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 Las aguas del Río de
la Plata volvieron a agitarse. Un informe elaborado por expertos en medio ambiente de las
Naciones Unidas, difundido ayer, advierte sobre la presencia de benceno --un derivado del
petróleo que es considerado cancerígeno-- en el agua y las costas de las localidades de
Berisso y Magdalena. Según el informe, la presencia de esa sustancia se debe al derrame
de petróleo producido a mediados de enero, a causa de un choque entre dos buques. Las
autoridades de Berisso y Magdalena analizan la posibilidad de declarar a sus costas en
"estado de emergencia" y ya prohibieron las actividades náuticas y el consumo
de agua de río y el pescado sacado de la región. John Morton, director de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, envió un informe al director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, Bartolomé Llobet donde alerta sobre la presencia de benceno en el río, en jurisdicción de esos dos partidos bonaerenses. El especialista recomendó "no consumir el agua del Río de la Plata ni los peces que se capturen en ese curso de agua". Y señaló que "es conocido que la exposición al benceno puede originar cáncer en los riñones, el hígado, el bazo y la sangre" de los seres humanos. El informe fue girado por Defensa Civil a los intendentes de Berisso y Magdalena. "El informe es estremecedor. Lamentablemente, para Magdalena es lapidario y nos da la razón sobre nuestras dudas: la contaminación grave del suelo y el agua", dijo a Página/12 Juan Sibetti, intendente de Magdalena, después de recibir el informe de los expertos. Néstor Juzwa, jefe comunal de Berisso, responsabilizó a la empresa Shell, propietaria de uno de los buques que chocaron el 15 de enero a la altura del kilómetro 93 del Río de la Plata, y que virtió en el río 250 toneladas de petróleo. "Siempre negaron el problema y ahora nos encontramos con esto", dijo. Y adelantó que está analizando "la posibilidad de declarar la emergencia ambiental en las costas del Río de la Plata en el territorio de Berisso para lo que vamos a pedir al gobierno de la provincia que nos acompañe". Siguiendo las recomendaciones de Morton, los intendentes prohibieron la pesca y también los chapuzones en los balnearios de la zona. "La gente nunca volvió a bañarse después del derrame y desde entonces mantenemos personal de la municipalidad para impedirlo a quienes no respetan la prohibición", explicó Sibetti. En la vecina Berisso, lo que hasta el momento eran sólo recomendaciones para que la gente no se anime al agua, ahora se materializará en "carteles que prohíban bañarse", según explicó Justo González, presidente del Concejo Deliberante de la localidad. Los intendentes se reunirán entre hoy y mañana para elaborar juntos los pasos a seguir. En principio, Sibetti anunció que, apenas recibido el informe --con fecha 22 de marzo--, se lo transmitió a sus letrados para que lo sumaran a la causa judicial que la comuna inició contra la empresa Shell. Por su parte, Juzwa anunció la formación de una comisión interdisciplinaria --con biólogos, abogados y químicos, entre otros-- para abordar el problema desde diferentes ángulos. Por su parte, Osvaldo Sonzini, secretario de Política Ambiental de la provincia de Buenos Aires, en diálogo con Página/12 desestimó la advertencia de los expertos. El funcionario aclaró que "cuando se produjo el siniestro hicimos los análisis del agua y detectamos benceno y otros compuestos, pero los valores fueron muy menores a los máximos permitidos para protección del agua de consumo humano". Y, si bien la secretaría no volvió a analizar el agua, dijo que como esos compuestos son volátiles, ya se "habrían evaporado" del área afectada.
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