Por Felipe Yapur
La bronca que le generó
a Carlos Menem ver que los titulares de todos los diarios del país lo mostraron como un
desahuciado político es directamente proporcional a la tranquilidad que hay en el bunker
de Eduardo Duhalde. Es que la pelea en el propio corazón del hipermenemismo lo favorece
pero, a pesar de ello, el propio gobernador mandó a callar nuevamente a su gente para no
entrar en la interna del gobierno. Pero esto no significó clemencia ni tregua
con el adversario, todo lo contrario. Duhalde está convencido de que la única forma de
terminar con el capricho reeleccionista es con la fuerza de los votos. Y para
ello ordenó generar en los próximos días hechos que apunten a concretar este objetivo.
El primero, hoy a la medianoche, es el cierre de inscripción de las listas que
competirán en la interna bonaerense. Segundo paso, aprovechar la casi segura derrota que
el domingo sufrirá el menemista Ramón Saadi en Catamarca y, por último, la firma, el
próximo lunes, del decreto para convocar a la consulta popular, que se realizará entre
el 18 de abril y el 2 de mayo, y que determinará si los bonaerenses quieren una reforma
constitucional para permitirle al Presidente un nuevo mandato.
Es la única forma para terminar con la rere y concentrarnos en la campaña
presidencial, porque ya nadie puede creerle a Menem si hace otro renunciamiento,
confesó a Página/12 uno de los principales operadores del gobernador al recordar que el
21 julio de 1998, pocos días después del anuncio de Duhalde del llamado de un
plebiscito, el propio Presidente protagonizó su discurso autoexcluyente. Es por ello que
en la provincia todo el duhaldismo trabaja en el cierre de las listas para las internas
del 9 de mayo convencidos de que el menemismo, con Antonio Cafiero como candidato,
no podrá nunca armar una estructura que le permita competir y por eso nuestro
triunfo será contundente, aseguró uno de los hombres del gobernador, responsable
del armado de la línea Duhalde Presidente. La intención del duhaldismo es
más que clara, están seguros que realizar la interna y la consulta popular separadas
apenas por unos días, y con la seguridad del triunfo transformar esas victorias en dos
duros golpes para las aspiraciones de Menem y su gente.
El votar por el sí significa estar a favor de que los diputados y senadores
nacionales por la provincia de Buenos Aires voten una ley que habilite la reforma de la
Constitución Nacional para permitir la nueva reelección del Presidente de la
Nación, es la pregunta que precederá a un sí y un no en la boleta que los
bonaerenses depositarán en las urnas el día que voten en la consulta popular. El
ministro de Gobierno de la provincia, José María Díaz Bancalari, tiene a su cargo la
redacción del decreto que, si nada cambia, el lunes el propio Duhalde lo firmará y sólo
se detendrá la realización de la consulta popular si es que Menem, según las palabras
del propio Duhalde, se presenta ante la Corte Suprema de Justicia y deja constancia
de que no es su intención ser candidato y que desautoriza todo tipo de presentaciones en
ese sentido. Sin duda, una situación que tiene muy pocas probabilidades de
concretarse: Una posibilidad en un millón, como sostienen los cada vez más
desconfiados duhaldistas. Aunque algunos todavía dicen que siempre hay tiempo para volver
a negociar.
Es que en el duhaldismo saben que sus adversarios necesitan tiempo, sobre todo para armar,
en caso de no existir ninguna posibilidad de forzar la reelección, una fórmula que
compita contra el binomio DuhaldeOrtega: Ellos (por los menemistas) están
prácticamente desesperados. La rere no saldrá nunca y encima el Lole no será el
candidato de Menem, se jactó un funcionario de la Casa de Gobierno de La Plata.
Obviamente que todos estos elementos, sumados a la información publicada sobre su
decisión de desertar de la carrera presidencial, generaron la ira de Menem, que fue
descargada sobre la humanidad del secretario general dela Presidencia, Alberto Kohan,
situación que fue ampliamente aprovechada por los adversarios del funcionario (ver
página 2).
Pero a pesar de que hoy todo favorezca a Duhalde, la gente del Presidente también
intentó debilitar los acuerdos alcanzados entre el gobernador y Ramón Ortega. Tanto el
golpeado Kohan como el secretario de Prensa y Difusión, Raúl Delgado, buscaron y se
reunieron con el senador tucumano para convencerlo de las bondades de un retorno a las
mieles del menemismo. Pero el tucumano se siente muy a gusto con su nuevo compañero. Al
menos por ahora no fue blanco de ninguna traición y los emisarios de Menem sólo
recibieron un rotundo no.
En definitiva, en el bunker de Duhalde hay tranquilidad y optimismo. Los nervios y la
falta de tiempo en el menemismo juegan a favor del gobernador que será, sin que haya
internas, el candidato peronista a la presidencia.
CIERRA LA INTERNA BONAERENSE
Un brete para Pierri
Por F. Y.
El primer paso de la
nueva estrategia de Eduardo Duhalde para desgastar a Carlos Menem se cumple hoy a la
medianoche. La junta electoral del PJ bonaerense recibirá hasta esa hora la inscripción
de las listas que participarán de la elección interna. Todo indica que la fórmula
duhaldista, que encabeza Carlos Ruckauf, enfrentará al senador menemista Antonio Cafiero,
quien anunció que no sólo participará sino que derrotará al duhaldismo en su propia
tierra.
La entusiasta afirmación del cafierismo contrasta con las caras que mostraron algunos
dirigentes menemistas en la jornada de ayer. Uno de los más preocupados es el
neomenemista Alberto Pierri, que luego de jugar al lado del mandatario bonaerense por
varios años, decidió pegar el salto convencido de una nueva reelección del Presidente.
Quedó colgado de un pincel, suelen decir los duhaldistas cuando analizan el
futuro del titular de la Cámara baja, y agregan que Pierri cree que tiene muchos
votos, pero se equivoca porque él es lo que es gracias a que estuvo al lado de Duhalde y
desde que se fue lo que tiene ahora es muy poco.
Lo que hasta el momento se mantiene como una incógnita en ambas listas es el nombre del
compañero de fórmula de cada precandidato. Es casi seguro que Ruckauf llevará como
acompañante al ex secretario de Ganadería, Felipe Solá. Sin embargo, el que todavía
mantiene una secreta esperanza es Osvaldo Mércuri. El dirigente aspira a poder hacer
valer su participación en el acercamiento de Palito a las huestes del bonaerense para ser
el futuro vicegobernador de Buenos Aires. Pero también es consciente de que Duhalde es un
adicto a las encuestas y el ex funcionario menemista obtiene mejores resultados en las
consultas de opinión.
Seguramente la sede de la junta electoral bonaerense será un hervidero esta medianoche
cuando nerviosos apoderados realicen la presentación de las listas.
Paradojas menemistas ¿Qué pasaría si el plebiscito contra la rere fuera vinculante,
obligatorio y nacional? Según los sondeos de los principales consultores del país, la
población rechazaría la posibilidad de que Carlos Menem puje por un tercer mandato
consecutivo en un 80 por ciento. Paradójicamente, el menemismo es la única facción
política que pide una consulta de tales características, ya que ni la oposición ni el
duhaldismo la han propuesto. Una iniciativa en ese sentido de diputados ultramenemistas
fue abortada de cuajo. No obstante, los muchachos insisten pidiéndolo desde las paredes
de la ciudad, empapeladas con un anhelo que se asemeja demasiado a una maniobra
distractiva. |
Menem se enfureció y desautorizó
las gestiones de Alberto Kohan
La lectura de los diarios, que
hablaron de tregua y hasta de renuncia, enardeció al Presidente.
Kohan fue criticado. Hay una dura interna con Corach.
Primeriar: Kohan fue acusado de haberse dejado
primeriar por los operadores duhaldistas a la hora de dar la versión del
encuentro con Duhalde. |
Alberto Kohan, con cara de pocos
amigos, junto a Eduardo Menem durante la reunión de gabinete.
Triste es no tener enemigos, dijo el secretario a Página/12. Si es
así él no tiene por qué entristecerse. |
Por Diego Schurman
Carlos Menem intentó
despegarse ayer de las gestiones que realizó Alberto Kohan ante Eduardo Duhalde para
acordar el reparto del poder en el justicialismo. Yo no mandé a nadie a negociar
una tregua, dijo el Presidente al abrir la reunión de gabinete, enojado con la
versión de su renuncia a un nuevo mandato que reflejaron todos los medios. La ira del
mandatario generó revuelo en el seno del menemismo y hasta se habló de la renuncia,
luego desmentida, del secretario general de la Presidencia, quien cosechó infinidad de
críticas especialmente de Carlos Corach, su enemigo interno por dejar que de
su encuentro con el gobernador bonaerense trascendiera una versión desfavorable al
Gobierno. Kohan no pudo negar lo sucedido. Triste cosa es no tener enemigos,
aseguró a Página/12.
Menem amaneció mufado al repasar cada una de las tapas de los principales matutinos. En
todos leyó la palabra tregua, y en la mayoría de ellos se dijo que la moneda
de cambio sería su renuncia a la pelea por un nuevo mandato.
En esa suerte de editorial con la que suele abrir las reuniones de gabinete, el Presidente
no dejó la menor duda sobre cuál era su estado de ánimo. Yo no he autorizado
ningún tipo de negociación o acuerdo con Eduardo Duhalde acerca de temas de la interna
partidaria o en vistas al proceso electoral de octubre. Para semejante supuesto el
gobernador debería pedirme audiencia, conversar personalmente conmigo.
Kohan sabía que hablaban de él, pero ni se inmutó. Una versión asegura que el
secretario general le pidió a Menem en privado que esos dichos no trascendieran. Si
salen en un comunicado tengo que renunciar, habría dicho. El comunicado, elaborado
por el secretario de Prensa y Difusión otro contendiente interno de Kohan
tardó poco tiempo en salir. Aparentemente de allí se especuló con la posibilidad de su
dimisión.
Apenas terminada la reunión de gabinete, el funcionario se trasladó a otro salón chico
de Olivos que se convirtió en un patíbulo. Allí el ministro Corach, el jefe de
Gabinete, Jorge Rodríguez, el titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y los senadores
Eduardo Bauzá y Eduardo Menem lo ametrallaron con críticas, muchas de ellas subidas de
tono, en especial las proferidas por el hermano del Presidente.
A ese encuentro se sumaron después el precandidato a gobernador bonaerense Antonio
Cafiero y también Alberto Pierri. Duhaldistas y menemistas coincidieron en señalar al
titular de la Cámara de Diputados como el promotor de la noticia de la renuncia de Kohan.
Es el que más tiene que perder con un acuerdo, coincidieron.
En el encuentro chico, básicamente acusaron a Kohan de dejarse primeriar por
los operadores duhalistas. En buen romance, lo retaron por no haber impuesto su versión
de los hechos frente a la especie triunfalista que hicieron trascender desde La Plata.
Kohan no se mostró muy seguro de que los trascendidos pertenecieran a Martín Oyuela, el
operador del gobernador que tuvo intermitente participación de la cumbre de San Vicente.
En su entorno sospechan de una cama tendida con frazada y todo por Corach, con
quien se disputan espacios de poder y cercanía con Menem.
Triste cosa es no tener enemigos, se defendió ayer cuando Página/12 le
preguntó por la interna desatada en el seno del menemismo.
Pero esta vez quedó en el centro de las críticas. Y hasta el Presidente le dio la
espalda.
¿Por qué?
Porque se desligó de su gestión ante Duhalde.
El no envió a ningún representante a reunirse con Duhalde.
Usted fue en el helicóptero presidencial.
Es verdad.
Entonces Menem sabía.
Por supuesto que sabía. Le recuerdo que soy el secretario general del Presidente.
Repasemos: usted subió al helicóptero de Menem para charlar con Duhalde. Menem lo
sabía, pero no dio la orden ni tampoco lo frenó.
Mire yo no quiero hablar más del tema.
De lo conversado en la reunión con Duhalde tampoco.
No voy a hablar de esa reunión.
Usted le propuso a Duhalde que retire el plebiscito a cambio de que Menem desista de
pelear por otro mandato.
No voy a hablar de esa reunión.
¿Estuvo a punto de renunciar?
Nunca.
Alguien del menemismo lo hizo trascender.
Hay cosas que son como la moneda falsa. La imprime algún delincuente y la echa a
rodar gente honesta.
¿No le llamó la atención que Corach y Delgado, con quien usted mantiene una
interna en el gobierno, hayan sido las personas que salieron a desmentir su renuncia?
No, no me llamó la atención. Corach es un amigo...
El revuelo generado entre los hombres del Presidente terminó por apurar la suspensión
del Consejo Nacional Justicialista. Ese cuerpo de mayoría menemista pensaba aprobar hoy
una nueva postergación de la interna partidaria, prevista por ahora para el 9 de mayo.
Con la inverosímil excusa de la lluvia, se decidió pasar el encuentro para la próxima
semana. La postergación de la interna es una de las ofertas con las que Kohan llegó a la
reunión con Duhalde. La propuesta buscaba dar oxígeno para posibilitar una retirada
paulatina del Presidente y permitir que en su lugar se postule Carlos Reutemann.
El Lole llega mañana desde Europa dispuesto a pelear por la Presidencia de la Nación
siempre y cuando Menem le asegure que no persistirá con su sueño re-reeleccionista.
EL CONSEJO POSTERGADO SIN FECHA
Pateando para adelante
El
menemismo decidió postergar hasta la próxima semana la reunión del Consejo Nacional
Justicialista que había sido convocado de urgencia para ayer con el objetivo de suspender
sin fecha la interna del PJ, por ahora prevista par el 9 de mayo.
Oficialmente se informó que la lluvia había sido la causante de la suspensión, aunque
en el propio Gobierno reconocieron que se trataba de la única excusa que
encontraron a mano.
El verdadero motivo de frenar la nueva embestida contra el duhaldismo fue el revuelo que
se generó a partir de la reacción del presidente Carlos Menem, quien mostró su ira en
una reunión de gabinete por la manera en que los medios reflejaron la gestión realizada
ante el gobernador Eduardo Duhalde por su secretario General, Alberto Kohan.
Decidimos desensillar hasta que aclare, señalaron ayer voceros oficiales. La
decisión fue tomada en una minicumbre celebrada en Olivos y de la que participaron el
propio Kohan, el ministro del Interior, Carlos Corach, el jefe de Gabinete, Jorge
Rodríguez, el titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y los senadores Eduardo Bauzá y
Eduardo Menem, entre otros.
De ese grupo surgió la necesidad de profundizar las negociaciones con Carlos Reutemann
para que, en caso de que Menem desista de su pelea por una nueva reelección, sea el
candidato del oficialismo.
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