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El Congreso paraguayo comenzó ayer el juicio político contra el presidente Raúl Cubas, a quien la oposición y sectores de su propio partido acusan de estar detrás del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña. Horas después de finalizada la sesión, la plaza que está frente al Palacio Legislativo se convirtió en un campo de batalla entre seguidores del ex golpista Lino Oviedo, padrino político de Cubas, y quienes apoyan el impeachment. Los legisladores opositores llamaron a salir a la calle a pesar de los riesgos que existen y varios oviedistas amenazaron con correr a garrotazos a los que apoyen la destitución. El Senado emplazó a Cubas para que asista mañana a su recinto para ofrecer su descargo. Fuentes oficiales y de la prensa anunciaron que varios sospechosos del crimen de Argaña fueron detenidos. Las fronteras, cerradas luego del asesinato, fueron abiertas sólo para el ingreso de personas. El proceso de destitución contra Cubas tiene como razón principal su negativa a acatar una dictamen de la Corte Suprema, que lo obligó en setiembre pasado a volver a encarcelar a Oviedo. El presidente había liberado a su mentor político en agosto. El crimen de Argaña aceleró el inicio de la votación para poner en marcha el impeachment, prevista originalmente para el 7 de abril. Si Cubas es destituido asumirá el cargo el presidente del Senado, Luis González Macchi, quien podrá permanecer en el cargo hasta el 2003 al frente de un gobierno de coalición según él mismo reconoció o convocar a elecciones en un plazo de 180 días. ¡Qué triste me siento como colorado, pero qué feliz me siento como paraguayo!, dijo ayer el diputado oficialista Angel Barchini, uno de los tres fiscales acusadores nombrados por la Cámara baja. Luego de enumerar los cargos contra el presidente (ver nota aparte), Barchini expresó que este títere que tenemos como presidente no nos tiene que gobernar ni un minuto más; que se vaya inmediatamente a su casa. Marcelo Duarte, otro de los fiscales, diputado por el Partido Encuentro Nacional, dijo que Cubas violó la Constitución para cumplir una promesa electoral. Se refería al slogan de campaña del actual presidente: Cubas al gobierno, Oviedo al poder. La notoria aceleración del proceso hizo surgir dudas sobre su legitimidad, sobre todo entre los seguidores de Oviedo. La sesión que aprobó anteayer la iniciación del impeachment contó con siete ausentes, todos cercanos a Oviedo, quienes dijeron que nadie les avisó de la convocatoria. Ayer, el representante de Cubas para su defensa, Luis Fernando Canillas, dijo que el plazo del proceso es de nueve días, según las normas, y que ni él ni el abogado personal del presidente, Mario Aníbal Elizeche, pudieron expresar su desacuerdo con lo ocurrido. Hasta ahora, esto es un circo romano, dijo Canillas a la salida de la sesión. Pero de todos modos tenemos los votos necesarios para frenar la acusación, dijo el asesor de Cubas. Afuera del Congreso se respiraba un clima de batalla campal, acentuado por los antecedentes del martes y de la noche del miércoles, donde 1500 integrantes de la agrupación independiente Jóvenes por la Democracia se enfrentaron duramente con seguidores de Oviedo. Entre los que apoyan el juicio político y los campesinos que habían llegado a Asunción, por casualidad, el mismo día de la muerte de Argaña (ver nota aparte), completaban 10.000 personas. Muy cerca, se concentraron 3000 seguidores de Cubas y Oviedo. La policía movilizó a 1000 efectivos a la zona y mantiene aún en estado de alerta a otros 8000. Aquí va a correr más sangre, dijo ayer el director de la radio oviedista Nanawa, Juan Carlos Bernabé, como si le estuviera respondiendo al abogado personal de Argaña, Icho Planás, que el martes había dicho lo mismo. Vamos a garrotear a quienes se nos opongan, dijo Bernabé. Mirtha Gusinsky, la esposa de Cubas, llamó a quienes apoyan al gobierno a marchar hacia el Congreso para evitar que se cometa un robo, en alusión a la probable destitución de su esposo. Estamos navegando en el filo de la navaja, dijo el titular del Senado y eventual reemplazante de Cubas en caso de que sea destituido, Luis González Macchi, luego de anunciar el abrazo al Parlamento. Hemos pedido la movilización ciudadana en apoyo al Congreso, pero sabemos que eso implica arriesgar vidas humanas, agregó. No tenemos ninguna seguridad de la policía, por lo que la defensa de la institucionalidad del país está en manos de la ciudadanía honesta que enfrenta valientemente a la represión y el retroceso político, dijo por su parte el senador opositor Luis Mauro. En el plano policial, el jefe de Relaciones Públicas de la Policía, comisario Pablo Marín, confirmó la detención en calidad de demorados de seis colombianos que habían llegado el 9 y el 13 de marzo. Por su parte, el Canal 9 de Asunción citó una catarata de detenidos que no fueron confirmados oficialmente. Según una fuente altamente confiable, el primer detenido fue un individuo llamado Nery Ríos, quien habría quemado el Fiat Tempra en el viajaban los criminales. También afirmó que fueron detenidos dos sargentos primero, de apellidos Espinoza y Simoes. Estos militares habían sido echados de las fuerzas armadas y repuestos luego por Cubas. Aparentemente habrían asistido a cursos antiterroristas en Israel, enviados por Oviedo, que fue jefe del Ejército entre 1993 y 1996. También habría sido detenido el conocido militar Vladimiro Boronieski. Durante los próximos días, Paraguay seguirá paralizado. Las centrales obreras anunciaron que la huelga general, declarada luego del crimen de Argaña, continuará hasta que Cubas sea destituido y los diputados, gobernadores e intendentes de todo el país llamaron a un paro cívico en apoyo al proceso de destitución.
DUELO VERBAL DE UN ARGENTINO Y UN PARAGUAYO El
director de Yacyretá, Raúl Reali, endilgó a un estado de trastorno mental
del senador paraguayo Juan Carlos Galaverna el haberlo acusado de financiar el
proyecto criminal de (Lino) Oviedo, y amenazó con querellar por sus dislates
e inventos al legislador argañista. No se puede mancillar la honra de
funcionarios nacionales así porque sí, revoleando infundios carentes de
fundamentos, advirtió Reali. Pero cinco diputados de la Alianza tomaron nota de las
gravísimas afirmaciones del paraguayo y pidieron la citación al Congreso del secretario
general de la Presidencia, Alberto Kohan, y del titular de Ente Binacional. También se
presentó un proyecto de pedido de informes al Poder Ejecutivo. |