Por Martín Granovsky desde Catamarca
No era así, pero es
así. Hasta el Síndrome Re-Re, en las elecciones para gobernador de Catamarca, que se
dirimen hoy, sólo estaba en juego hasta qué punto el Frente Cívico podía seguir
destruyendo el saadismo. También cómo obtenía capital político adicional para
consolidar la modernización de la provincia. En medio del SRR, Catamarca ha quedado
convertida en el primer plebiscito sobre el sueño de Carlos Menem de permanecer
eternamente en el poder. Y Menem lo sabe: ya empezó a distanciarse del resultado.
Todas las encuestas indican que el Presidente perderá esta consulta popular de hecho.
Ayer por la tarde, cuando sólo la política fue capaz de romper la siesta catamarqueña,
los saadistas se consolaban mencionando dos sondeos de existencia dudosa. Uno, decían,
era de la Side. Otro, de la Policía Federal. Los dos, insistían, daban al justicialista
Ramón Saadi tres puntos por encima del radical Oscar Castillo, que encabeza el Frente
Cívico. O ambas encuestas son imaginarias, o los políticos catamarqueños son gente tan
seria que no pueden ni sonreír cuando anuncian que ganarán: ninguno de los saadistas con
que se topó Página/12, del más alto al más bajo, tenía cara de saborear una victoria.
Tampoco Menem. Aunque el gobierno nacional mantenía hasta anoche línea directa con
Saadi, el Presidente iniciaba el camino de regreso desde su compromiso con Ramoncito, el
hijo de su mentor político Vicente Leonides. Los datos del padrinazgo son abrumadores.
Menem visitó Catamarca una vez por semana en el último tramo de la campaña, entregó
dinero y promesas en pueblos del interior, hay más pasacalles con Menem 99 que con
Saadi gobernador; el cartel más difundido muestra al candidato junto al Presidente, todos
Unidos por Catamarca, el Saadi-móvil incitaba a la rere y Saadi prometió
que, si gana, imitará a José Manuel de la Sota y promoverá una acción judicial por el
Jefe. Sin embargo, éste respondió que si ganamos, ganamos y, si en un remotísimo
caso el pueblo de Catamarca sevuelve a equivocar, admitiremos ese error y seguiremos para
adelante. O sea: si ganamos, gané; si perdemos, perdió Saadi.
El mismo estilo de provincializar la derrota posible fue el elegido por el secretario
general de la Presidencia, Alberto Kohan, que pidió respetar a los distritos
y descartar que el resultado de hoy tenga algo que ver con que Menem se presente a la
interna peronista, primero, y después, si gana, a la nacional. Según Kohan, además,
Menem sólo ha venido diciendo que acompañará al candidato que elija al
justicialismo, una fórmula que por cierto no excluye a Menem acompañándose a sí
mismo.
Si el gobierno provincializa, la Alianza se prepara para nacionalizar la casi segura
victoria. Fernando de la Rúa llegará esta tarde a Catamarca, guiado por el atractivo
aroma de las encuestas a boca de urna, y también Chacho Alvarez. Para el candidato a
presidente por la coalición opositora, un escenario de triunfo es muy importante:
Será un frente
afín a la Alianza, y no Eduardo Duhalde, quien habrá derrotado a Menem en su pico
máximo de exasperación reeleccionista.
Cortará la
racha favorable a Menem en las últimas elecciones. Así como ahora reclama un federalismo
intelectual para presentar el resultado de Catamarca, antes el Presidente nacionalizó sus
triunfos en La Pampa y Córdoba.
Dará a De la
Rúa una imagen de triunfo que puede ayudarlo en el difícil plebiscito porteño, el
único de realización segura hasta el momento. Esa imagen tal vez entusiasme a los
vecinos que el domingo que viene se proponen no votar porque se sienten irritados por la
convocatoria, o la consideran superflua, o la siguen con indiferencia, o sencillamente
planean prolongar la raviolada en una sobremesa que supere las seis de la tarde. El
fantasma de un gran ausentismo electoral en la consulta no vinculante es el dato que más
inquieta a De la Rúa.
Fortalecerá la
cultura de alianza por sobre el patriotismo partidario. Aunque en Catamarca no existe la
Alianza como suma de UCR y Frepaso, puesto que el Frepaso presenta candidatos propios como
ocurrió en Córdoba, el Frente Cívico es básicamente la unión del radicalismo y el
partido Movilización, muy similar, por ejemplo, al Frepaso porteño. Ninguno de los dos
partidos, solo, tendría chance frente al peronismo. Tampoco, quizás, la suma matemática
de los dos. El Frente Cívico, en cambio, es una opción ganadora porque disipa la idea de
una clase política demasiado profesional y distante.
Si, pese a todo, los saádicos ganan, siempre queda un recurso: hacerse masoquista.
EL FRENTE SACA UNA VENTAJA DE ENTRE 12 Y 19
PUNTOS
A pesar de que Ramón no cree
Por Raúl Kollmann
El viernes, en el acto de
clausura de su campaña electoral, Ramón Saadi adujo que las encuestas son truchas
y mellizas, aunque no pudo exhibir un solo sondeo de opinión en el que aparezca
ganando la elección de hoy. La verdad de las cosas es que los números le dan mal y los
sondeos terminados a última hora de anoche le auguran una derrota de dos dígitos. Los
consultores que trabajan para la Casa Rosada entregaron un informe donde sitúan a
Castillo con una ventaja de 12 puntos sobre Saadi. La empresa Analogías, que trabajó con
el candidato del Frente Cívico, pronosticó una victoria de Castillo por nada menos que
19 puntos. Como se ve, todos los datos de las últimas horas indican que Menem no sólo no
podrá aprovechar la elección de Catamarca para empujar la re-reelección, sino que
incluso corre el riesgo de que la diferencia sea sideral y la lectura del resultado le
juegue fuertemente en contra.
Tanto los encuestadores del Gobierno como del Frente Cívico realizaron lo que
técnicamente se conoce como tracking, es decir un seguimiento diario en el que se van
sumando las encuestas de la jornada con las de los dos o tres días anteriores. Esto
permite verificar si hay algún cambio de la tendencia, una transformación brusca en el
electorado. En el caso catamarqueño, no hay cambio alguno, o en todo caso se está
produciendo un crecimiento de la ventaja en favor del Frente Cívico.
Los consultores están de acuerdo en que, a mediados de esta semana, la ventaja a favor de
Castillo estaba entre los 15 y los 20 puntos. Para los encuestadores de la Casa Rosada, la
visita del Presidente Menem acortó levemente las diferencias, pero aún así incluso
ellos dicen que Castillo ganará con holgura.
En el acto del viernes, Saadi se quejó a los gritos de que las encuestas
mienten, en tanto que Menem argumentó que en Córdoba todos los sondeos
pronosticaban la victoria del candidato radical Ramón Mestre y ganó el postulante del
PJ, José Manuel de la Sota. En realidad, las encuestas de Córdoba coincidieron -.desde
dos semanas antes de laelección-. en que ganaría De la Sota y no hubo sorpresa alguna.
Hay antecedentes de pronósticos equivocados en distintos comicios, pero en general se
produjeron cuando la elección era muy pareja, no cuando la diferencia era grande como en
el caso de Catamarca.
Uno de los datos más notorios de las últimas semanas es que el Frente Cívico ya no se
impone únicamente en la ciudad capital, sino que empieza a sacar diferencias también en
las localidades del interior provincial. En San Fernando del Valle de Catamarca, el Frente
Cívico lleva una ventaja de entre 17 y 22 puntos, mientras que en el interior también
hay una luz que va de los 4 a los 6 puntos.
En resumen, el final de la campaña profundizó las tendencias en favor de Castillo y,
según los encuestadores, la suerte de Saadi está echada. A tal punto, que prácticamente
ninguna de las dos fuerzas políticas mayoritarias encargaron encuestas en boca de urna,
es decir sondeos para saber sobre el mediodía cuál es el resultado de la elección. El
PJ, ya perdido, prefirió ahorrarse el dinero, en tanto que en el Frente Cívico sostienen
que la plata se usará en los festejos. Todo parece claro. Como siempre, falta que se
verifique en las urnas.
SAADI ADVIERTE CONTRA UN FRAUDE
De victimario a víctima
Por Adrián H. Mouján desde Catamarca
El título de aquel
clásico de los Redonditos de Ricota, el amo juega al esclavo, puede aplicarse
tranquilamente a la escena política catamarqueña, donde el saadismo busca invertir el
rol de victimario que le cupo durante ocho años de gobierno, por el de
víctima, con el Frente Cívico Social que gobierna el distrito desde 1991. Ante una
eventual derrota que podría producirse hoy, Ramón Saadi y su gente vienen denunciando
desde hace una semana que podrían ser víctimas de un fraude.
El FCyS aspira a prolongar a doce años su hegemonía. Ramón Saadi busca recuperar algo
que su padre le legó y él presume que le pertenece. Si se mide el poderío de ambas
fuerzas, la idea del fraude no resiste el menor análisis. Los dos partidos pueden colocar
en cada colegio electoral y hasta en cada mesa, un fiscal que les garantice que no
nos den vuelta las urnas.
Ayer, los apoderados de ambas fuerzas cruzaron nuevamente espadas. Mientras Jorge Pont
Ferrada, apoderado del justicialismo catamarqueño, denunció que el Frente pretende
detener a nuestros fiscales bajo cualquier excusa para lograr el fraude, dirigentes
del oficialismo catamarqueño contestaron que nosotros estamos atentos porque
sabemos que hay gente con documentos duplicados y triplicados.
La polémica se inició con dos solicitadas publicadas en los diarios locales. En una, el
FCyS advertía a sus fiscales sobre la posibilidad de que se presente gente que ya hubiera
votado en otro lugar. En la otra aseguraba que todas las encuestas creíbles
confirman que gana Oscar Castillo, metiéndose de lleno en la guerra de sondeos. La
respuesta de los saadistas fue en un tono más elevado: El Frente pretende enturbiar
el clima electoral amenazando a nuestros militantes y fiscales. Queremos garantías
políticas y una elección transparente.
Protagonistas, historias, explicaciones |
Por M.G. desde Catamarca
Cuentan
aquí que un día don Vicente Saadi se encontró con un mendigo y le dio un peso.
¡Eh! le dijo el pordiosero ayer su hijo Ramón me dio diez.
Claro contestó don Vicente, pero él es hijo de rico y yo no. La
parábola, más el tremendo impacto del caso María Soledad, describe cómo se astilló un
imperio político de provincias. Hoy Ramón Saadi tratará de salvar sus restos contra la
sencilla propuesta del Frente Cívico: tal como la definió un asesor de primera línea
ante Página/12, consiste en terminar con Saadi haciendo el capitalismo.
Ramón Saadi no gobierna desde 1991. En 1990 habían matado a María Soledad Morales y las
marchas de silencio cansaron tanto a Carlos Menem que intervino la provincia para evitar
que el desgaste de su amigo produjera fisuras en su flamante imagen de Presidente con Plan
de Convertibilidad fresco. Tras unos meses de intervención a cargo de Luis Prol, la
indignación por el crimen encubierto y la fractura del PJ permitió el triunfo de Arnoldo
Castillo, del Frente Cívico. Su mandato vence ahora y compite con Saadi para sucederlo el
radical Oscar Castillo, hijo de Arnoldo. Lo acompaña en la fórmula Hernán Colombo, del
partido Movilización.
Ramón tiene 49 años y una experiencia pública que comenzó en 1983 de prestado, cuando
don Vicente fue electo senador y quiso que alguien de su sangre fuera gobernador. Entonces
lo importó de Buenos Aires y lo lanzó a la carrera política.
Arnoldo Castillo tiene 75 años. Antes de llegar a la gobernación por el voto popular,
había mandado Catamarca en los últimos años de la dictadura. Cuando se pregunta por
qué es popular aunque no parece buen orador ni es mediático, los castillistas responden:
Es eficaz en la obra pública. Y anda en pelotas.
Oscar Castillo tiene 45 años. Es un típico radical con cuna de militancia universitaria.
A diferencia de los Saadi, papá Arnoldo no le regaló poder. (Y no por motivos
pedagógicos, simplemente, no se lo regala a nadie.)
Hernán Colombo tiene 49. Cuando revistaba en la izquierda peronista estuvo preso, entre
1974 y 1978. Lo mío fue de Mundial a Mundial, suele bromear ante sus amigos
este empresario cerámico que se enorgullece tanto de su pasión por la política como de
su fanatismo por la gestión. Con Castillo padre, a quien admira, Colombo fue ministro de
Obras Públicas y también de Hacienda.
En una provincia de 300 mil habitantes, a Ramón lo siguen a muerte 30 mil personas. El
voto peronista es mayor, pero esa gente es suya, quizá por química personal. Saadi hijo
no es lo que se dice un tipo expansivo, ni se ganaría la vida como actor, ni ofrece en
público más que una levísima y lejanamente irónica sonrisa, y hasta es capaz de decir
quien les habla en lugar de yo en un discurso, pero ha sabido ser
pragmático. Ex director del diario La Voz, en 1989 convocó a un acto en Atlanta en el
que estuvieron desde viejos militantes de la izquierda peronista hasta elhijo de Emilio
Massera. En el 91 dijo que Prol era un delincuente, Eduardo Bauzá un
inútil, caradura e incapaz y Menem un traidor. Agregó que todos
ellos deberían hacerse una rinoscopia, examen que revela el ejercicio de lo que el
ultramenemista Alberto Lestelle llama nariguetazo. Ocho años después
sostiene que a Menem, quien lo elogia como un peronista leal, lo une una gran amistad, y
sus seguidores aseguran que está convencido de tres cosas: Menem aún no ha decidido
bajarse de la candidatura; Menem es mejor candidato peronista que Duhalde; Menem le
ganaría a De la Rúa.
No es fácil el futuro de Ramón Saadi. El caso María Soledad fue letal para el imperio
familiar y el Frente Cívico procuró diferenciarse con una fórmula de gobierno que
combinará modernización económica con menos corrupción y una mejora de los niveles de
igualdad. Frente a esta oferta combinada ni siquiera los actos de clientelismo, de
asistencialismo directo, evidentes los últimos días de campaña, irritaron a los
catamarqueños ni, al parecer, erosionaron la popularidad de los frentistas. Y Saadi
criticó la entrega de remedios o subsidios, pero no demasiado, porque él mismo lo hizo
en pueblos del interior y porque, en la última solicitada publicitaria, prometió
duplicar el sueldo de los empleados públicos.
Puestos a definir las claves de su continuidad, los dirigentes del FC comienzan por un
dato:
A principios de 1991 el gobernador ganaba 36 veces el sueldo del último empleado.
Cuando Prol dejó la intervención, había bajado a 22 veces. Hoy está en 11 veces
dijo un frentista que, por la veda electoral, prefirió mantener su nombre en
discreción.
El segundo dato es la educación. Gastamos en educación el 28 por ciento del
presupuesto, autoelogió el político discreto.
Y el tercero, que los dirigentes del FC consideran el núcleo de sus triunfos electorales,
es que desde hace dos años la provincia cuenta con un plan estratégico. Quedó elaborado
después de que el gobierno de Castillo consiguiera el compromiso de cuatro mil personas
sobre una población económicamente activa de 80 mil entre funcionarios, técnicos
y empresarios para definir las prioridades de Catamarca y discutir el desarrollo. De
los talleres, en los que participaron muchísimos peronistas, incluso saádicos, surgieron
132 proyectos para educación, salud, integración física de la provincia y economía.
La idea de la administración Castillo, explicó ayer a este diario otro dirigente
consultado, fue aprovechar el boom de la minería, que hizo crecer el producto bruto de
800 a 1850 millones de dólares y le dejará a la provincia 300 millones de dólares en 25
años, una fortuna para este territorio pobre. El boom produjo caminos y el tendido de
líneas de alta tensión, a menudo a cargo de las propias empresas, y generó una red de
pequeños emprendimientos de apoyo a la minería, que implican nuevos empleos aunque la
actividad madre sea muy avara en términos de ocupación.
Si Catamarca sirviera de laboratorio habría que añadir dos elementos más.
Uno tiene que ver con la eficacia. La provincia creó una Secretaría de Inversión
Pública para estudiar la rentabilidad de los proyectos que el Estado debe apoyar o
promover.
El otro apunta a la transparencia. Cuando asumió, el gobierno de Castillo eliminó los
gastos reservados. |
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