Hasta los candidatos Ramón Ortega y Eduardo Duhalde se asombraron por el nivel de miseria del interior tucumano y las modestas demandas de la gente. Ayer, el tren federal que los transporta en campaña cruzó una zona donde el barro tenía varios días y ya presentaba un color verde. Una mujer se acercó caminando entre el fango y los desperdicios, levantó los brazos y dijo como en un susurro de oración: "Por favor, quiero una escoba para poder barrer la basura, nada más".
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