EL NUMERO UNO CAYO ANTE
RICHARD KRAJICEK
A Sampras le dieron el toque a saques
Por Juan Ignacio Ceballos desde Key
Biscayne
 Ciento treinta y dos
millas por hora marcó el radar del estadio central del Crandon Park, casi record del
torneo. Un instante después, el partido había terminado. En base a saques como ése, el
holandés Richard Krajicek –7º preclasificado y único top-ten todavía en carrera,
tras la derrota de Marcelo Ríos anteanoche– venció ayer al norteamericano Pete
Sampras por 6-2, 7-6 (8-6), alargó a seis victorias en ocho partidos su record ante el
nuevo número uno del mundo y avanzó a las semifinales del Lipton ‘99.
“¿Por qué él me provoca tantos problemas? Para empezar, por su servicio. Cuando el
saque de Richard funciona bien, no hay nada que hacer”, dijo un Sampras en ojotas,
durante la conferencia de prensa, antes de partir hacia su mansión de Orlando. Y agregó:
“Obviamente, él tiene uno de los mejores servicios del mundo. Es más: creo que
posee todas las herramientas para luchar por el primer puesto del ranking. Sólo se lo
debe proponer. Hoy perdí contra un mejor jugador”.
La derrota, de todas maneras, no es preocupante para Pistol Pete, cuya única meta en la
primera mitad de año estará puesta en ganar Roland Garros por primera vez y así empatar
el record de 12 títulos de Grand Slam que posee el australiano Roy Emerson.
Tras la derrota de Sampras –la última estrella masculina que sobrevivía en el
torneo–, aquí reinan las mujeres. Seis de las top-ten ya se encuentran en cuartos de
final. Y con ello se ha reabierto la polémica sobre cuál de los dos circuitos (el de los
hombres o el femenino) atrae más al público. Atribulada por su físico
–”Cuando una deja de crecer para arriba, empieza a hacerlo para los
costados”, dice–, la suiza Martina Hingis (1ª preclasificada) despachó con
suficiencia a la alemana Marlene Weingartner por 6-0 y 6-2. Otro tanto ocurrió con
“la flaca” Lindsay Davenport (2ª), 18 kilos más delgada que hace un año:
liquidó a la rusa Elena Likhovtseva por 6-2 y 6-0, frente a una cantidad de público en
otros tiempos impensable. “El tenis masculino ha sido por mucho tiempo más popular y
más interesante para la TV –le dijo Hingis a Página/12–. Pero el tenis
femenino ha crecido mucho, definitivamente”.
Eso sí: no quedan argentinos. Patricia Tarabini y la española Conchita Martínez cayeron
2-6, 6-1, 4-0 y abandono por una contractura de Martínez, ante la pareja Black-Selyutina.
Pablo Albano y el estadounidense Francisco Montana perdieron 6-2, 6-0 con los sudafricanos
Bale-Stafford.
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