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Por Carlos Rodríguez En un clima tenso, de enfrentamiento hasta se escucharon gritos, la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires dio por terminada la mediación obligatoria prejudicial con la empresa Edesur y ahora impulsará el juicio sumarísimo presentado contra la empresa para que pague un resarcimiento mayor a los 150 mil usuarios afectados por el corte de luz que se prolongó por 11 días. La fallida conciliación, que duró tres horas y media, se realizó en el despacho de la mediadora Alicia del Valle, en Lavalle al 1400. Daniel Martini, vocero de Edesur, dijo que se presentaron con buena predisposición negociadora, pero la Defensoría se negó a considerar nuestra propuesta. Por su parte, el defensor adjunto Rafael Veljanovich, aseguró que la empresa no llevó propuesta alguna y sólo vino a negar su responsabilidad en el corte y a desconocer la legitimidad de la Defensoría para representar a los vecinos. Veljanovich concluyó que ahora sólo queda el camino de la acción judicial colectiva promovido por la Defensoría. El abogado Eduardo Monti, que 20 días atrás presentó el escrito ante el juez federal en lo Civil y Comercial Francisco Soto, por pedido de la Defensoría del Pueblo, explicó a Página/12 que se trata de las llamadas acciones de clase o grupo de personas, figura similar a las class action del derecho anglosajón que se utilizan en otros países donde la figura del ombudsman ha sentado importantes precedentes en reclamos colectivos. Esto significa que la demanda, en lugar de realizarse por medio de cientos de miles de acciones individuales, se realiza a través de una sola causa que representa a todos. Monti estimó que el trámite sumarísimo de este tipo de presentaciones permite estimar que en 90 días podría haber una decisión judicial. Si esa resolución es favorable, cada uno de los 150.000 perjudicados podría presentarse ante la Defensoría o ante el juzgado y sólo con acreditar su condición de damnificado por el corte de luz tendrá derecho a cobrar un resarcimiento mayor que el recibido de parte de la empresa, señaló Monti. Insistió en que todos pueden ser beneficiarios, aunque nunca antes se hayan presentado ante la Defensoría o ante la Justicia, aunque hayan recibido el resarcimiento que otorgó Edesur y aunque al recibirlo no hayan dejado constancia expresa de su disconformidad con el monto. De haber una resolución favorable en 90 días, la Defensoría publicará un aviso en los dos diarios principales de la ciudad, durante 30 días consecutivos, para informar a los usuarios que deben presentarse para poder reclamar el ajuste al que están aspirando. Daniel Martini, gerente de Relaciones Institucionales de Edesur, fue a la audiencia acompañado por dos abogados y fue el único que habló en nombre de la empresa. Hemos venido con la mejor predisposición, pero la mediación fue cerrada por pedido de la Defensoría, que hasta rechazó una propuesta de la mediadora. Esa propuesta, según lo que se pudo saber después, era simplemente para que Veljanovich y Alejandro Nató, el otro ombudsman adjunto, aceptaran sentarse a negociar aunque Edesur no reconociera previamente su responsabilidad en el corte y no aceptara en forma expresa que la Defensoría tiene derecho a intervenir. Se trató apenas de una sugerencia, ya que la mediadora tiene que acercar a las partes, pero está prohibido que haga propuestas. La posición de Edesur fue contradictoria, porque en todo momento negó legitimidad a la Defensoría para intervenir en el caso, pero nunca intentó retirarse de la reunión y terminó firmando el acta por la cual se cerró la mediación. Veljanovich interpretó que la táctica de la empresa era ganar tiempo para demorar el juicio, propiciando una nueva reunión de mediación. Las partes permanecieron separadas, cada una en oficinas distintas del tercer piso de Lavalle 1447, hasta que al final se juntaron. Hubo discusiones a los gritos y mucha tensión, según comentaron luego algunos de los participantes. Martini insistió en que la Justicia tendrá que determinar si hubo responsabilidad de Edesur en el corte de 11 días porque por ahora eso no está probado. Cuando se le preguntó sobre las bases de tal afirmación, dijo que sólo podía responder por la audiencia realizada ayer. Y se fue muy rápido, escaleras abajo.
CRISIS ENTRE LOS REMISEROS Mucho se
ha hablado de la mafia de los taxis y remises en el aeropuerto de Ezeiza, pero nadie
pensó que las cosas podían ir hasta las armas. Ayer el aeropuerto se conmocionó cuando
Daniel Ceriotri, de 46 años, sacó un arma y le disparó a un colega en medio de una
discusión.
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