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“EL REY LEON II”, EN LAS GATERAS
El regreso de Simba

La secuela del film de dibujos animados más exitoso del imperio Disney fue pensada exclusivamente para el video. En la trama, los conflictos familiares continúan, pero ahora sólo mueren los malos.

La primera parte recaudó en total mil millones de dólares.
La continuación estará en los videoclubs el 8 de abril.

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Por Cecilia Bembibre

t.gif (862 bytes) “Detrás de esa línea sólo habitan los forasteros traidores”, le explican a la princesa Kiara sus guardaespaldas, cada vez que la leona adolescente intenta aventurarse más allá de la previsible porción de sabana en la que su padre, el rey león, es amo y señor (y en la que ella se aburre sin remedio). Kiara, por supuesto, se escapa en cuanto puede para descubrir que los forasteros traidores son su tía y sus primos, huérfanos después de que su padre Simba asesinara al tío abuelo Scar. El rey león los condenó a vagar por los rincones más desolados del reino (las “lejanías”, como ilustra el doblaje). Zira, la viuda de Scar, rumia su dolor desde hace años y entrena a Kovu, el hijo cachorro, para vengar la muerte del padre. Pero Kovu y Kiara, que no son primos porque Kovu es adoptado, se enamoran. El rey león tiene un nuevo enemigo: Zira quiere matarlo y se le enfrenta con su banda, un conjunto de leones amargados, esqueléticos y despeinados que sólo quieren que Simba los perdone para volver a integrar la manada de los “buenos”. Esa es la síntesis argumental de El rey león II: el reino de Simba, la secuela al dibujo animado más exitoso de la historia que Gativideo lanzará exclusivamente en video el próximo jueves 8 de abril.
Esta segunda parte presenta diferencias de fondo con su antecesora. En El rey león, el trágico asesinato de Mufasa (padre de Simba) a manos de Scar es quizá la escena animada más cruel desde la muerte de la madre de Bambi. Los chicos que se angustiaron al ver al bondadoso león aplastado por una estampida de antílopes pueden quedarse tranquilos: en El rey león II no hay peligro de momento dramático. La secuela es más inocua y menos conflictiva en relación a la violencia (sólo mueren los malos), pero también es menos ingeniosa y menos entretenida. La única vuelta de tuerca consiste en que esta vez las protagonistas (Kiara, a quien le puso la voz la actriz Neve Campbell y Zira, a todas luces la pareja no reconocida de Scar, ya que no aparece en la primera parte) son chicas, una tendencia que Disney inauguró con Mulan.
El rey león, estrenada a mediados de 1994, se convirtió de inmediato en el golpe maestro de los estudios Disney, que ya habían comenzando una década brillante con La sirenita, después de haber considerado seriamente cerrar sus departamentos de animación. Los dos Oscar ganados y las cifras de recaudación de la historia del rey de la selva cerraron cualquier discusión: 41 millones de dólares durante el primer fin de semana de exhibición en los cines de Estados Unidos. Y una recaudación total de 767 millones en todo el mundo, convirtiéndose en la quinta película más taquillera de la historia. Hoy, la versión en video pelea cuerpo a cuerpo con Titanic por el primer puesto entre los más vendidos en ese formato.
El fenómeno generado en torno a El rey león –en más de un sentido, una versión libre del Hamlet de Shakespeare– recordó a los grandes estudios los beneficios del mercado de animación. A las entradas de cine que se cuentan de a dos (los chicos no van solos) se suman las infinitas posibilidades del merchandising, desde la cajita feliz a las sábanas estampadas. Un año después, llega el tiempo del alquiler y la posterior venta del video. Y en el caso de los productos más exitosos, es posible multiplicar los ingresos con el musical. El de El rey león se estrenó en Broadway, se llevó seis premios Tony y elevó las ganancias totales a unos mil millones de dólares, de los cuales –otra ventaja– no hubo que deducir grandes salarios para los protagonistas. Según adelantó en su momento la productora argentino-mexicana que presenta La bella y la bestia en el Teatro Opera, el siguiente musical de Broadway que desembarcará en Buenos Aires será, precisamente, El rey león.
No sólo para Disney el mundo animado de Simba representó un antes y un después: también dio verde para que tres colosos –Warner, Fox y Dreamworks– pusieran un pie en el mercado con títulos como Space Jam, La espada mágica, Anastasia y El príncipe de Egipto. Si bien en un principio y dado el éxito de la primera parte, se consideró la posibilidad de estrenar El rey león II en las salas cinematográficas, finalmente sólo estará disponible en video, para alquiler o compra. A un costo de 20 pesos, a lo que habría que agregar todo lo que viene atrás. Por lo pronto, los videoclubs ya exhiben todo el merchandising de la película en los estantes más bajos.

 

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