Por Maximiliano Montenegro y Claudio Zlotnik
En una asamblea de la que
participaron más de 400 empresarios de todo el país, la Unión Industrial Argentina
describió ayer un escenario dramático. Como anticipó este diario, el diagnóstico final
que acercaron los distintos sectores productivos habla de una caída del nivel de
producción industrial del 20 por ciento, de bajas en las exportaciones
manufactureras del 30 por ciento en promedio, con extremos del 60 por ciento y de un
incremento de la desocupación a niveles similares al 18,2 por ciento del
tequila. En 18 años que estoy en la UIA nunca vi un poder de autoconvocatoria
de esta magnitud para demostrarle al gobierno lo que pasa con la industria, admitió
su titular, Alberto Alvarez Gaiani, al cerrar la asamblea. Con el rostro desencajado,
desbordado por el clima contestatario que envolvió a expositores y organizadores,
reconoció así que se abren nuevos tiempos para la entidad, donde prevalecerán los
dirigentes más industrialistas, afines a la Alianza y al duhaldismo, por sobre los
liberales-menemistas.
Durante el cónclave, se escucharon críticas durísimas a Roque Fernández, a las
aspiraciones re-reeleccionistas de Menem, al modelo, a la globalización, y hasta se
llegó a mencionar la palabra tabú: devaluación. Más aún, preocupado por no herir
suceptibilidades en medio de tanta ebullición, el propio Gaiani, cometió una gaffe al
reconocer que la devaluación forma parte del debate interno, por lo que la UIA
prefiere por ahora no expedirse sobre la cuestión, dándole relevancia a una
discusión jamás planteada públicamente por la UIA durante el gobierno de Menem.
Como hace años que no ocurría, el anfiteatro del subsuelo del edificio Carlos
Pellegrini, en Catalinas, estaba repleto de dirigentes, en su mayoría PyMEs, de los
sectores y regiones con representación en la Unión Industrial. El encargado de abrir la
sesión fue Osvaldo Rial, actual vice primero de la entidad y candidato fijo a la
presidencia. Estamos aquí para defender el futuro de la industria, dijo el
empresario metalúrgico, simpatizante del duhaldismo, quien luego dio muestras
inequívocas de que subirá el tono en su diálogo con el Gobierno (ver aparte).
Alvarez Gaiani llegó recién 45 minutos más tarde. Quiero aclarar que mi demora se
debió a que tenía una reunión prevista con anterioridad, se excusó. Pero nadie
pudo olvidar que se había mantenido al margen de la convocatoria y dudó hasta último
momento si participar de la misma.
Durante todo el encuentro, alrededor de 40 oradores se dedicaron a pintar un diagnóstico
alarmante de cada una de las industrias o provincias en cuestión. No faltaron los
disparos con munición gruesa a la patria financiera, la ansiedad
electoralista del gobierno y las políticas de Roque Fernández. También se habló
del aumento de la pobreza, la desocupación y los peligros de disgregación social (ver
aparte).
Sobre el final, De Mendiguren leyó las conclusiones. Entonces, enfatizó que la
desocupación llegará al 18 por ciento alcanzado durante la recesión del tequila, si el
Gobierno no hace nada para revertir la asfixia productiva y cierre de empresas
detonados por la crisis internacional y la devaluación brasileña. Luego, enumeró los
reclamos tradicionales de la institución: aumentar reintegros a los exportadores;
efectivizar la devolución del IVA; suspensión para los sectores transables del impuesto
a los intereses y la renta presunta; facilidades de pagos impositivos para las PyMEs; y
reestablecer las modalidades laborales promovidas, entre otros. Dos situaciones resumen la
desorientación en que sumergió la asamblea al actual titular de la entidad, un defensor
de la política oficial en casi todos sus aspectos. Dentro de los reclamos figuró uno muy
especial: Se debe designar secretario de Industria a un industrial, enunció
De Mendiguren, en lo que no pocos interpretaron como una demanda al Gobierno para que
desplazara a Alieto Guadagni, muy criticado por su intrascendencia al frente del área.
Sin embargo, minutos después, durante una improvisada conferencia de prensa, ante una
consulta de Página/12, Gaiani negó que esto significara que la UIA pidiera la renuncia
del funcionario. La otra situación se vivió cuando un periodista solicitó a Gaiani una
opinión sobre los planteos devaluacionistas vertidos por dos empresarios: Es una
discusión interna dentro la entidad, que es bueno que se siga debatiendo en los próximos
meses, por lo que la UIA por ahora no se va a expedir sobre el tema, afirmó. Hasta
ahora, todos los presidentes de la Unión Industrial habían sellado el debate, expresando
el apoyo categórico de su conducción a la Convertibilidad.
Un acuerdo a imitar Los empresarios del sector plástico se convirtieron en un modelo a imitar
y, por qué no, a envidiar para el resto de los industriales. Es que en los
últimos días, la Cámara de la Industria Plástica rubricó un acuerdo con su par
brasileña para impedir que los productos del país vecino invadan el mercado argentino.
Según el convenio, ambas entidades crearon una comisión de seguimiento para
monitorear el comercio entre ambos países y con el resto del Mercosur. Hemos
encontrado una mejor predisposición de la que esperábamos, admitió Héctor
Méndez, titular de la cámara que agrupa a 2500 pymes.
La posibilidad de firmar acuerdos sectoriales con fabricantes brasileños que sirvan para
evitar una invasión de productos del país vecino fue una idea que persiguieron los
industriales argentinos no bien se devaluó el real. Pero lo cierto es que los empresarios
brasileños se mostraron reticentes a sellar pactos de este tipo en el resto de los
sectores productivos.
Adiós al menemismo
Los reacomodamientos que se están produciendo en la
dirigencia empresarial revelan que el menemismo también se encuentra en retroceso entre
los industriales representados en la UIA. Tanto Osvaldo Rial, como José De Mendiguren,
actual secretario de la entidad, tienen posturas contrarias a la rereelección
presidencial que han expresado públicamente. El primero, futuro titular de la entidad,
simpatiza con el duhaldismo y el segundo, quien seguirá desempeñando un cargo importante
en el futuro, no se cansa de criticar a Menem, aunque se mantiene equidistante de los
partidos políticos. Sergio Enaudi, del grupo Techint, otro de los pesos pesado en el
Comité Ejecutivo de la UIA, sigue los acercamientos que el grupo de los Rocca ha hecho
con la Alianza. En una posición similar se encuentra Héctor Massuh, amigo personal de
Machinea, quien también tiene excelentes vínculos con el duhaldismo. Jorge Basso
Dastugue, del sector tabacalero y candidato a secundar a Rial en la nueva conducción de
la UIA, también guarda una cuidada distancia de la política. Hoy, al menemismo sólo le
queda una guardia en retirada: Gaiani, Diego Videla, ex secretario de la entidad, Pablo
Challú y el petroquímico Juan Groppo Villar. |
MUNICION GRUESA CONTRA MENEM Y EL PROYECTO DE
LA RE-RE
Un rosario de lamentos y reclamos
Durante
cuatro horas, representantes regionales y de los distintos sectores que componen la Unión
Industrial, expusieron sus realidades. Además de trazar un panorama sombrío, los
empresarios no dejaron escapar la oportunidad de apuntar contra el Gobierno. A
continuación se presentan los puntos salientes de algunas de las exposiciones.
Unión
Industrial de San Juan (Adriana De González): Las autoridades están embarcadas en
un festival electoral y desoyen que los industriales necesitamos medidas urgentes para
hacer frente a la crisis. La recesión ya se siente y los planes oficiales son lentos y
burocráticos.
Unión
Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Aldo Espósito): Nos han querido
convencer de que no pasaba nada relevante y que, en realidad, los industriales veíamos un
escenario equivocado. Pero lo cierto es que vemos caer violentamente los niveles de
producción y crecer el desempleo. Todo ello ante la pasividad de las autoridades
económicas. En vez de hacer diagnósticos el Gobierno va a tener que hacer
autopsias.
Unión
Industrial Patagónica (Juan Moravek): Los dirigentes de la UIA no pueden hacerse
los distraídos ante uno de los mayores problemas que afrontan las empresas del interior:
la ausencia de una estrategia regional. Habría que realizar un legítimo mea culpa sobre
este punto. Si no se hace nada, en el sur argentino vamos a tener un desierto parecido al
Sahara.
Unión
Industrial de Catamarca (Raúl Colombo): Necesitamos que el Gobierno nos proteja
así como aquellos países que inundan de productos a la Argentina protegen a sus
empresarios. Es lamentable que, en medio de la crisis, el país esté entretenido en
cuestiones políticas.
Cámara de la
pyme: En este partido, las pymes estamos perdiendo 20 a 0 y faltan cinco minutos
para que finalice el partido. Somos los perdedoras del modelo. Este Gobierno que protegió
sin demoras a la banca en el 95 ahora se desentiende de su industria. El Gobierno
tendría que buscar soluciones a la industria con la misma creatividad y obsesión que
utiliza para sus necesidades electorales.
Cámara de la
Industria del Calzado (Carlos Bueno): Nuestro sector es uno de los más perjudicados
por la crisis. En los últimos años cerraron 997 fábricas y realizamos 250 denuncias por
irregularidades en las importaciones. Pero la Aduana no hace absolutamente nada. Es una
Aduana boba.
Asociación de
Fabricantes de Bienes de Capital (Manuel Dorrego): El Gobierno vino desatendiendo
los reclamos del sector para evitar el ingreso desmedido de máquinas y equipos. Y el
resultado ya está a la vista: de los 87 mil puestos de trabajo que ofrecía en el
91, ahora ofrece 62 mil.
Cámara de
Industrias de Procesos (Leopoldo Orsay): La mayoría de las fábricas de colorantes
ya han quebrado. Sólo quedamos dos o tres y no sé por cuánto tiempo más. Es inútil
realizar reclamos fiscales. Lo cierto que lo que no funciona más es el modelo económico.
No podemos seguir siendo ingenuos; hay que ser realistas y desnudar el problema de fondo,
que es el Plan de Convertibilidad.
Unión
Industrial de Misiones: Por un lado, la patria financiera está castigando a los
productores de la industria nacional. Y, por el otro, el Gobierno aplica con inhumanidad
políticas impositivas que no se pueden cumplir.
Cámara del
Juguete (Raúl Ruibal): Cuando la crisis golpeó la puerta de los jugueteros dijeron
no somos jugueteros. Cuando golpeó al sector de los calzados, dijeron
no somos zapateros. Pero ahora la crisis golpea a la puerta de la UIA.
Cámara
metalmecánica: Para el Gobierno no somos necesarios. Entonces, es necesario saber
cómo hará el Gobierno para resolver el problema de la desocupación y la pobreza sin
industria manufacturera. ¿A quién responde su política? Tenemos que unirnos para que no
nos hagan desaparecer.
Cámara de los
autopartistas (Juan Cantarella): El 50 por ciento de las empresas del sector está
analizando el traslado total o parcial de suproducción a Brasil. Y el 8 por ciento de las
empresas ya decidió este traslado. Este es un sector que hoy tiene 9800 trabajadores en
la calle entre despidos y suspensiones.
Asociación
Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Julio Massara): El presidente Menem
debería eliminar por decreto los impuestos distorsivos. La Aduana debería esforzarse
para no ser un colador; nos debería cuidar un poquito más.
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