Se van pero
volverán. Las embajadas de Alemania, Inglaterra, Francia, Holanda y Bélgica se retiraron
de Yugoslavia, la norteamericana ordenó la evacuación de su personal no esencial, en
tanto que los 1200 inspectores internacionales en Kosovo realizan un éxodo masivo hacia
la frontera con Macedonia. Las negociaciones de paz en París fueron suspendidas por sus
anfitriones europeos, quienes aclararon que no se reanudarán a menos que los
serbios acepten firmar el acuerdo de paz (de la OTAN). Inmediatamente después, el
Grupo de Contacto (Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania, Estados Unidos y Rusia)
celebró una reunión de urgencia para debatir el curso a seguir en caso de que Serbia no
capitule. El presidente norteamericano Bill Clinton afirmó que este país se pasó
de la raya, y sus asesores advirtieron que ésta sería la última advertencia antes
de un ataque. Serbia no da signos de ceder, y el Pentágono reforzó ayer con varios
aviones su dispositivo militar en la región, que anunció que está lista para atacar las
tropas serbias si no se retiran de la provincia. Todo apunta a que un ataque aéreo de la
OTAN contra ellas es inminente.
Consideramos que ya no tiene sentido continuar con las negociaciones. La
declaración de ayer del canciller francés Hubert Vedrine y su homólogo británico Robin
Cook quienes presidían la cumbre de paz fue terminante. El jueves se habían
anotado un triunfo limitado cuando los albano-kosovares rubricaron el acuerdo de paz de la
OTAN, y se esperaba que darían un plazo hasta el miércoles a los serbios para que
reflexionen. Sin embargo, la delegación serbia no sólo no dio signos de
estar dispuesta a hacerlo, sino que ofreció ayer un acuerdo de paz propio,
que preveía severas limitaciones a la autonomía de Kosovo. La propuesta fue rechazada no
bien se presentó, y la cumbre se desbandó esa misma tarde.
Con el rechazo tajante a cualquier negociación, los europeos analizaban ayer sus
próximos pasos. El tratado que firmaron con los albano-kosovares compromete a la OTAN a
intervenir en la región para garantizar el repliegue de las fuerzas serbias, por lo que
Vedrine afirmó ayer que la posibilidad de un ataque aéreo es real. Si
hemos comenzado desde esta mañana a consultar con nuestros aliados precisó
es porque estamos en esa etapa del proceso. El presidente francés Jacques Chirac
subrayó sin mucha sutileza que en adelante todo está en manos del secretario
general de la OTAN, Javier Solana. El aludido, por su parte afirmó que la
Organización tiene la autoridad moral para atacar cuando lo crea apropiado.
La Casa Blanca, por su parte, hizo eco a las intimaciones contra Belgrado. Esto no
quedará así, la actitud serbia tendrá consecuencias, fulminó ayer el portavoz
del Departamento de Estado James Rubin. Clinton fue más lejos: pronunció un discurso en
el que parecía justificar un ataque al que ya consideraba decidido. En el trato con
los agresores en los Balcanes, la vacilación es una licencia para matar explicó el
presidente. No nos equivoquemos, si nosotros y nuestros aliados carecemos de la
voluntad para actuar, habrá más masacres.
Por lo pronto, aunque no hay un ultimátum explícito para un ataque, la OTAN está
preparando el terreno para intervenir. La evacuación de la mayoría de las embajadas en
Belgrado se realizaba sin ninguna dificultad ayer, y parece que el repliegue de los
inspectores discurrirá con la misma fluidez. Para la semana que viene estas medidas
dejarían el campo libre.
Las fuerzas, asimismo, están dispuestas. En la región se concentran un poco más de 400
aviones de la OTAN, a los cuales Estados Unidos envió refuerzos a su contingente de 250.
También están listos 2200 marines en la flota, que serían las primeras tropas de tierra
en intervenir.
Serbia, sin embargo, también está lista. Su ejército fue movilizado la semana pasada, y
las defensas antiaéreas están en alerta máxima. La mayoría del armamento serbio está
compuesto por equipo de la ex Unión Soviética que, aunque algo antiguo, es todavía
peligroso. De hecho, un legislador norteamericano estimó que éste era el mayor nivel de
defensaantiaérea al que Estados Unidos se tendría que enfrentar desde la Segunda Guerra
Mundial.
60 MUERTOS EN EL PEOR ATENTADO TERRORISTA
Día de terror en el Cáucaso ruso
Fue el
peor atentado en la historia de la Rusia post soviética: al menos 60 muertos y 101
heridos. Ocurrió ayer en el mercado central de Vladikavkaz, capital de la república rusa
de Osetia del Norte, a las 11.40 horas locales, en que el lugar se encontraba atestado de
compradores; la carga explosiva que lo produjo equivalió a 10 kilogramos de TNT, y las
autoridades lo calificaron sin vacilar como un acto terrorista sin precedentes
de fuerzas que quieren desestabilizar la situación. El presidente ruso Boris
Yeltsin envió a la zona al ministro del Interior, Sergei Stepashin, y al jefe de
espionaje Vladimir Putin, mientras se especulaba que el atentado podría estar vinculado
con las fuerzas independentistas de la vecina república de Chechenia, que está a sólo
50 kilómetros del lugar de la explosión, o a los propios conflictos étnicos entre
osetios e ingushetios en la región.
El de ayer fue el peor incidente en Vladikavkaz desde 1992, cuando enfrentamientos
violentos entre grupos étnicos rivales, los mayoritarios osetios y la minoría
ingushetia, llevaron a cientos de muertes. Decenas de miles de ingushetios fueron
arrancados de sus hogares y no han regresado desde entonces. Los ingushetios son primos
étnicos de los chechenos y ambos son musulmanes, mientras los osetios del norte son
principalmente cristianos ortodoxos. Aunque la República de Ingushetia, que separa Osetia
del Norte de Chechenia, se mantuvo fuera de la guerra de Chechenia con Rusia, su pueblo
simpatiza ampliamente con la causa chechena, y varios rusos y europeos occidentales han
sido secuestrados en Ingushetia por bandas criminales chechenas. Pero Lev Dzugayev,
representante de Yeltsin en la región, dijo que es bastante claro que esto ha sido
un acto terrorista. Entre los funcionarios rusos en la zona, las palabras
checheno y terrorista son virtualmente sinónimos.
Pero puede haber razones internas para lo ocurrido. La semana pasada, enfrentamientos
entre ingushetios y osetios en Chermen, un pueblo de Osetia del Norte que ambos lados se
disputan, dejaron un ingushetio muerto y varios heridos. Otro motivo pueden ser los
rumores de que se negaría a los ingushetios la tierra que se les confiscó durante la
Segunda Guerra.
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