müller, Alex Olle, Carlos Padriza, Pera Tantiñá, Hansel y yo, pero los colaboradores son cada vez más: Joaquín en Ombra, Carlos Saura en el proyecto de cine. –¿Cómo se manejan en una performance contratada como publicidad? M. E.: –Cuando una empresa nos llama para hacer algo, sabe con quién se mete. Mientras nos respeten como artistas, bienvenidos. Pero yo creo que después de ver el espectáculo habrá muchas más preguntas. El programa de Ombra, que lleva la firma de David Marín y Cereza, anuncia: “Las luces de la vida se proyectan sobre el universo por encima del tiempo y del espacio. Son como pequeñas babas de caracol que marcan los secretos itinerarios de una existencia. Sólo la sombra de un hombre nos indica todo aquello que no pasa pero que es. Todo lo que no ocurre, pero sin embargo existe”. Sobre el escenario, un taconeo furioso convoca la atención de los espectadores. “Nacen” tres hombres desnudos, y, en un rincón, una mujer “lee” de unos jirones de tela textos poéticos de alta carga dramática. Fragmentos de cuerpos aparecen suspendidos en un telón. Una mujer atada con tres cuerdas, cuyo origen está más allá de los límites de la escena, avanza sobre el bailaor cantando como si fuera la última vez. Un toro camina por las calles de una ciudad contemporánea. La música crece en intensidad y velocidad, acompañan el ritmo febril de las imágenes. “Cartílago sonoro, que une en el oscuro la vida apasionada del poeta. Saltamos de página en página encontrando en todo ello un suave aroma a jazmín y una gota de sangre; y es en esa cruel paradoja donde el teatro se hace físico para el autor y etéreo para la audiencia”, dice Miki Espuma. Será difícil conciliar el sueño.
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