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Ni siquiera el malestar del arzobispado de Buenos Aires por la coincidencia entre el plebiscito contra la re-reelección y la celebración litúrgica del domingo de Ramos detuvo a Fernando de la Rúa en su idea de auscultar la opinión de los porteños: Nosotros vamos para adelante con la consulta, insistió ayer el candidato presidencial de la Alianza, quien de todos modos no descartó la posibilidad de suspender finalmente el plebiscito en caso de que el presidente Carlos Menem presente ante la Justicia un escrito diciendo que él respeta la Constitución y que no es ni puede ser candidato. De la Rúa también habló del triunfo aliancista en Catamarca y destacó que es un mensaje para todo el país de que hay un pueblo que quiere un camino nuevo basado en la moral, la ética y los valores. Nos apena que las autoridades no hayan contemplado el pedido de comprensión para captar el clima especial en el que la comunidad católica desarrolla sus prácticas religiosas y celebra los contenidos centrales de su fe en esos sagrados días, declaró ayer el vocero del arzobispado porteño, presbítero Guillermo Marcó. Así, abrió la primera controversia pública entre la Iglesia y De la Rúa, quien parece dispuesto a consolidar su carrera presidencial aun a costa de un resentimiento de sus relaciones con la cúpula eclesiástica. Es que el candidato presidencial de la Alianza conocía el desacuerdo de la Iglesia con la fecha del plebiscito incluso antes de firmar el decreto de convocatoria. Sin querer interferir en acciones de gobierno que son propias de su competencia, siento la obligación de hacerle presente que en esa fecha los fieles cristianos celebramos universalmente el domingo de Ramos, comienzo de la Semana Mayor de la Cristiandad que culmina el domingo de Pascua, le advirtió el miércoles pasado el arzobispo porteño, monseñor Jorge Bergoglio, por medio de una carta. La amenaza continúa, por eso nuestra apelación al pueblo de la ciudad de Buenos Aires para que ponga otro factor que termine con esa amenaza de violar la Constitución, explicó el jefe del Gobierno de la ciudad, quien anticipó que trasladará inmediatamente a la Justicia el resultado de la compulsa para que la opinión pese y se tenga en cuenta. Su compañero de fórmula, el frepasista Carlos Chacho Alvarez, agregó que, si la Corte Suprema no corta de cuajo este tema de la reelección, tienen que ser los pronunciamientos populares los que le digan definitivamente basta Menem. Graciela Fernández también se mostró de acuerdo con permitir que la gente diga basta. El binomio aliancista insistió en su propuesta de consultar a la gente durante una caminata por la calle Florida, que precisamente constituyó el lanzamiento de la campaña a favor del No en el plebiscito. Así y todo, ni De la Rúa ni Alvarez cerraron la puerta a una eventual suspensión de la consulta popular. La única posibilidad explicó Alvarez al respecto es que el Presidente haga un escrito a la Corte muy firme, muy contundente. Su palabra no es suficiente porque el año pasado ya le mintió a la gente. De la Rúa tampoco dejó pasar la calificación de inconstitucional que el ministro del Interior, Carlos Corach, le dio al plebiscito en la Capital. Trata de instalar una confusión porque la convocatoria está hecha en el marco de la más estricta legalidad y con intervención de la Legislatura, apuntó el candidato presidencial aliancista. También aprovechó la ocasión para capitalizar a su favor el triunfo del Frente Cívico en Catamarca y recordó los tres viajes que Menem realizó a esa provincia para avalar la postulación de Ramón Saadi.
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