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LA CORTE RECHAZARA RECURSOS POR LA RE-RE, PERO NO IRA AL FONDO
Adiós al viejo truco de la vía judicial

Posiblemente mañana el tribunal sacará de carrera los tres recursos pendientes. Cómo serán los fallos y quiénes votarán.

La Corte rechazaría mañana los recursos pendientes que piden un nuevo período para Menem.
Los fallos serían similares, en líneas generales, al que dejó de lado al pedido de Ortiz Almonacid.

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Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) Si ninguna contraorden aterriza hoy en los countries del conurbano, la Corte Suprema mañana volverá a fallar contra la re-reelección de Carlos Menem. En una reunión extraordinaria, los ministros rechazarían tres recursos de amparo que presentaron varios fans menemistas para habilitar un tercer mandato presidencial. Según informaron a Página/12 operadores políticos y voceros de la Corte, siete miembros del Alto Tribunal se limitarán a decir que los reclamos carecen “de legitimación” y los jueces de la minoría Enrique Petracchi y Gustavo Bossert agregarán, como ya lo hicieron días atrás, que “Menem no está habilitado para ser candidato”. Lo que podría alterar los números, pero no el resultado, es la posible ausencia por viajes de Julio Nazareno y Eduardo Moliné O’Connor.
A entender de dos lobbistas de distinta extracción política que consultó Página/12, la nueva resolución de la Corte será casi un calco de la que el martes pasado objetó por unanimidad el planteo del dirigente del PJ Juan Carlos Ortiz Almonacid, quien había pedido la eliminación de la cláusula transitoria de la Constitución que impide la reelección de Menem. El tribunal sostuvo que el recurso no tenía validez por estar presentado por un particular. Era necesario que lo elevara el interesado (el propio Menem) o la representación a nivel nacional del Partido Justicialista.
Los ministros, sin embargo, se quedaron con otros expedientes cuya suerte definirían mañana y entre los cuales figuran, según dijo un vocero oficialista, el impulsado por el ex interventor del PJ riojano, Roberto Fernández. Todos son recursos de amparo que el año pasado formaron parte de una estratégica catarata de demandas similares por la reelección que, de entrada, apuntaron a llegar a la Corte.
En la mayoría de los casos los argumentos de los demandantes estaban inspirados en el libreto diseñado por el ex ministro de Justicia Rodolfo Barra. Menem, defendía Barra, está transitando su primer mandato, no el segundo, ya que el período 1995-1999 es el primero en relación con el momento en que la reforma constitucional (1994) redujo el mandato presidencial de seis a cuatro años. Otra teoría, exhibida en 125 carillas por el gobernador de Jujuy, Carlos Ferraro, rezaba que no es Menem quien está inhabilitado para una tercera presidencia sino la fórmula vigente Menem-Ruckauf. Según una tercera idea, la cláusula transitoria 9ª proscribe a Menem.
A esta altura, el escándalo político encarnado en las consultas populares en puerta y los resultados de las encuestas que distan de acompañar un triunfo menemista son factores suficientes como para que la Corte actúe en consecuencia y rechace los amparos. De este modo, interpretan ciertos operadores, el Presidente logra la retirada más elegante. Una derrota judicial como disfraz de un fracaso político y una puerta bien abierta a las elecciones del 2003. Otros voceros recuerdan que un cierto viraje a la independencia política, al menos aparente, es un síntoma típico de los tribunales supremos cuando ya está cantado el final de un gobierno. A fin de cuentas, aseguran, casi todos los ministros de la Corte quieren perdurar en sus cargos después de la era Menem.
A menos que algo cambie en este fin de semana, mañana los supremos se reunirán fuera de programa (los acuerdos son los martes). Sólo un portavoz oficialista puso en duda esa posibilidad, pero admitió que tal vez adelantar el encuentro permitiría contar con la presencia del presidente de la Corte, Nazareno, quien tiene pautado un viaje a Caracas y de Moliné O’Connor, que planeaba ir a Europa a un campeonato de tenis.
Sea como sea, todo indica que otra vez habrá unanimidad contra la re-re. Los ministros que estilan pronunciarse a favor del Gobierno esgrimirán, como hace unos días, la “falta de legitimidad” de los demandantes, pero callarán sobre el tema de fondo (si Menem puede postularse para un nuevo mandato). Lo mismo harán Carlos Fayt y Augusto Belluscio, dos jueces de la minoría.
Entre los cinco ministros oficialistas, Nazareno y Moliné –alineados con Eduardo Menem– ya hicieron saber que no quieren ser los responsables de saldar las disputas que el PJ no pudo resolver. Antonio Boggiano, que es el único que está dispuesto a irse de la Corte, necesitará el aval de los nuevos gobernantes para cumplir su ambición de lograr un cargo en La Haya o en un tribunal internacional. Los entendidos dicen que es casi imposible que apure el trámite antes de que Menem pase el mando. Los únicos que a veces dudan sobre cuánto conceder al primer mandatario son los hipermenemistas Guillermo López y Adolfo Vázquez, pero ahora –aseguró un vocero– “no quieren sufrir más presiones”.
En el “caso Ortiz Almonacid”, sólo Enrique Petracchi y Gustavo Bossert se expidieron sobre la cuestión de fondo y refutaron una tercera gestión presidencial consecutiva. Ambos coinciden en que “Menem no está habilitado” y dicen que permitir que la Corte lo facilite implicaría un “grave daño al sistema representativo, republicano y democrático en que se sustenta el estado de derecho”. En sus fundamentos recordaron que la cláusula transitoria 9ª es un fruto del Pacto de Olivos. En ese histórico acuerdo, aclaran, se definió “la reducción del mandato del presidente y vice a cuatro años con reelección inmediata por un solo período”. El mandato presidencial de entonces se consideraba “como primer período”.
ron2.gif (93 bytes)  “No es constitucionalmente válido que el doctor Menem se presente como candidato a presidente de la Nación para el período 1999/2003”, escribió Petracchi, luego de aclarar que la cláusula transitoria 9ª “es tan clara que resulta imposible oscurecerla”. Es decir, se concedió –a la medida de las aspiraciones que entonces tenía el Presidente– una reelección, pero no dos. “Uno de los pilares fundamentales (sino el más) del sistema democrático adoptado en nuestra Constitución es el límite a la duración de las funciones presidenciales”, remató Petracchi.
ron2.gif (93 bytes)  Gustavo Bossert señaló sin vueltas que en realidad Menem fue favorecido por la Constitución reformada. “El artículo 90 y la cláusula transitoria 9ª –afirma–, lejos de imponer una discriminación o proscripción, establecen una solución de excepción en favor del doctor Menem ya que, mientras que ningún ciudadano puede ejercer la presidencia más de ocho años seguidos, al Dr. Menem se le permite que la ejerza continuadamente diez años y cinco meses”. Contra el argumento de que Menem estaría proscripto (planteado por Ortiz Almonacid), Bossert dijo que el principio de igualdad se violaría “si se admitiera –en contra de lo dispuesto por la Constitución– ese especial privilegio al presidente en ejercicio”.
En suma, en la Corte quedará poco por hacer en cuanto a la reelección si efectivamente se deshace de todos los recursos de amparo. Lo que, en principio, podría llegar al Alto Tribunal es el controvertido expediente con que el juez de Córdoba Ricardo Bustos Fierro le permitió a Menem postularse en la interna y todavía podría llevarlo más lejos. Con todo, y si bien en los últimos días varios ministros de la Corte pidieron ver todos los papeles (incluidos los del pedido de juicio político al magistrado cordobés), Nazareno –según relató un allegado al tribunal– ironizó: “Vamos a sentarnos encima del expediente un rato”. De este modo, Menem y la Corte se despiden juntos y armoniosamente del sueño reeleccionista.

 

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