PARTICIONES
El que calificó de salomónico el fallo que ha recaído
en Pinochet no conoce bien el mito. El rey sabio amenazó con partir por la mitad el
cuerpo del bebé que dos mujeres reclamaban como propio. Al reconocerle al dictador
inmunidad hasta setiembre de 1988, los siete lores separaron del cuerpo del delito un
meñique para la justicia y el resto para los tachos del perdón. Entonces pidieron al
decisor final, el ministro del Interior Jack Straw, que reconsidere su resolución de dar
curso a la extradición del preso a España para ser juzgado por Garzón "en vista de
la disminución significativa de los cargos contra Pinochet". Pedro Daza,
vicepresidente del ultrapinochetista Partido de la Renovación Nacional, proclamó
exultante que ahora los crímenes del general "se reducen a un caso de tortura".
Y por un solo caso, Jack, cómo lo vas a extraditar.
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