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Por Mariana Carbajal
"Es hipócrita esta celebración. Está claro que este Gobierno nunca se ha preocupado por defender la vida de los niños y niñas de carne y hueso como los que están mendigando con sus madres en tantas calles del país", señaló a Página/12 July Chaneton, investigadora del área de Estudios de Género de la facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras de la UBA. "Sería importante que el Gobierno se preocupara por garantizar los derechos de los niños que han nacido", coincidió Susana Stilman, del Instituto Social y Político de la Mujer, que encabeza la ex constituyente porteña radical María José Lubertino. De acuerdo a un informe difundido una semana atrás por la Secretaría de Desarrollo Social, el 7,8 por ciento de los niños argentinos nace con bajo peso, es decir, con menos de 2,5 kilogramos. Y 18 de cada mil chicos nacidos vivos mueren antes de cumplir un año, en su mayoría por problemas derivados de la mala nutrición y deficiencias sanitarias. Aunque la tasa de mortalidad infantil viene bajando desde 1996, sigue siendo mucho más alta que la de países como Cuba (9 por mil), Chile (11), Costa Rica (12), Paraguay (14,5), Jamaica (14,5) y Uruguay (17). "Debería celebrarse el día de la mujer que desea ser madre y el Gobierno tendría que asegurarles a todas ellas que no les falte nada durante su embarazo. ¿Cuándo se celebra el día del niño/a ya nacido? Desde que nace, en el orden nacional, es olvidado. Ni el presidente Menem, ni el Papa ni los jerarcas de la Iglesia lo tienen en cuenta", cuestionó Safina Newbwey, del Movimiento de Católicas por el Derecho a Decidir. El 25 de marzo como "Día del Niño por Nacer" fue instaurado por decreto presidencial el 8 de diciembre último, en coincidencia con el Día de Virgen. Con la sanción de la norma Menem no hizo más que reafirmar la política antiabortista que caracterizó a su gestión y que se hizo más virulenta a partir de 1994, cuando en su afán por reforzar las relaciones con el Vaticano se pronunció por la completa penalización del aborto, al intentar incluir la prohibición total del aborto en la reforma a la Constitución. La elección del 25 de marzo no fue azarosa: es el día en que el catolicismo conmemora la Anunciación del Nacimiento de Jesús. Exactamente nueve meses antes de la Navidad. Durante el acto, convocado a las 18.30 en el Coliseo, se leerá un mensaje del presidente Menem. Estarán presentes el secretario del Pontificio Consejo para la Familia, monseñor Francisco Gil Hellin, del observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, monseñor Renato Martino, y el arzobispo de Boston, cardenal Bernard Law, además de representantes de otras iglesias, según informó la Secretaría de Culto, a cargo de la organización. El programa anuncia también "un canto a la vida, con la especial intervención de Facundo Saravia", integrante de Los Chalchaleros. Afuera del teatro se escucharán otros cantos. Mujeres de distintas organizaciones expresarán su oposición al festejo. "Nos oponemos a la manipulación política de nuestras decisiones más íntimas, realizada por el presidente Menem en connivencia con el Papa y los sectores de la jerarquía eclesiástica", escribieron en una declaración que lleva la firma de más de un centenar de mujeres y hombres, de varias entidades, entre otras, Mujeres en Igualdad, Asociación de Especialistas Universitarios en Estudios de la Mujer (ADEUEM), el Foro por los Derechos Reproductivos y la Comisión por el Derecho al Aborto. El texto señala que "los abajo firmantes defendemos el derecho a la vida, que implica: el derecho de todas las mujeres a decidir cuándo quieren y pueden tener hijos sin ser objeto de coerción, discriminación o violencia; el derecho de las niñas a no ser condenadas a la maternidad forzada que las convierte en niñas-madres; el derecho de todas las niñas y los niños a nacer en condiciones saludables que no hipotequen su vida por carencias materiales o afectivas".
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El presidente Carlos Menem coronará el próximo jueves su cruzada antiabortista al
festejar, con un acto en el teatro Coliseo, el Día del Niño por Nacer, una celebración
que sólo existe en la Argentina y que fue inventada meses atrás por el mismo mandatario
cumpliendo con una promesa realizada al Papa en su última visita a Roma. La ceremonia
contará con la presencia de tres invitados especiales: dos altos funcionarios del
Vaticano y el arzobispo de Boston. Organizaciones de mujeres expresaron su oposición a la
celebración. "Se trata de una actitud autoritaria, que impone un concepto teológico
de la vida humana (...) y atenta contra el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre
sus cuerpos", denunciaron en una declaración, que lleva la firma de más de un
centenar de personas. Ese día diversas entidades marcharán a la puerta del teatro.