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Por Alejandra Dandan Una costurerita fue expulsada del palacio. Si no se tratara de Elsa Serrano, sería argumento de algún clásico. Como en siniestro dominó, la caída de la modista vinculada con el menemismo se vuelve signo irresistible de la decadencia de un imperio. Cuando el menemismo parece finalmente acercarse a su fin --menguadas las chances de éxito de la re-re--, ahora cae la costurera del poder: con un pasivo superior a los tres millones de pesos, la firma de Serrano tuvo que convocar un concurso de acreedores, primer paso antes de la quiebra. Ya hace dos meses se detuvo el remate a la bella "maison" de la calle Mansilla. Fue pedido por el Banco Ciudad y detenido por uno de los directores del Nación. Fue diseñadora de cada una de las mujeres menemistas. Se popularizó por su tándem con Amira Yoma y un retrato postal tomado en Marbella: las dos señoras en la casa de Al Kassar. Hasta ahora sólo ella había conseguido permanecer en escena, más aún constituir el núcleo íntimo de acompañantes de la hija de Carlos Menem. Elsa Serrano aduló a la realeza: "Lógicamente soy cholula --dice--, me encanta conocer tanta reina, rey, princesa. Tendría que haber vivido en un palacio". Es su propio castillo, sede de la Manufactura Textil San Gabriel, el que ahora parece desvanecerse: un recuadro en la sección judicial de un matutino anunció ayer la "apertura del concurso preventivo" de la empresa fundada en 1970 por el padre de Alfredo Serrano, ex marido y socio de Elsa Romio de Serrano. La firma comandada por la rubia italiana desde la separación, en los 90, publicó los detalles de su estado patrimonial. Un activo algo superior a dos millones de pesos y un pasivo de: 3.117.790,20. La solicitud que blanqueó especulaciones múltiples sobre quiebras y resurgimientos milagrosos quedó en manos del juzgado de Bavastro Modet. Ahora su casa de modas, a la que Zulemita llama "maison" no servirá de resguardo a la señora. En octubre del año pasado existió un intento del Banco Ciudad de rematar la casa de Mansilla. La deuda de la empresaria con esa entidad superaba los 360 mil dólares. Su cercanía a un entorno menemista aún sólido detuvo el derrumbe. Un hombre del riñón del Presidente se adjudicó las gestiones ante el Ciudad, a pedido --de acuerdo con algunas versiones-- de la hija del Presidente. Fue uno de los directores del Banco Nación, el riojano Víctor Bestani: "Sí --le dijo a un semanario--, yo le pedí a la gente del Ciudad que parara el remate hasta que ella volviese de Londres". El remanso para la empresaria acabó con el ocaso de la movida para la re-reelección. Sólo un día después del pronunciamiento de la Corte contra cuatro intentos de habilitar a Menem, la princesa recuperó su color ceniciento. Después de todo, Serrano repite que así la llama su hermana y sólo porque no le gustan las fiestas: "Ella dice que soy como la Cenicienta, me voy antes de la medianoche". La fiesta de la refinanciación parece concluida. De acuerdo con la consulta sobre deudores del Sistema Financiero del Banco Central, San Gabriel tiene una deuda superior al millón de pesos con tres bancos, uno de ellos es el Nación. En el informe la empresa de Serrano aparece bajo la categoría de incobrable por una deuda de 966.700 pesos al Banco Nación y 182 mil al Ciudad. El monto que debe cubrir en el Bansud es de 101.500, aunque su situación allí aún está por revisarse. Los auxilios que echaron manos a la dama entrada en desgracia fueron adjudicados a Zulemita, al ultramenemista Ramón Hernández y finalmente a Bestani. El periplo de salvación ocurrió en octubre cuando la hija del Presidente se alistaba para cultivar fascinación entre los ingleses. Bestani, hombre del menemismo en el Nación, ni siquiera ocultó el motivo de su intervención: "Porque se le hacía un daño gratis y se impedía que Zulemita viajara bien asistida", dijo. Hacia Londres partieron entonces la primera dama y su modista ya sin el peso anodino de tormentas financieras. De aquel viaje, la modista habló de su relación con la primera damita: "Dale Elsi --decía Zulemita--, vamos a despertar a papi. Vamos a desayunar con él que tiene cosas más ricas".
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