Por Miguel Jorquera
Como para no temer
por mi vida. Miro los orificios de entrada y el proyectil que tiene el apoyacabezas y la
butaca que yo ocupaba, donde segundos antes estaba ahí sentadito, me tiré al costado y
los proyectiles pasaron sobre mi cuerpo. No cabe duda de que fue un intento de
asesinato, dijo el fiscal José Andrés De los Santos en su única declaración del
día. El fiscal, que inició la causa por la que está preso el ex intendente de Morón
Juan Carlos Rousselot, fue interceptado y atacado a tiros por tres individuos en la
medianoche del martes, cuando se dirigía solo y en su coche particular a la fiscalía. De
los Santos, que repelió el ataque e hirió a uno de sus agresores, evitó vincular el
hecho con la causa Rousselot pero aseguró que el intento de homicidio está ligado a su
actuación judicial. Todos los fiscales generales del fuero penal de Morón repudiaron el
hecho, no descartaron ninguna hipótesis de investigación, defendieron su actuación
independiente y pidieron garantías a los tres poderes del Estado provincial.
¡¡¡Vení doctorcito, te vamos a enseñar quién manda en Morón!!!, gritó
uno de los atacantes que disparó contra De los Santos en la medianoche del martes.
Minutos antes, el fiscal se había comunicado por teléfono con la fiscalía hacia donde
partió desde su casa de Merlo. Pero su Volkswagen Gol fue interceptado por un Ford Escort
en la calle Martín Rodríguez, entre Famatina y Aconquija, en una zona despoblada que
linda con el extenso paredón del Country Los Pingüinos, casi en el límite entre los
municipios de Ituzaingó y Merlo, y a unas diez cuadras de la Dirección de
Investigaciones de la policía departamental donde está preso Rousselot.
Un vehículo intentó interceptarme desde atrás, descienden dos sujetos varones,
armas en mano, y directamente me disparan, dijo en su única declaración, a FM en
Tránsito, el fiscal que luego se llamó a silencio y esquivó cualquier contacto con la
prensa.
...Yo logré tirarme sobre el asiento delantero derecho, como escuché que alguien
se acercaba me fui para atrás del coche, me gritaron algunas cuestiones, algunas cosas,
busqué alejarme hacia la derecha pero me buscaron con nuevos disparos. Repelí la
agresión, finalmente vi manchas de sangre en la luneta, por lo que creo que alguno de mis
atacantes se fue herido, lamentablemente. Yo busqué alejarme, fugarme, pero era un coche
que venía a mucha velocidad, el mío es gasolero y no lo pude evitar, concluyó De
los Santos que sólo se limitó a describir el ataque, evitó vincular el intento de
asesinato a la causa que inició contra Juan Carlos Rousselot, pero no tuvo dudas al
afirmar que el hecho está ligado a su actuación en la fiscalía.
De la otra vereda de la dura puja política en la que está inmerso el justicialismo de
Morón, no tuvieron dudas y embistieron contra el detenido ex intendente. No me cabe
duda de que el ataque es obra de la gente de Rousselot, de la vieja metodología de
emplear la patota política como en la época de las Tres A, aseguró a Página/12
el concejal duhaldista Juan Zabaleta que desempolvó el pasado de Juan Carlos Rousselot al
lado del siniestro ex ministro de Bienestar Social José López Rega.
Los acólitos de Rousselot acusaron al fiscal De los Santos y al juez de garantías
Ricardo Fraga de responder políticamente a su archienemigo en la interna partidaria, el
senador provincial Horacio Román. Además de afirmar que el encarcelamiento del ex
intendente, como él mismo lo aseveró, era obra del gobernador bonaerense Eduardo Duhalde
por su lealtad al presidente Carlos Menem.
Por su parte la fiscal Mabel Arojqui, que se hizo cargo de la investigación del atentado
a De los Santos al que calificó de intento de homicidio, dijo en un escueto
comunicado que leyó a la prensa que no descarta ninguna hipótesis. Aunque en
los pasillos de la fiscalía afirmaban que hay una línea de investigación, la del
intento de robo, que no se tomará en cuenta. Expresamos nuestro profundo repudio y
honda preocupación por el hecho que atentó contra la vida de nuestro colega, el doctor
José Andrés De los Santos, a quien afortunadamente nada sucedió merced a sus
condiciones personales, que hicieron que pudiera defenderse del ataque ocurrido. Caso
contrario en este momento lo estaríamos solo recordando, comienza el comunicado que
redactaron todos los fiscales generales del departamento judicial de Morón.
Este cobarde suceso cuya intención fue no sólo distanciarlo de su labor
investigativa sino también atentar contra su presencia física, con un claro intento de
homicidio, motivado en estrictas razones funcionales, pone de manifiesto la peligrosa
exposición a la que nos vemos sometidos diaria y permanentemente sin que exista la
protección necesaria por parte de las autoridades encargadas de la seguridad, como
asimismo sin advertir manifestación expresa y concreta por parte de los otros dos poderes
del Estado al respecto, agrega el documento que los aún conmocionados 16 fiscales
leyeron en el hall del edificio de Colón 237, sin agregar ningún comentario adicional.
El pedido de mayor seguridad que realizaron los fiscales al gobernador Eduardo Duhalde
encontró eco en el Frepaso del distrito y en la Cámara de Diputados provincial. El
presidente del bloque de concejales frepasistas de Morón, Martín Sabbatella, anunció
que exigirá al gobernador que en forma urgente arbitre los medios para brindar
mayores garantías y protecciones a quienes investigan, mientras que el titular de
la Cámara baja, el frepasista Alejandro Mosquera, opinó que en esta provincia,
cuando ciertos sectores de la política se ven perjudicados por algún motivo, optan por
emplear las armas resguardándose en el impune anonimato.
HISTORIA DE VIOLENCIA POLITICA Y NEGOCIOS EN
MORON
Sin razón, por la fuerza
Por M.J.
Los hechos de violencia
por pujas económicas y políticas siempre acompañaron la gestión de Juan Carlos
Rousselot en Morón. Dos muertos, atentados y numerosos enfrentamientos cargaron de
sospecha al ahora encarcelado ex intendente por su tarea como jefe de prensa de José
López Rega, ex ministro de Bienestar Social de los gobiernos de Héctor Cámpora, Juan e
Isabel Perón, y creador de la siniestra Alianza Anticomunista Argentina, las Tres A.
Mientras que en 1989 los acontecimientos políticos se precipitaban y hacían irreversible
su primera destitución como intendente de Morón, por la adjudicación directa de su
faraónico plan cloacal al grupo Macri, el escribano moronense Elvio Cigarroa moría
asesinado en un oscuro camino de González Catán cuando volvía de la quinta de fin de
semana con su esposa.
Cigarroa, que rubricó y conoció muy de cerca todas las tratativas y acuerdos que
Rousselot firmó con Mauricio Macri obviando el llamado a una licitación pública, fue
asesinado por individuos que interceptaron su vehículo y, sin mediar explicación ni
intentar despojar de algún objeto de valor a la pareja, descerrajaron varios tiros contra
su cuerpo, matándolo y dándose a la fuga. Su esposa, que no pudo ofrecer resistencia,
resultó ilesa.
Para la Comisión Investigadora del Concejo Deliberante, el escribano era un testigo
clave para demostrar el ilícito de Rousselot. El 28 de noviembre de
1993, una bomba estalló en el domicilio de Ricardo Celano, un asesor del entonces
concejal justicialista Carlos Bonicalzi, opositor a la administración Rousselot. Los
peritos determinaron que el trotyl que colocaron en la vivienda de Vélez Sársfield 215
de Haedo pudo haber matado a toda la familia del asesor, aunque las manos
expertas que colocaron la bomba lo hicieron de una manera que sólo provocara daños
materiales. Bonicalzi después alternó alianzas temporarias y enfrentamientos con
Rousselot, y ahora es secretario de Gobierno de la administración interina que heredó el
duhaldismo con la caída del ex intendente. En aquel momento los opositores acusaron a
Rousselot y los seguidores del intendente hablaban de un autoatentado.
Apenas cuatro días después, el presidente de la empresa Lawn Care, concesionaria de la
recolección domiciliaria en el distrito, Horacio José Pettinari, cayó muerto cuando
supuestamente intentaba colocar una bomba en el domicilio de Roberto Mendive, un
simple ciudadano que había bloqueado con una causa penal las arcas municipales.
Mendive, vecino de Celano en Haedo, temía por su vida y esperó en la terraza
de su casa al coche que merodeaba la vivienda. Entonces vio que una persona saltó la reja
y ponía un paquete debajo de su coche. Disparó y mató a Pettinari. El chofer que
acompañaba al empresario en el vehículo, Carlos Raúl Carella, había sido denunciado
por los organismos de Derechos Humanos como integrante del grupo de tareas 3.3.2 que
actuaba durante la dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada. Tanto Mendive como
Carela recuperaron su libertad rápidamente.
Nadie descartó la hipótesis económica. Pettinari le había reclamado a Rousselot la
deuda de casi 8 millones de dólares que el municipio le debía a Lawn Care, pero que no
pudo ser saldada por el bloqueo de las cuentas bancarias de la comuna. Con la muerte del
empresario, las acciones de su empresa fueron transferidas a Orange Fase II, cuya
concesión fue suspendida hace pocos días tras la caída de Rousselot y a la que la
oposición le adjudica vínculos comerciales con funcionarios del ex intendente.
El resto es mucho más cercano en el tiempo. Un grupo de barrabravas del Deportivo Morón
actuó como fuerza de choque para golpear a los opositores al plan cloacal en la puerta
del Concejo Deliberante y nunca dejaron de provocar enfrentamientos violentos con
distintos sectores políticos.Ahora, duhaldistas y aliancistas le atribuyen el atentado al
fiscal De los Santos. Una nueva sospecha que sobrevuela sobre el encarcelado Rousselot.
Un perfil del fiscal
Por M.J.
José Andrés De los Santos llegó a la fiscalía general del Departamento Judicial de
Morón con su creación, dispuesta por el ministro de Justicia provincial, León
Arslanian, a fines de 1998. El abogado de 42 años también pasó por las filas de la
Policía Federal, con un alto cargo, cuando aún estudiaba derecho. El
aprendizaje que hizo en la fuerza le salvó la vida cuando extrajo su arma personal y
repelió el ataque de quienes intentaron asesinarlo en la medianoche del martes pasado. De
los Santos cobró notoriedad con su acusación fiscal que puso tras la rejas al ex
intendente Juan Carlos Rousselot, por malversación de fondos públicos en el
frustrado traslado del hospital municipal a la ex VII Brigada Aérea de Morón. Por ese
mismo motivo se tramita en la fiscalía una denuncia en su contra, por la presencia de
numerosos medios periodísticos frente a la casa de Rousselot antes de que se
llevara a cabo el operativo policial que terminó con el ex intendente esposado. El hijo
del ex intendente, Fabián Rousselot, lo acusó de responder políticamente al legislador
duhaldista Horacio Román, presidente de la Comisión de Seguridad del Senado provincial.
Los rousselotistas tampoco tuvieron empacho en decir que hasta había sido
apoderado de la lista partidaria y asesor de Román. Del otro lado
de la vereda lo desmienten y afirman que hay documentación pública que lo
corrobora. |
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