|
Por Claudio Zlotnik Por primera vez en la historia, las cuatro entidades que agrupan al sector agrícola-ganadero están analizando la convocatoria a un paro de actividades en conjunto. La crisis por la que atraviesan los productores, desde los más pequeños a los más grandes, ofrece un dato político de excepción: la Sociedad Rural, hasta aquí aliada incondicional del menemismo, convocó a una huelga en protesta por la inflexibilidad del Gobierno en materia fiscal. La suerte que corra el intento de unificar la protesta sectorial quedará sellada el próximo martes por la tarde, cuando los máximos representantes de las cuatro entidades del campo (Sociedad Rural, Coninagro, Confederaciones Rurales y Federación Agraria) vuelvan a encontrarse. Hasta ese día, cada una de las organizaciones debatirá internamente la metodología del eventual plan de lucha común con vistas a consensuarlo en el próximo encuentro. Después de la reunión quedó en claro que reina un espíritu conciliador entre las cuatro entidades. Sabemos de nuestras diferencias pero también que nos sentimos unificados en la protesta, comentó a Página/12 René Bonetto, presidente de la Federación Agraria, minutos después de finalizado el cónclave. El encuentro de ayer entre Bonetto, Marcelo Muniagurria (CRA), Valentín Levisman (Coninagro) y Luciano Miguens (SRA) se organizó a última hora de la tarde, un rato después de que la comisión directiva de la Sociedad Rural aprobara por unanimidad la realización de un paro ganadero para después de Semana Santa. Paramos porque hay dos temas que están llevando a nuestros productores hacia una grave crisis y a los que el Gobierno se niega a discutir: el impuesto que grava a los intereses de los préstamos y el impuesto a la renta presunta, explicó a este diario Enrique Crotto, titular de la Sociedad Rural y miembro del poderoso Grupo de los Ocho. Precisamente, la flamante decisión de la Rural de enfrentarse con el Gobierno, por primera vez desde que Carlos Menem llegó a la Casa Rosada, se tomó dos días después del encuentro que el G-8 mantuvo con Roque Fernández en el Palacio de Hacienda y del cual Crotto salió desencantado. En esa oportunidad, el ministro volvió a rechazar cualquier cambio en la reforma tributaria. El giro político de la Rural no pasa desapercibido para el Gobierno, que en menos de cuarenta y ocho horas se encontró, por un lado, con las ácidas críticas que se vertieron durante una asamblea multitudinaria convocada por la Unión Industrial y, por el otro, con el paro nacional decretado por los productores ganaderos más grandes. En medio de la crisis y la recesión, Roque asiste inmutable a los sucesivos desplantes de dos ex aliados. El acercamiento entre las entidades del agro no hizo más que convalidar la confluencia de intereses evidenciada en los últimos días. De hecho, antes del encuentro de ayer cada organización ya tenía prácticamente definidos sus actos de protesta, que por ahora siguen en pie. Por ahora, los planes son los siguientes: Sociedad Rural: paro ganadero a nivel nacional, que afectará la comercialización de hacienda en el Mercado de Liniers. Si bien aún no hay fecha prevista, se menciona la posibilidad de realizar la medida durante la primera semana de abril y duraría una semana. La protesta no incluirá a los productores agrícolas ya que se está recolectando la cosecha gruesa de este año y es imposible detener las actividades, explicó Crotto. Coninagro y Federación Agraria: marcha de productores de todo el país hacia la Capital para mediados de abril y un paro nacional de actividades en los primeros días de mayo. A su vez, se convocó a una Asamblea Agraria Nacional, a un total de cuarenta entidades, para el 7 de abril. Estamos trabajando a pérdida; nuestros productores no aguantan más. Por eso, no sólo reclamamos por el rubro fiscal sino también por el aumento de loscostos en general (peajes, tasas de interés de los créditos, combustibles), apuntó a su vez Levisman, presidente de Coninagro. Confederaciones Rurales: También analiza un paro general en caso de que no haya acuerdo para impulsarlo en conjunto con las otras entidades. El Gobierno está empecinado en dejar de lado el debate sobre la producción y nos castiga con impuestos que nos asfixian, subrayó a Página/12 Marcelo Muniagurria, presidente de la organización.
LA UIA ADVIERTE SOBRE UN POSIBLE ESTALLIDO
SOCIAL En
el equipo económico creen que hay que bajar el riesgo país para que la Argentina pueda
tomar más plata y así financiarse mejor. El riesgo país se baja cuando aumentan las
exportaciones, el crecimiento y hay empleo. Si no, vamos a bajar el riesgo país, como
hasta ahora, pero aumentaremos el riesgo conurbano. La frase no la dijo ningún
político de izquierda sino el secretario de la Unión Industrial Argentina, José de
Mendiguren. Agitando el fantasma de un estallido social, la UIA continuó ayer con sus
críticas al Gobierno por la pasividad frente a la crisis productiva.
FRIGERIO (NIETO) TIENE SU REVISTA La crisis
brasileña estalló cuando uno de los estados provinciales, Minas Gerais, declaró
unilateralmente la moratoria de su deuda, desatando el pánico en la comunidad financiera.
¿La experiencia podría repetirse en Argentina, en el caso de que una provincia se
declarara insolvente? La cuestión es analizada en el primer número de la revista
Economía y regiones, editada por la Secretaría de Programación, conducida por Rogelio
Frigerio. Según la publicación, dirigida por Guadalupe Vásquez, jefa de Prensa de la
Secretaría, la respuesta es no. Las razones son varias:
|