Aunque no lo
quiera reconocer, el huracán Hugo se encontró ayer con un edificio difícil de
derrumbar. Con el 56 por ciento de los votos en las elecciones de noviembre pasado, el ex
golpista y ahora presidente venezolano Hugo Chávez parecía tener vía para su proyecto
político, que incluye la disolución del Congreso. Pero ayer la sala político
administrativa de la Corte Suprema declaró inconstitucional parte del decreto emitido por
Chávez que llama a un referéndum para reformar la Constitución. El fallo no anula la
convocatoria pero obliga a introducir modificaciones en el cuestionario que los
venezolanos deberán responder, tarea que realizará el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Les doy mi reconocimiento a los miembros de la Corte Suprema por esta decisión que
aclara, aligera y ratifica de manera concluyente que la Asamblea Constituyente va adelante
y no tiene marcha atrás, dijo Chávez.
La decisión no invalida el referéndum sino que lo limita o restringe al texto
constitucional y busca que se respete el estado de derecho vigente hasta que sea aprobada
o improbada una nueva Constitución, explicó el constitucionalista Gerardo Blyde,
quien junto a su colega Alan Brewer Carías fueron los que interpusieron el recurso de
inconstitucionalidad contra el referéndum ante la Corte Suprema. La realización de la
consulta está prevista para el 25 de abril y el CNE anunció ayer que trabajará a toda
máquina para evitar que los cambios en las papeletas terminen retrasando el proceso. Sin
embargo, la primera vicepresidenta del organismo, Miriam Kornblith, reconoció que iba a
ser difícil mantener la fecha original de la convocatoria. Brewer Carías dijo que no se
puede admitir ninguna demora porque las modificaciones que se deben introducir en el
cuestionario pueden ser resueltas en una tarde.
El mismo día de su asunción como presidente, Chávez firmó el decreto convocando a un
referéndum constitucional y poco tiempo después presentó los dos interrogantes que los
venezolanos debían responder. El primero preguntaba si querían una Asamblea
Constituyente para la transformación de Venezuela en una nueva república. El segundo
planteaba si se autoriza o no al presidente para que fije, oída la opinión de los
sectores políticos y económicos, las bases del proceso comicial en el cual se elegirán
los integrantes de la Asamblea Constituyente. La Corte Suprema ya había rechazado
doce impugnaciones contra la propuesta gubernamental, pero finalmente acogió los escritos
de Blyde y Brewer Carías y sentenció a favor de ellos.
La primera pregunta fue declarada parcialmente anticonstitucional porque aludía a la
modificación de todo el ordenamiento jurídico, cuando la Asamblea Constituyente tiene la
función de modificar sólo la Carta Magna. Según Blyde, este ítem directamente abría
el camino para la disolución del Congreso. En cuanto al segundo interrogante, el máximo
tribunal venezolano estimó que vulnera el derecho a la participación política
implícito en el artículo 50 de la Constitución de la República, como derecho inherente
a la persona humana.
El partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), la principal oposición al gobierno
de Chávez, había criticado esta pregunta porque otorgaba superpoderes al
presidente para vetar la participación de sus dirigentes y los de otras fuerzas
opositoras en la Asamblea Constituyente. La semana pasada, el presidente buscó bajar los
decibeles y publicó las bases para la elección de esta Asamblea, en las que sí se
permitía la postulación de los partidos. Y en este sentido, la Corte Suprema
recogió el espíritu de amplitud que se abrió desde Miraflores (el palacio
gubernamental), dijo Chávez desde la turística isla Margarita, donde asistió a la
asunción como gobernadora de la ex candidata presidencial Irene Sáez.
Pero más allá de las declaraciones bienintencionadas y diplomáticas del presidente
venezolano, el fallo de la Corte Suprema apunta al nudo de lo que fue su propuesta de
campaña: la asfixia de los partidos políticos tradicionales y la disolución del
Congreso.
LAS FARC SECUESTRAN A 69; SUS ENEMIGOS, A 25
¿Queda algún colombiano sin raptar?
El
proceso de paz en Colombia va de mal en peor. Las guerrilleras Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) secuestraron ayer a 69 personas en tres
retenes que montaron en carreteras del norte y el sur del país, mientras los
paramilitares antiguerrilleros secuestraron a otras 25. Viniendo después del
reconocimiento de las FARC de que uno de sus jefes ordenó el asesinato de tres
norteamericanos en Colombia, esta ola de secuestros refuerza la posición militar contra
las concesiones territoriales realizadas por el presidente Andrés Pastrana para negociar
con la guerrilla.
El primer caso se presentó en inmediaciones de la población de Codazzi, en el norteño
departamento de Cesar, donde numerosos hombres armados bloquearon una carretera y se
llevaron con rumbo desconocido a 51 personas que se movilizaban en autos y buses. Según
la cadena radial RCN, tropas del Ejército iniciaron la persecución de los guerrilleros
en la zona donde ocurrió el secuestro masivo, 600 kilómetros al norte de Bogotá.
Asimismo, cinco personas fueron secuestradas cuando viajaban por una carretera próxima a
la población de Aracata, en el caribeño departamento de Magdalena. Por otra parte, en el
sureño departamento de Cauca, un frente de las FARC secuestró a 13 personas que viajaban
a la población de Bolívar, 450 kilómetros al suroeste de la capital.
Los guerrilleros detuvieron una camioneta en que se movilizaban cinco guardianes y seis
presos hacia una cárcel de Bolívar. Los reclusos habían sido trasladados desde
Popayán, la capital de Cauca. Otras dos personas, que viajaban a bordo de un auto, fueron
secuestradas por los guerrilleros en esa misma zona. Las FARC y también el rebelde
Ejército de Liberación Nacional (ELN) pusieron en práctica hace varios meses una
estrategia denominada pesca milagrosa, que consiste en bloquear carreteras por
unos minutos para secuestrar a cuanto viajero pase por allí.
Tras investigar la situación económica de cada una de las personas, los insurgentes
exigen el pago de rescate a sus familiares. Los secuestros simultáneos se presentaron en
el marco de una ofensiva lanzada ayer por los guerrilleros, que en otras acciones
asesinaron al chofer de un auto que no se detuvo en uno de los retenes e
incineraron un tracto-camión, en la región caribeña.
Se presume que los ataques fueron ejecutados en represalia por la operación cumplida por
el Ejército en las dos últimas semanas en la noroccidental región de Urabá, en el
departamento de Antioquia, que dejó un saldo de 54 guerrilleros y cuatro militares
muertos. La acción fue elogiada por el gobierno, pues constituye un fuerte golpe a una
columna de las FARC que opera en Antioquia y vecinos departamentos de Chocó, Risaralda y
Caldas.
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