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LOS ALBANO-KOSOVARES FIRMARON EL ACUERDO DE PAZ
La OTAN con un pie en Kosovo

La delegación albano-kosovar rubricó ayer en París el plan de paz de la OTAN, ahora responsable de asegurar el repliegue serbio. Pero el ultimátum a ese efecto fue prorrogado otra vez.

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Los amigos europeos: un soldado francés en maniobras cerca de la frontera con Kosovo.
El acuerdo con la etnia albanesa los compromete a protegerlos de un ataque serbio.

t.gif (862 bytes)  Los albano-kosovares cruzaron la línea y se llevan consigo a la OTAN. Ayer por la tarde, su delegación en París firmó el acuerdo de paz para la provincia yugoslava de Kosovo que preparó la OTAN, que ahora les garantiza protección contra cualquier ataque de Serbia. Este país está ahora aislado en su oposición al acuerdo, pero los mediadores europeos planean darle otro plazo (hasta el miércoles) para que “reflexione” y firme el tratado de paz. Belgrado afirmó que dicho documento “es falso” y continuó reforzando a su ejército en Kosovo. Pero la popularidad de la guerra en el país da señales de no ser alta, y Serbia está depositando sus esperanzas en que el ataque sea impedido por las divisiones en la comunidad internacional. Parece improbable. La OTAN está agudamente consciente del desprestigio al que se sometería si no cumple sus amenazas, más aún dado que se avecina su 50º aniversario, y el Pentágono ratificó que está “en su lugar y preparada a actuar”. Sin embargo, también hay un ejército serbio listo para actuar en Kosovo y su comandante amenazó que si se producía un ataque “ajustaremos cuentas con los terroristas (guerrilleros albanokosovares)”.
En cualquier caso, ahora los “terroristas” cuentan con el apoyo de la Alianza Atlántica contra tal ofensiva. El acuerdo que firmaron ayer compromete a la Alianza a garantizar el cumplimiento de sus cláusulas, incluyendo el que llama al repliegue del Ejército serbio de la provincia. La única oposición al acuerdo entre los mediadores vino desde Rusia, aliado tradicional de Serbia, que aunque estuvo presente en la ceremonia no firmó el documento. Su representante, Boris Mayorsky, había subrayado el miércoles que “una firma no hace a un acuerdo. Se necesitan dos para bailar el tango”. Asimismo, la delegación serbia llamó a la ONU a que detenga “las amenazas de la OTAN”. Aunque un serbio exclamó entusiasmado “otra vez logramos dividir a Europa”, estas diferencias no tienen el peso que tuvieron en otras ocasiones. Rusia instó a Belgrado a ser “constructivo”, y la ONU ha mantenido su distancia de la disputa.
Además, la OTAN tiene varios motivos poderosos para actuar. Las luchas continuas en Kosovo junto con la intransigencia serbia no le dan mucho margen de maniobra, y el 50º aniversario, que se celebrará el próximo mes, sólo refuerza las consideraciones de prestigio. “Debemos actuar con decisión antes del aniversario –concedió un funcionario de la OTAN–, imagínese las consecuencias si no lo hacemos.”
Por lo pronto, la actitud oficial del gobierno del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic no se basa tanto en el aliado ruso sino en la determinación de sus fuerzas armadas de “pagar cualquier precio por Kosovo”. Los medios oficiales califican el relevo de su ejército en la provincia por una fuerza internacional de paz como “una ocupación”, y varios comandantes militares hicieron hincapié en la disposición de sus subordinados al sacrificio. En una arenga en la Academia Militar, el general Dragoljub Djdanic se refirió a 1300 cadetes muertos en la Primera Guerra Mundial afirmando a su audiencia que “si es necesario todos, hasta el último, van a seguir su camino”. Una encuesta de un diario serbio afirma que el 88,1 por ciento de la población se opone al despliegue de tropas extranjeras.
Sin embargo, en los últimos días aparecieron varios signos que evidencian fracturas en la aparentemente férrea voluntad de la población serbia. Ayer varios centenares de sus reservistas se manifestaron en protesta por el reciente llamado a filas, afirmando que los políticos y empresarios locales fueron exceptuados de la conscripción. Asimismo, desde Montenegro –el Estado que junto con Serbia conforma la República Yugoslava– los signos tampoco son alentadores para Belgrado. Su Parlamento emitió esta semana una petición al gobierno federal en la que exigía que los reclutas montenegrinos realizaran su servicio militar fuera de Kosovo, y protestaba por la extensión “inconstitucional” del mismo.
Pero si el espíritu de lucha yugoslavo es menos que unánime, la OTAN también tiene sus dudas. A varios de sus dirigentes nunca les gustó la perspectiva de convertirse en “la fuerza aérea de la guerrilla albanokosovar”, y desde el plano militar también surgieron inquietudes. “Atacar desde el aire no será fácil”, afirmó el comandante de la fuerza aérea norteamericana Michael Ryan, concluyendo que, dada la modernidad de las defensas serbias, “no podemos estar seguros de que no perderemos aviones”.

 


 

SEXO, CORRUPCION Y VIDEO EN RUSIA
“Sexgate” en versión rusa

t.gif (862 bytes) El presidente ruso Boris Yeltsin salió ayer del hospital a tiempo para enfrentarse a uno de los peores escándalos de su mandato. Los ingredientes son una cinta del fiscal general Yuri Skuratov desnudo con dos prostitutas, su difusión por la televisión estatal, los negocios de la presidencia rusa y una empresa suiza allegada a la familia de Yeltsin.
Todo comenzó el miércoles cuando la cinta de Skuratov apareció en la televisión estatal. Skuratov es conocido como “el Zorro en la Lucha contra la Corrupción”, y de inmediato acusó que la grabación “está conectada a una investigación de corrupción que involucra a una sociedad suiza”. Esta “sociedad suiza” fue ampliamente interpretada como una referencia en código a Mabetex, una empresa con estrechas relaciones con la familia Yeltsin.
Sin embargo, Skuratov se abstuvo de implicar al presidente directamente en la “interferencia ilegal en la vida privada de un ciudadano”, y apuntó a Boris Berezovski, un millonario identificado como cercano al Kremlin, como el culpable. Skuratov había sido criticado por el Ejecutivo por su “moralidad”, y en febrero presentó su dimisión “por razones de salud”. Pero ayer se retractó, y el Senado de la Duma –encargado de destituirlo– lo apoyó. Ante esto Yeltsin se limitó a reunirse ayer con él, lo que parece indicar que “el Zorro” seguirá como fiscal general.

 

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