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Un duhaldista candidato a presidente de la UIA

Los tiempos van cambiando. El menemista Alvarez Gaiani se va de la Unión Industrial. Osvaldo Rial es el aspirante a sucederlo.

Alberto Alvarez Gaiani, hasta el martes presidente de la UIA. No quiere confrontar con el Gobierno.
Apoyado por la poderosa Copal, cámara de empresas de alimentos, defiende las posiciones del liberalismo.

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Por Pablo Ferreira

t.gif (862 bytes) “La renuncia de (Alberto) Alvarez Gaiani a seguir al frente de la UIA es un hecho”, destacó ayer a Página/12 un importante ejecutivo de la entidad. El alejamiento fue también admitido por voceros de la poderosa Coordinadora de Productores de la Alimentación (COPAL) y del Movimiento Industrial Argentino (MIA) a los que está vinculado el representante fabril. La decisión, que se conocerá formalmente el próximo martes, muestra la dura interna que divide aguas entre los empresarios.
La convulsión tiene origen básicamente en la crisis económica que la propia UIA calificó de “la peor de la última década”. El recambio, de respetarse los acuerdos de alternancia entre los dos principales alineamientos internos, colocaría al tope de la entidad al duhaldista Osvaldo Rial, su actual vicepresidente.
En la Copal, cuya presidencia ejerce Alvarez Gaiani en forma paralela, admitieron que éste analizó su situación junto a otros integrantes del MIA, la corriente interna que junto al Movimiento Industrial Nacional (MIN) comparte el manejo de la central patronal. Alvarez Gaiani habría manifestado tener problemas para continuar simultáneamente con sus cargos en ambos organismos.
Sin embargo, en declaraciones radiales el dimitente titular de la UIA fue mucho más explícito. Y, además, cuestionó la actitud de su secretario, Horacio De Mendiguren, quien no ha ahorrado críticas al Gobierno. “Para continuar en la UIA yo pretendía unanimidad de criterios y sobre todo en los estilos”, justificó Alvarez Gaiani. “Mi estilo ha sido siempre negociador, de diálogo con dureza pero ante las autoridades.” No obstante, aseguró que “nunca he manejado el estilo de violencia de una crítica severa”. Al mismo tiempo, deploró la metodología de “llegar a los funcionarios a través de los medios”.
Por su parte, Diego Videla, miembro del Comité Ejecutivo de la UIA y del MIA, redujo el alejamiento a una cuestión “de orden estrictamente laboral”. No obstante, consideró que “a la UIA hay que bajarle el perfil político y mostrar otro mucho más técnico, porque a los industriales les preocupa sobre todo la situación que se vive por la crisis externa”. El representante, además, anticipó que la decisión de Alvarez Gaiani será tomada (formalmente) el martes en la reunión que va a mantener en la Copal y luego con el Comité Ejecutivo de la central.
En tanto, Horacio De Mendiguren, candidato del MIN, nada ajeno a la munición graneada de su superior, hizo saber que no había abandonado la intención de quedarse con la presidencia, presentando una lista separada para las próximas elecciones de abril. De seguir por ese camino estaría rompiendo el pacto sucesorio que encumbró a Claudio Sebastiani hace dos años. Aunque en su defensa recuerdan en el MIN que la actitud actual de Alvarez Gaiani es de por sí una ruptura del acuerdo.
La candidatura de Rial como futuro titular de la UIA se sostiene en diversas característica de su perfil. Por un lado, surge a proposición de Alvarez Gaiani y no choca con el estilo contestatario de Mendiguren. Le reconocen una mayor muñeca política que su eventual oponente con el que comparte, en cambio, la representación de los sectores pymes. Claro que el ex dueño de Coniglio es mejor representante de las medianas que de las pequeñas empresas. El duhaldista Rial, amén de presidir la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y estar en el directorio del Banco Provincia, es aceptado también por la Alianza.

 


 

PEREZ COMPANC SIGUE DE LIQUIDACION
Momento de juntar dólares

t.gif (862 bytes) Perez Companc volvió a mover el tablero empresarial. Ayer se desprendió del 80 por ciento de su participación en YPF, la principal compañía argentina, operación por la cual recibió 163,1 millones de dólares. De esta manera, Perez Companc redujo del 1,9 al 0,4 por ciento su tenencia en la petrolera. Los papeles fueron vendidos en el recinto bursátil.
La movida del conglomerado se suma a las que realizó en los últimos meses. Perez Companc salió de la distribuidora Metrogas y de la constructora SADE, una empresa que factura 400 millones de dólares anuales. Con anterioridad había dejado el negocio de los shoppings, el Banco Río, la petroquímica Profértil y PeconNet (telecomunicaciones). Y retiene el 25 por ciento de Edesur y otro porcentaje de Telecom, paquete que está en venta. En tanto, la familia Perez Companc –que maneja un fondo de inversión diferenciado de Perez Companc S.A.– adquirió Molinos, las lácteas Molfino y Abolio & Rubio (La Paulina) y la bodega mendocina Nieto y Senetier.
“YPF era un activo financiero pero no representaba un activo estratégico para retenerlo”, explicó ayer el vocero del grupo, Daniel Rennis. Hace unos meses, Perez Companc evaluó la posibilidad de comprar el 14,99 por ciento de YPF del Gobierno, que finalmente se llevó Repsol. Ayer, la española negó que haya adquirido las acciones vendidas por el grupo argentino.
A comienzos del ‘99, y en virtud de la caída libre del precio del crudo, Perez Companc había anunciado la reducción a la mitad de sus inversiones petroleras en la región. Justamente, la caída en el valor del petróleo le hizo perder 33 millones de pesos el año pasado. En una nota dirigida a la Bolsa, el grupo manifestó que los fondos obtenidos por la venta de YPF serán destinados a nuevos proyectos de inversión o bien a la cancelación de pasivos.

 

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