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CUBAS DEBE PRESENTARSE MAÑANA ANTE EL SENADO POR EL IMPEACHMENT
Juicio político a garrotazo limpio

La destitución del presidente Cubas marcha a toda velocidad en el Congreso y los  oviedistas prometen vengarla con “sangre”.

Por la noche, los enfrentamientos frente al Congreso dejaron varios heridos.
Según la oposición, “la policía no ofrece ninguna seguridad a los manifestantes”.

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t.gif (862 bytes)  El Congreso paraguayo comenzó ayer el juicio político contra el presidente Raúl Cubas, a quien la oposición y sectores de su propio partido acusan de estar detrás del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña. Horas después de finalizada la sesión, la plaza que está frente al Palacio Legislativo se convirtió en un campo de batalla entre seguidores del ex golpista Lino Oviedo, padrino político de Cubas, y quienes apoyan el impeachment. Los legisladores opositores llamaron a salir a la calle “a pesar de los riesgos” que existen y varios oviedistas amenazaron con “correr a garrotazos” a los que apoyen la destitución. El Senado emplazó a Cubas para que asista mañana a su recinto para ofrecer su descargo. Fuentes oficiales y de la prensa anunciaron que varios sospechosos del crimen de Argaña fueron detenidos. Las fronteras, cerradas luego del asesinato, fueron abiertas sólo para el ingreso de personas.
El proceso de destitución contra Cubas tiene como razón principal su negativa a acatar una dictamen de la Corte Suprema, que lo obligó en setiembre pasado a volver a encarcelar a Oviedo. El presidente había liberado a su mentor político en agosto. El crimen de Argaña aceleró el inicio de la votación para poner en marcha el impeachment, prevista originalmente para el 7 de abril. Si Cubas es destituido asumirá el cargo el presidente del Senado, Luis González Macchi, quien podrá permanecer en el cargo hasta el 2003 al frente de un gobierno de coalición –según él mismo reconoció– o convocar a elecciones en un plazo de 180 días.
“¡Qué triste me siento como colorado, pero qué feliz me siento como paraguayo!”, dijo ayer el diputado oficialista Angel Barchini, uno de los tres fiscales acusadores nombrados por la Cámara baja. Luego de enumerar los cargos contra el presidente (ver nota aparte), Barchini expresó que “este títere que tenemos como presidente no nos tiene que gobernar ni un minuto más; que se vaya inmediatamente a su casa”. Marcelo Duarte, otro de los fiscales, diputado por el Partido Encuentro Nacional, dijo que “Cubas violó la Constitución para cumplir una promesa electoral”. Se refería al slogan de campaña del actual presidente: “Cubas al gobierno, Oviedo al poder”.
La notoria aceleración del proceso hizo surgir dudas sobre su legitimidad, sobre todo entre los seguidores de Oviedo. La sesión que aprobó anteayer la iniciación del impeachment contó con siete ausentes, todos cercanos a Oviedo, quienes dijeron que nadie les avisó de la convocatoria. Ayer, el representante de Cubas para su defensa, Luis Fernando Canillas, dijo que el plazo del proceso es de nueve días, según las normas, y que ni él ni el abogado personal del presidente, Mario Aníbal Elizeche, pudieron expresar su desacuerdo con lo ocurrido. “Hasta ahora, esto es un circo romano”, dijo Canillas a la salida de la sesión. “Pero de todos modos tenemos los votos necesarios para frenar la acusación”, dijo el asesor de Cubas.
Afuera del Congreso se respiraba un clima de batalla campal, acentuado por los antecedentes del martes y de la noche del miércoles, donde 1500 integrantes de la agrupación independiente “Jóvenes por la Democracia” se enfrentaron duramente con seguidores de Oviedo. Entre los que apoyan el juicio político y los campesinos que habían llegado a Asunción, por casualidad, el mismo día de la muerte de Argaña (ver nota aparte), completaban 10.000 personas. Muy cerca, se concentraron 3000 seguidores de Cubas y Oviedo. La policía movilizó a 1000 efectivos a la zona y mantiene aún en estado de alerta a otros 8000.
“Aquí va a correr más sangre”, dijo ayer el director de la radio oviedista Nanawa, Juan Carlos Bernabé, como si le estuviera respondiendo al abogado personal de Argaña, Icho Planás, que el martes había dicho lo mismo. “Vamos a garrotear a quienes se nos opongan”, dijo Bernabé. Mirtha Gusinsky, la esposa de Cubas, llamó a quienes apoyan al gobierno a marchar hacia el Congreso “para evitar que se cometa un robo”, en alusión a la probable destitución de su esposo. “Estamos navegando en el filo de la navaja”, dijo el titular del Senado y eventual reemplazante de Cubas en caso de que sea destituido, Luis González Macchi, luego de anunciar el abrazo al Parlamento. “Hemos pedido la movilización ciudadana en apoyo al Congreso, pero sabemos que eso implica arriesgar vidas humanas”, agregó. “No tenemos ninguna seguridad de la policía, por lo que la defensa de la institucionalidad del país está en manos de la ciudadanía honesta que enfrenta valientemente a la represión y el retroceso político”, dijo por su parte el senador opositor Luis Mauro.
En el plano policial, el jefe de Relaciones Públicas de la Policía, comisario Pablo Marín, confirmó la detención en calidad de “demorados” de seis colombianos que habían llegado el 9 y el 13 de marzo. Por su parte, el Canal 9 de Asunción citó una catarata de detenidos que no fueron confirmados oficialmente. Según “una fuente altamente confiable”, el primer detenido fue un individuo llamado Nery Ríos, quien habría quemado el Fiat Tempra en el viajaban los criminales. También afirmó que fueron detenidos “dos sargentos primero, de apellidos Espinoza y Simoes”. Estos militares “habían sido echados de las fuerzas armadas y repuestos luego” por Cubas. Aparentemente habrían asistido “a cursos antiterroristas en Israel, enviados por Oviedo”, que fue jefe del Ejército entre 1993 y 1996. También habría sido detenido “el conocido militar Vladimiro Boronieski”.
Durante los próximos días, Paraguay seguirá paralizado. Las centrales obreras anunciaron que la huelga general, declarada luego del crimen de Argaña, continuará hasta que Cubas sea destituido y los diputados, gobernadores e intendentes de todo el país llamaron a un paro cívico en apoyo al proceso de destitución.

 

Y todo por liberar a Oviedo

El diputado colorado Angel Barchini, uno de los tres portavoces designados por la Cámara de Diputados para presentar los cargos ante el Senado, enumeró las imputaciones contra el presidente Raúl Cubas:
ron2.gif (93 bytes)   Atentado contra el sistema de independencia, equilibrio, coordinación y recíproco control entre los poderes del Estado, establecido en la Constitución.
ron2.gif (93 bytes)   Negligencia grave en el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales como presidente ante la Corte Suprema de Justicia.
ron2.gif (93 bytes)   Alzamiento contra la supremacía de la Constitución Nacional.
ron2.gif (93 bytes)   Incumplimiento de la obligación de colaborar con la Justicia.
ron2.gif (93 bytes)   Negativa pública y manifiesta a someterse a los mandatos judiciales y frustración de la persecución y ejecución penal.
Los cargos se basan en la decisión de Cubas de liberar en agosto del año pasado a Oviedo, que cumplía una condena de 10 años de prisión por su intentona golpista en abril de 1996. La Corte Suprema ordenó a Cubas que dé marcha atrás, pero el presidente no lo hizo. “El presidente de la República no acepta órdenes de otros poderes del Estado”, había dicho Cubas en un mensaje público.

 


 

DUELO VERBAL DE UN ARGENTINO Y UN PARAGUAYO
Se dicen de todo menos lindo

t.gif (862 bytes) El director de Yacyretá, Raúl Reali, endilgó a un estado de “trastorno mental” del senador paraguayo Juan Carlos Galaverna el haberlo acusado de financiar “el proyecto criminal de (Lino) Oviedo”, y amenazó con querellar por sus “dislates e inventos” al legislador argañista. “No se puede mancillar la honra de funcionarios nacionales así porque sí, revoleando infundios carentes de fundamentos”, advirtió Reali. Pero cinco diputados de la Alianza tomaron nota de las gravísimas afirmaciones del paraguayo y pidieron la citación al Congreso del secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y del titular de Ente Binacional. También se presentó un proyecto de pedido de informes al Poder Ejecutivo.
El martes pasado, tras el asesinato del vicepresidente paraguayo, Luis María Argaña, Galaverna sindicó al funcionario argentino como integrante del grupo que habría financiado el atentado. Aseguró que la “punta del ovillo” para encontrar a quienes aportaron fondos para concretar el magnicidio –del que culpó al general golpista Lino Oviedo– sería Reali, y dio a entender que esa ayuda habría salido del dinero que circuló en torno de la construcción de la represa. Ayer Galaverna ratificó sus declaraciones. Y para reforzar sus sospechas sostuvo que en setiembre de 1997 Reali entregó a Víctor Galeano Perrone, ex consejero de Yacyretá y mano derecha de Oviedo, 150.000 dólares “para festejar una supuesta victoria en la pelea interna del Partido Colorado”.
“Me parece que (Galaverna) está viviendo una situación de trastorno mental que tendrá que reponer” retrucó el funcionario argentino. Reali admitió que tiene con Galeano Perrone una amistad creada a lo largo de años de trabajo en la represa. Aclaró también que se había cruzado “en dos o tres oportunidades” con Lino Oviedo, “pero de ahí a inventar episodios como que yo he dado dinero en su apoyo hay un dislate total”, bramó por varias radios porteñas. Desde la clínica en la que estaba internado por cólicos renales, no ahorró adjetivos para su denunciante: “Deleznable, inconsistente y cobarde” dijo del paraguayo. Cuando Galaverna se negó a debatir con él, agregó que su renuencia demostraba “un nivel de cultura política y de valores que lo disminuyen para ocupar una senaduría”.
En el Congreso, el diputado radical Juan Pablo Baylac pidió que el titular de Yacyretá sea citado a la Comisión de Relaciones Exteriores junto a Alberto Kohan, ya que el Ente depende de la Secretaría de la Presidencia. Darío Alessandro y Juan Pablo Cafiero solicitaron que el director concurriera a la Comisión de Hechos Ilícitos. Y Alfredo Bravo presentó un proyecto en el que demanda información al Poder Ejecutivo. “Si las particulares amistades del Presidente nos causaban preocupación, esta denuncia, de ser cierta, nos estaría comprometiendo como nación”, sostuvo el legislador socialista.

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