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LA OTAN PLANTEA AMPLIAR EL PLAN Y ATACARAN A
LOS SOLDADOS DEL EJERCITO YUGOSLAVO
Y ahora bombardearán a la tropa

El comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN, el norteamericano Wesley Clark, anunció que bombardearán también a las tropas yugoslavas. Fue después de recibir noticias de atrocidades serbias en Kosovo.

Masacre: El premier laborista británico Tony Blair habló ayer por televisión de “jóvenes masacrados por los serbios sólo por ser albaneses”.

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Bombardeos al sudoeste de la capital yugoslava y serbia de Belgrado.
Pronto los objetivos no serán sólo militares sino que incluirán las tropas móviles del ejercito federal.


t.gif (862 bytes)  La OTAN se prepara para bombardear directamente al ejército yugoslavo. Hasta ahora la ofensiva estuvo limitada a estructuras militares e instalaciones antiaéreas. Pero ayer el comandante de la OTAN en Europa, Wesley Clark, afirmó que “es parte de nuestros planes” comenzar a atacar a las fuerzas móviles del ejército serbio: es decir, a sus soldados. Por lo pronto la OTAN abandonó sus tácticas nocturnas, y atacó en plena luz del día objetivos cerca de varias ciudades yugoslavas con la usual combinación de misiles de crucero y cazabombarderos. Los bombardeos continuaron durante la noche, y terminaron a la una. La sensación de urgencia de la OTAN proviene en parte de los informes que se filtran desde Kosovo sobre las masacres que los serbios están perpetrando allí. Al mismo tiempo, el contraataque de Yugoslavia es cada día más temerario. Varios soldados cruzaron la frontera con Albania y aterrorizaron a los locales. Dos aviones yugoslavos intentaron bombardear a las tropas de la OTAN en Bosnia, pero fueron abatidos en el espacio aéreo bosnio antes de que pudieran disparar.
A sólo el tercer día de la ofensiva con la que debutó la OTAN en sus 50 años de historia, el plan ya está dando signos de estar saliéndose del esquema inicial que se había trazado. El plan de acción contemplaba atenerse en los primeros días a la “fase uno” de ataques contra las instalaciones antiaéreas yugoslavas, pero ahora la OTAN pasaría de facto a la “fase dos”: ataques directos contra cuarteles serbios. “Nos concentramos en las fuerzas que están siendo reunidas para ser utilizadas contra los albano-kosovares”, afirmó ayer el portavoz del Pentágono Kenneth Bacon sobre los ataques que se realizaron desde el jueves. Aunque el general Clark admitió que anteayer se habían atacado algunos objetivos del ejército serbio, precisó que había “otros blancos militares” que la OTAN atacaría si Milosevic no cede a sus demandas. Se trata probablemente de las columnas móviles del ejército serbio en Kosovo, que son responsabilizadas por diversos organismos internacionales de cometer varias matanzas en el curso de una aparente “limpieza étnica” en Kosovo que avanza sin pausa.
El premier británico Tony Blair habló ayer por televisión de “mujeres humilladas, jóvenes masacrados sólo por ser albaneses por la maquinaría asesina de los serbios”. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, Martin Erdmann, demandó ayer la creación de un tribunal de derechos humanos para juzgarlos, en tanto que el secretario general de la OTAN, Javier Solana, afirmó que “querría debilitar (a las columnas móviles)” desde que “se veía en las últimas informaciones a familias enteras sacadas de sus casas por la policía serbia”. El ministro británico de Defensa, George Robertson, reaccionó animadamente y advirtió a Milosevic de que “destruiremos cada día un pedazo de su ejército si no detiene su agresión genocida”.
Los bombarderos de la OTAN cumplieron ayer una parte de la promesa. Despegando de aeródromos en Italia, Gran Bretaña y (en el caso de los gigantescos bombarderos B-2) de Estados Unidos, los aviones de la OTAN realizaron violentos ataques contra las instalaciones militares del ejército serbio a partir de las 13.00 hora local. La radio yugoslava Studio–B detalló cuatro localidades en la periferia de Belgrado sometidas a bombardeos. La incursión aérea estuvo acompañada por una andanada de misiles cruceros desde los destructores norteamericanos USS Gonzalez y USS Phillipine Sea, y por el submarino nuclear británico HMS Splendid.
Mientras se ejecutaba este ataque, los voceros de la OTAN dieron el parte de guerra acerca de los resultados del bombardeo del jueves, que fueron dirigidos por primera vez contra instalaciones del ejército serbio. Según el portavoz de la Alianza Jamie Shea, hasta ayer la OTAN voló 400 misiones contra 50 blancos yugoslavos, sin contar los ataques que se montaron a la noche. Se reportaron varias explosiones muy fuertes -algunas exhibidas ayer por la BBC británica– de varios depósitos de explosivos en los alrededores de la capital kosovar Pristina, la capitalyugoslava (y serbia) Belgrado, y la ciudad serbia de Nis. La OTAN afirmó que uno de sus misiles hizo impacto en un cuartel de las fuerzas especiales serbias encargadas de la represión y “limpieza étnica” en Kosovo.
Además, la OTAN difundió ayer los resultados de las primeras dos olas de ataque. Según la OTAN, se han destruido dos centros de comando y control de los yugoslavos, se han causado “daños importantes” a un depósito de explosivos en Pristina; cuarteles de la policía y el ejército serbio en Pristina, Urosevac, Prizem y Danivolgrad, en Montenegro. Asimismo, los aeropuertos de Batajnica, Padgorique y Ponikve fueron dañados. La composición de estos ataques (defensas antiaéreas y cuarteles) evidencia las limitaciones con las que se maneja por ahora la OTAN.
Por lo pronto, las intenciones de los serbios siguen siendo un enigma. Informes oficiales albaneses afirmaron ayer que los serbios están apostados a sólo metros de su frontera, de donde montan pequeñas incursiones, y que ya han matado a un jefe de policía que inspeccionaba la zona, pero los informes no fueron confirmados por la OTAN. Además de ser una provocación, estas acciones arriesgan una intervención más dura de la OTAN. En términos estratégicos su ataque contra las tropas de la OTAN en Bosnia es aún más ilógico. Serbia no ha mencionado este ataque en sus partes de guerra, y un ataque realizado por dos cazabombarderos Mig-29 nunca podía tener demasiadas esperanzas de atravesar uno de los espacios aéreos más vigilados de Europa.

 

Seis claves en el conflicto balcánico
Por Alfredo Grieco y Bavio

*  El escenario “Primera Guerra Mundial”. La actividad de la guerrilla albano–kosovar que desde 1995 buscó la independencia de la provincia yugoslava de Kosovo y las consiguientes limpiezas étnicas que emprendieron entonces serbios que no han demostrado hasta ahora ninguna repugnancia a realizarlas, constituyen una prueba de la constancia de problemas en los Balcanes. Problemas que no han sabido resolverse desde 1914 y que no terminaron con los acuerdos de paz de Dayton que en 1995 pusieron fin a la guerra de Bosnia. La Primera Guerra Mundial se desencadenó en 1914 en Sarajevo, Bosnia, cuando un estudiante serbio mató a Fernando, archiduque del Imperio Austro–húngaro. La referencia no es gratuita: el paneslavismo ruso y su alianza militar con Serbia siguen tan vigentes como entonces, a lo que se une el lazo del gas subsidiado que vende Rusia a Belgrado. Y más allá de los vínculos comunitaristas (raza, grupo lingüístico y religión), que pueden parecer los más fuertes en una era de fundamentalismos victoriosos, la Rusia de Yeltsin persigue los mismos enclaves geopolíticos y económicos que la Rusia zarista, fundamentalmente puertos en el Mediterráneo.
*  Los ejes de la “Guerra Mundial”. Un funcionario serbio dijo que es la guerra de la Cristiandad contra el Islam. La interpretación tiene en cuenta una historia milenaria, y no es inadecuada. Los serbios son cristianos ortodoxos, los albano–kosovares son musulmanes. La Liga Islámica Mundial, con sede en La Meca, aplaudió el ataque de la OTAN y pidió que siguiera hasta el fin. La máxima autoridad católica, el Papa Juan Pablo II, con sede en el Vaticano, pidió que los ataques cesen. Los aliados inmediatos de los albano–kosovares son Albania, los albaneses de Macedonia, Bosnia, Turquía: todos musulmanes. Los aliados tradicionales de Serbia son Rusia, Grecia, Bulgaria: todos cristianos ortodoxos. A lo largo de esta oposición, el conflicto puede servir para recalentar guerras locales apagadas: Grecia y Turquía por Chipre, o Yugoslavia, Albania, Grecia, y Bulgaria, que quieren repartirse Macedonia. Por fuera de esta oposición, los países “modernos” y “laicos” de la OTAN, Croacia y Eslovenia quieren neutralizar el supremacismo serbio de Milosevic en Yugoslavia y su voluntad expansionista de una Gran Serbia.
*  El frente interno en Serbia. En 1989, cuando quitó la autonomía a Kosovo, Milosevic anunció que “Serbia estaba en la vigilia de nuevas batallas”. Milosevic fue el modelo, después imitado en toda Europa del Este, del comunista convertido en nacionalista virulento. En la República de Serbia, dominada por el desempleo, la inflación, una balanza comercial deficitaria a la que se suman las sanciones económicas por la guerra de Bosnia y por Kosovo, la resistencia a la OTAN es un medio seguro de obtener apoyo popular, silenciar a la oposición y retener el monopolio de la información y el apoyo de las mafias que dominan la economía.
*  El secesionismo de Montenegro. El gobierno de Montenegro, la otra república que junto con Serbia forma la Federación Yugoslava, se negó a reconocer el estado de emergencia decretado por Milosevic ante la operación atlantista. Esto le ganó la declaración de “zona protegida” por parte de la OTAN, a pesar de que bombardeará objetivos militares (del ejército federal yugoslavo) en la República. Estados Unidos pensó directamente que el presidente montenegrino Milo Djiukanovic podía ser una alternativa a Milosevic en el vértice del poder federal. Los bombardeos sobre Serbia podrán favorecer el movimiento independentista en Montenegro, pero la República es un interés vital para Belgrado porque la flota yugoslava está en los puertos montenegrinos: Milosevic no se resignará a perderlo.
*  Voivodina, un Kosovo en el norte de Serbia. En el norte de Serbia está la provincia de Voivodina. Como a Kosovo, Tito –el líder croata de la Yugoslavia socialista de la posguerra– le amplió a Voivodina la autonomía en la Constitución de 1974. Y como a Kosovo, Milosevic se la quitó en1989. En Voivodina viven cerca de dos millones de húngaros étnicos, agricultores prósperos, que siguen con simpatía las pretensiones de los dos millones de albano–kosovares que forman el 90 por ciento de la provincia de Kosovo, y con horror las masacres de represalia de los serbios. Esto está en la base de los reparos que Hungría, flamante miembro de la OTAN, opuso a esta primera operación conjunta atlantista.
*  ¿Comenzó la agonía de la República Federativa de Yugoslavia? Sobre el fondo de la guerra de Kosovo, quedan así las cuestiones de Montenegro y de Voivodina. Pero el resto de Serbia dista de ser tan étnicamente uniforme como le gusta proclamar al gobierno nacionalista de Belgrado. Un mosaico musulmán forma el anillo que atraviesa la República y une a Albania con la Bosnia musulmana. Si la guerra de Kosovo reúne a los serbios en torno del ideario nacionalista, puede también servir como fuerza centrífuga imparable para todos los que no entren en la definición étnica.

 

La limpieza étnica avanza

Se informó ayer de soldados serbios fuera de control ayer en Pristina, la capital de Kosovo, tirando bombas dentro las casas y patios de miembros de la etnia albanesa, quemando pueblos, y llevando a cabo ejecuciones sumarias. Cuando la OTAN lanzó su primer ataque diurno contra objetivos en los alrededores de Pristina y Belgrado, la ONU afirmó que se habían cumplido sus temores. “Esto es exactamente lo que pensábamos podía ocurrir: que una vez que comenzara el bombardeo Kosovo pasaría a regirse por la ley de la jungla”, declaró una portavoz del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR).
Personal del ACNUR afirmó que 174 albano–kosovares fueron echados de la aldea de Goden, en Kosovo. Los soldados serbios atacaron su aldea, congregaron a sus habitantes en frente de la escuela pública, y quemaron la escuela y toda la aldea. Entonces separaron a los hombres de sus familias y ejecutaron a 20 de ellos, según informó Kirs Janowsky, un miembro de la ACNUR, a periodistas en Ginebra. Las autoridades albanesas difundieron la misma información, agregando que las víctimas fueron el director de la escuela local y varios maestros de aldeas locales.
Más de 300 de los prisioneros más “duros” de las cárceles serbias se dice que fueron liberados para engrosar las filas de los paramilitares. “Los militares y los paramilitares están entrando en las casas y matando indiscriminadamente a los residentes”, declaró un trabajador social local. En el medio de la masacre en Pristina, se hallaron sin vida los cuerpos de Bajram Kilmendi, un prominente abogado kosovar de derechos humanos, y sus dos hijos. Esto fue sólo horas después de que Jonathan Steele, del Guardian, informara que habían sido detenidos por la policía serbia.


UN ABANICO DE ALIADOS PARA SERBIA
Amigos íntimos y no tan

t.gif (862 bytes) Rusia pidió ayer al representante de la OTAN Alexei Shajtajtinski que abandone el territorio del país, formalizando la ruptura de sus relaciones con la Alianza Atlántica tras el bombardeo a Serbia. También suspendió su colaboración con EE.UU. sobre la llamada falla informática del milenio, y presentó -pero perdió- un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que cesen los bombardeos. Sin embargo, el abanico de disidentes respecto a las acciones empezaba a ampliarse ayer, con Italia, Grecia y el Vaticano reclamando un espacio de negociación. estas fueron las principales declaraciones:
u Rusia: El canciller Ivan Ivanov denunció que en los primeros días de bombardeo murieron más de 100 personas y 400 resultaron heridas. Ivanov habló de un doble crimen: “La agresión contra un Estado soberano y un genocidio indisimulado contra los pueblos de Yugoslavia”. Mientras tanto, una mayoría de 12 naciones –entre las que estaba Argentina– rechazó el cese del fuego pedido por Rusia en la ONU, que fue apoyado sólo por China y Namibia.
u Italia: El Parlamento italiano pidió el cese de los ataques por 318 votos de centroizquierda contra 188 de la oposición de derecha.
u Grecia: El portavoz Yannis Nicoalu dijo que los bombardeos “deben parar. Es hora de regresar a las discusiones para encontrar una solución política para Kosovo”.
u Vaticano: El Papa Juan Pablo II pidió “que callen las armas y se restablezca el diálogo” . El diario La Repubblica de Roma informa de una ofensiva diplomática vaticana, y dice que los embajadores de la Santa Sede en Estados Unidos, Europa y Serbia están sondeando posibilidades de negociación.

 


 

Cuando huir de Kosovo es lo único que queda

El testimonio directo de los albano-kosovares que pudieron fugarse a Macedonia y escapar de las represalias serbias en Kosovo.

Manifestantes serbios queman banderas y protestan ante la embajada norteamericana en Macedonia.
Los serbios compararon los ataques de la OTAN con las agresiones de Hitler en la última guerra mundial.

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Por John Sweeny desde Blace*

t.gif (862 bytes) Debajo de montañas brillantes como hueso pulido, el camino a Kosovo corre hacia el norte, primero a través de la frontera yugoslava, luego a lo largo de una hilera de álamos, de un lindo pueblito llamado Seqishte, de una mezquita con su cúpula brillante, pasando por las torres y las chimeneas de una fábrica de cemento, hasta terminar en una línea de nieve. El camino, el pueblo, la mezquita, la fábrica, todos tienen una única cualidad en común: el silencio. De pronto, un sucio Mercedes blanco aparece por el camino y se detiene en el puesto de frontera.
Le lleva una hora al Mercedes cumplir con las formalidades, y luego se detiene frente a nosotros. La cara del conductor está tallada de tensión contenida. Tres chicos jóvenes saltan y sus tíos, dos hombres fuertes que no pueden dejar de llorar, los abrazan. El conductor sale del auto y se para bajo el sol. Uno puede ver la forma en que curva la espalda y cierra los ojos y sacude suavemente su cabeza que ha estado en una especie de infierno en la tierra y ahora salió. Su alivio es indescriptible. Su nombre es Shaqir Dullovi y pudo salir de Ferizaj con sus tres hijos de ocho, doce y trece años, su mujer y su madre. Sus primeras palabras son terribles para escuchar: “Catástrofe, catástrofe, catástrofe. Si no se hace algo, habrá una enorme masacre”.
Primero nos cuenta detalles de su viaje. Tuvo que pagar 100 marcos alemanes a un soldado serbio en un puesto de control “privado”, cinco millas antes de la frontera y temía tener que hacer lo mismo en la frontera. Pero la policía serbia fronteriza se portó correctamente. Lentamente, confusamente, surgieron los detalles: “Cuando los ataques de la OTAN comenzaron, todos los serbios fueron a los bunkers. Los albaneses se quedaron en sus casas”. Pero después que el desconcierto del primer bombardeo pasó, el ánimo cambió. Recuerda cómo los soldados serbios y los civiles armados iban por la ciudad a la noche, aterrorizando a albaneses, disparando y quemando. “Vinieron a mi casa a las 11pm, pero mi vecino, un serbio pero un buen hombre, dijo: ‘Tienen niños ahí, déjenlos. No toquen a los chicos.’ Y se fueron.” Solloza ante el recuerdo de la amenaza a su familia y de la intervención del buen serbio y se compone: “Han quemado el hogar de Sania Aliu”. Ella es una importante figura en la Liga Democrática de Kosovo, el partido de Ibrahim Rugova, en Ferizaj.
Aliu es una política moderada cuya tarea era hablar con los monitores del cese de fuego en la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, que luego negociaría con los comandantes de la policía serbia. Los monitores de la OSCE huyeron de Kosovo y están descansando en la relativa seguridad de la capital de Macedonia. “¿Está muerta?”, preguntamos. “No lo sé. Sólo vimos que su casa se quemaba.” ¿La ciudad estaba vacía? “No, estaba llena de gente. Vinieron de todos lados, porque está cerca de la frontera. Pero todos están atrapados en la ciudad, todos están muy asustados de mostrar sus rostros.” “¿Tiene familia todavía ahí?” “No lo sé, no lo sé, no lo sé”. Y luego repite tan suavemente que casi no escuchamos, “Catástrofe, catástrofe, catástrofe”.
Otro automóvil cruzó la frontera y se nos une. El nombre del conductor es Rasim Mehmeti, un robusto albano-kosovar vestido con un saco de cuero negro que aspira un cigarrillo mientras habla con nosotros desde detrás del volante. Manejó desde su ciudad natal de Ferizaj, a unas 20 millas de la frontera. “Los tanques están en el medio de la ciudad. Todos tienen miedo de salir de sus casas. Los serbios destruyeron todos los negocios albaneses sobre la avenida Mariscal Tito, en el centro de la ciudad. Todos tienen miedo de abandonar sus casas.” Su Audi está lleno con cuatro chicos, su mujer y una anciana. Los motores de un bombardero rasgan el cielo pero vuela tan alto que es imposible de ver contra el cielo azul y frío. Uno de los nuestros. La voz de Rasim se apaga, mientras suspira, imposibilitado de describir el desastre humanitario que está sucediendo en Kosovo: disparos en la noche, adolescentes serbios armados, el terror mudo de los albaneses, el susurro de masacres no contadas. Esperamos toda la mañana, pero ningún otro auto rompe el silencio de la ruta del norte. Tomamos un camino lateral paralelo a la frontera y pasamos por un puesto del ejército macedónico, rodeado de alambre de púas, y trepamos a un pequeño pueblo que mira la silenciosa ruta. La perspectiva se abre y vemos, mucho más cerca, las chimeneas de la fábrica de cemento. El campesino nos advierte que seamos silenciosos y nos señala un punto a unos cientos de metros. El soldado serbio, en el uniforme azul de la policía militar, está sentado sobre un risco, mirando la frontera, acunando su Kalashnikov en sus brazos. El “enemigo” parece bastante relajado, bombas de la OTAN o no.

*En la frontera de Kosovo (Yugoslavia) con Macedonia.


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