Página/12
en Paraguay
Por Pablo Rodríguez
Desde Asunción
Si toda
la crisis institucional paraguaya hubiera estallado una semana después, el nuevo
presidente Luis González Macchi podría haber emulado a Raúl Alfonsín gritando
Felices Pascuas, la casa está en orden. Los políticos y los medios de
comunicación no cesan de hablar de un triunfo de la democracia y de elogiar a
los Jóvenes por la Democracia, convertidos en los héroes de esta lucha (ver
nota aparte). Es cierto que la diferencia con el caso argentino es que el supuesto
golpista no pudo negociar orden por impunidad, como lo demuestra el aterrizaje de Lino
Oviedo en San Fernando y su posterior asilo político. El ex presidente Raúl Cubas
también siguió el camino de su amigo: se asiló en Brasil.
Las intensas negociaciones desarrolladas entre oviedistas y argañistas durante el sábado
y el domingo parecían conducir a una salida negociada: renuncia de Cubas a
cambio de su asunción inmediata como senador vitalicio. Pero el fiscal Gustavo Campos
pidió el procesamiento de Cubas por omisión en las muertes ocurridas el
viernes. Como esto podía frenar la asunción de Cubas y eventualmente abrir la puerta de
su desafuero, Cubas optó por pedir asilo en Brasil. De este modo, los dos líderes
máximos del oviedismo quedan fuera del Paraguay.
Dentro de Paraguay, las noticias estuvieron centradas en la discusión del modo en que se
construirá el nuevo gobierno de unidad nacional. En la conferencia de prensa ofrecida
minutos después de su discurso inaugural, el nuevo presidente González Macchi no dejó
lugar a dudas: iban a participar en el gobierno incluso los partidos que no tienen
representación parlamentaria, como el Partido Revolucionario Febrerista y la Democracia
Cristiana. El argumento, compartido también por representantes de la oposición, es
que el país pasó por una crisis institucional muy grave y que las diferencias políticas
deben ser por el momento dejadas de lado.
Pero más allá de esta retórica bienintencionada, lo que queda claro es que el Partido
Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Partido Encuentro Nacional (PEN), que en un
principio parecían convencidos de la necesidad de elecciones generales en caso de la
renuncia de Cubas, aceptaron apoyar a González Macchi hasta el final del mandato,
iniciado por Cubas, en el 2003. Hasta el sábado, los legisladores liberales y
encuentristas repetían que la Constitución establece claramente que se debe convocar a
elecciones presidenciales en un plazo máximo de 180 días.
En realidad, la Carta Magna presenta una laguna en ese sentido. El articulo 234, De
la acefalía, dice que en caso de ausencia del Presidente de la República, lo
reemplazará el Vicepresidente, y a falta de éste y en forma sucesiva, el Presidente del
Senado, el de la Cámara de Diputados y el de la Corte Suprema de Justicia. El vice
Luis María Argaña fue asesinado, por lo que la asunción de González Macchi es legal.
Pero la Constitución sólo deja expreso el caso de completar el mandato para el
vicepresidente. Su ausencia no está contemplada. Quizás los redactores de esta
Constitución, firmada en 1992, eran demasiado optimistas sobre el tipo de crisis
institucionales que podía enfrentar el país.
De todas formas, esta laguna está resuelta políticamente por el reciente acuerdo entre
argañistas, liberales y encuentristas. Pero hay un comicio que no se podrá evitar.
Si se produjera la vacancia definitiva de la vicepresidencia durante los tres
primeros años del período constitucional, se convocará a elecciones para
cubrirla, dice el mismoartículo. La duda que cabe ahora es si el gobierno de
coalición presentará un solo candidato o cada partido presentará el suyo.
Durante el día de ayer todos los políticos argañistas y opositores se dedicaron a
reunirse para delinear la conformación del gobierno. Muchos iban y venían por las tres
cuadras que separan al antiguo Cabildo donde funciona el Senado del Palacio
gubernamental de López, con fuertes custodias armadas, como el caso del senador Juan
Carlos Galaverna. Otros, como el diputado liberal Franklin Boccia, uno de los
protagonistas de las últimas jornadas, caminaban mucho más relajados.
González Macchi ya cubrió en la noche del domingo algunos de los cargos políticos
clave. El presidente de la Cámara de Diputados y otro de los personajes centrales de esta
historia, Walter Bower, fue designado ministro del Interior. Jesús Argaña, hijo del
vicepresidente asesinado, será el nuevo secretario privado de la Presidencia. Juan
Ernesto Villamayor ocupará la secretaría general de la Presidencia.
Pese a la salida de Cubas, de Oviedo y del procesamiento del ex vicepresidente Angel
Seifart por sus llamados a desatar una guerra civil para que Cubas no sea
destituido, González Macchi descartó una persecución a los oviedistas. No
hay ninguna razón para pedir el desafuero de los legisladores oviedistas, le dijo a
un periodista. Sin embargo, se libraron citaciones y órdenes de arresto contra
colaboradores próximos de Cubas como su hermano Carlos, ex ministro del interior. Por el
momento, los legisladores cercanos al ex militar prófugo mantienen un silencio de radio.
Los medios radiales oviedistas no adhieren a este silencio, pero cambiaron las amenazas de
sangre por lamentos y sollozos de sus oyentes.
Paraguay terminó su primer día del nuevo gobierno con la misa a los caídos en la noche
del viernes, con el nuevo gabinete presente en pleno. Hoy es Domingo de Ramos, aquí
en Paraguay parece un Domingo de Resurrección, había dicho el domingo el obispo de
San Pedro, monseñor Fernando Lugo. Quizás se parezca también, en algo, a aquel domingo
de 1987 en el que Aldo Rico salió a asustar. Lo que queda por verse, y seguramente
demorará tiempo saberlo, es si a los paraguayos la salida de esta crisis les significará
una sorpresa desagradable en el futuro.
LAS GESTIONES QUE DETERMINARON LA CAIDA DE
CUBAS
La conspiración de las embajadas
Por P.R.
Los medios y los
políticos paraguayos no paran de describir a los Jóvenes por la Democracia como los
héroes de estas jornadas históricas. Muchos no dudan en interpretar que su
resistencia fue determinante para que los oviedistas no lanzaran una guerra civil. Pero
mientras ellos copaban la Plaza de Armas, entre la Iglesia, las embajadas de los países
del Mercosur y la de Estados Unidos se aceleraba durante el viernes y el sábado una
negociación para dar una salida decorosa para el presidente Raúl Cubas.
Estas conversaciones fueron fundamentales para que Lino Oviedo y su hijo político
desactivaran incluso operaciones de represión y de enfrentamientos callejeros.
El domingo, en el momento en que los rumores sobre la renuncia de Cubas eran cada vez
mayores, un grupo de legisladores encabezados por Bader Rachid, presidente del Partido
Colorado, y por Walter Bower, titular de la Cámara de Diputados, estaban en reunión con
la embajadora norteamericana Maura Harty. Durante la semana, Cubas mantuvo fluidas
comunicaciones con los embajadores del Mercosur. Informaciones no confirmadas dicen
incluso que éstos habrían logrado frenar la represión ordenada por el presidente Cubas,
cuando se había dispuesto el avance de fuerzas militares hacia la Plaza de Armas. El
entonces presidente no detuvo el avance pero ordenó que no hubiera represión. Por lo
demás, la embajadora Maura Harty estuvo activa durante todo el último año en una lucha
sin cuartel contra el general Lino Oviedo.
Aún no se conoce, fuera de la danza de las versiones, qué es lo que se negoció entre
las embajadas, especialmente en la norteamericana. Podría llegar a pensarse que los
asilos de Oviedo y Cubas estaban incluidos en las conversaciones. Si fuera así, la
presencia en la Argentina de Angel Barchini, ex fiscal acusador de Cubas y posible
ministro de Justicia en el gabinete de González Macchi, reclamando por la extradición de
Oviedo, podría ser una cortina de humo. Hay que recordar que fue Barchini quien el
sábado, mientras tenía lugar la sesión en el Senado que trataba la destitución a
Cubas, se quejó públicamente de la actitud tibia del Mercosur y de Estados
Unidos. Barchini reclamaba, luego de los sucesos del viernes, que estos países cortaran
relaciones diplomáticas con el gobierno de Cubas.
Los oviedistas están en silencio. Los más activos participantes de las negociaciones,
como Bader Rachid, están ocupados formando el nuevo gabinete. Pero parece seguro que,
además de la resistencia heroica, hubo hechos mucho menos estridentes que
determinaron la renuncia de Cubas.
Los Jóvenes por la Democracia ya
gritan contra los stronistas
Las juventudes llamadas
mártires por la democracia advierten contra la llegada al poder de los
partidarios del ex dictador Alfredo Stroessner. |
|
Por P. R.
Ahora los
stronistas (por el ex dictador Alfredo Stroessner) tendrán que cuidarse. La
advertencia la hace Roque Cardozo, uno de los líderes de los Jóvenes por la Democracia,
una organización de juventudes políticas de distintos partidos que se ganaron el apodo
de mártires de la democracia. Nacidos en el intento golpista de Lino Oviedo
en 1996, estos Jóvenes fueron los que permanecieron en la Plaza de Armas a pesar de sus
propios muertos y de las recomendaciones de que se retiraran. Cardozo, de la juventud del
Partido Encuentro Nacional (PEN), considera que la renuncia de Cubas es un triunfo pero
que el nuevo gobierno, repleto de stronistas, deberán ahora comprometerse con la
nueva democracia que nació en Paraguay.
¿Cuándo nacieron y por qué se constituyeron los Jóvenes por la Democracia?
Nosotros nacimos en abril de 1996, en el intento golpista del general Lino Oviedo.
En aquel momento éramos nada más que cinco o seis integrantes de todas las juventudes
políticas del país, que nos reunimos espontáneamente. Ni siquiera nos proclamábamos
jóvenes. Nos llamaban carapintadas porque teníamos los rostros
pintados con la bandera paraguaya. Ahora tenemos documentos de base y un cuerpo
programático. Por eso pudimos copar parte de la Plaza. Estábamos muy contentos con
nuestra propia convocatoria hasta que llegaron las muertes.
¿Ustedes consideran que la muerte de Argaña fue la puesta en marcha de un golpe de
Estado fallido?
Bueno, yo no tengo ninguna prueba como para decirlo tajantemente. Pero la impresión
es que fue algo parecido. Quizás a vos, que no vivís aquí, te es difícil pensar
ciertas cosas. Pero lo de Argaña fue evidentemente un crimen político. Oviedo tenía que
sacar a Argaña del medio porque era el máximo y más fuerte impulsor del juicio
político. Y sabemos que Oviedo no tiene ningún empacho en recurrir a la muerte para
lograr sus objetivos. Quizás hubo un golpe de Estado en marcha, pero no lo podemos
asegurar.
¿Qué ocurrirá con ustedes en caso de que se confirme un gobierno de unidad
nacional? ¿Apoyarán la iniciativa?
Sí. En este momento no tenemos que hacer problemas políticos. Si el Partido
Liberal Radical Auténtico (PLRA) y mi partido, el Encuentro Nacional, deciden participar
del gobierno, lo apoyaremos. Nosotros ya estamos unidos con los colorados. Y si no lo
hacen, también respetaremos la decisión.
¿Pero qué ocurrirá en caso de que los colorados argañistas copen el nuevo
gobierno? Se sabe que muchos de quienes ahora son funcionarios estuvieron dentro del
gobierno de Stroessner.
Por supuesto, la mayoría de los colorados son stronistas. Argaña fue el primer
stronista. Nosotros no vamos a tener ningún empacho en criticar y resistir a este nuevo
gobierno si no respeta la institucionalidad. Si pudimos correr a Oviedo y a Cubas como
ratas, no veo por qué no podremos correr a esta gente si no hace bien las cosas.
¿Por dónde pasa el hacer bien las cosas? El Partido Colorado tiene una
estructura de poder organizada. ¿Hasta dónde todo lo que pasó esta semana puede
significar un cambio real en Paraguay?
Mira, estamos en una nueva cultura política. En 1989, cuando cayó Stroessner, no
hubo ningún pendejo de 20 años que saliera a la calle para defender la democracia, como
pasó con algunos de los que murieron.
Los que murieron en 1989 eran soldaditos que no sabían ni por qué estaban disparando.
Pero ahora salió el pueblo a echar al presidente asesino. Si los que forman el nuevo
gobierno son stronistas, es porque el mecanismo legal paraguayo los puso allí. Y eso hay
que respetarlo.Pero van a tener que cuidarse de ciertas prácticas políticas. Todo lo que
pasó los obliga a ser más democráticos. Aquí hubo mucha fuerza de voluntad y los
stronistas saben que deben cambiar. Estamos ante una nueva democracia en Paraguay y todos
debemos ser conscientes de eso.
ASUNCION ESTA CASI NORMALIZADA
La plaza de los muertos
Por P.R.
Quizás se pueda decir
que la Plaza de Armas, después de una semana bastante agitada, recuperó su normalidad.
En las calles internas que se abren en las tres cuadras que ocupa, allí donde había
gente, ahora hay hileras de coches estacionados. Pero frente al Senado, corrido levemente
hacia el Palacio presidencial de López, la gente se acercaba cabizbaja y compungida: un
monolito, hecho de los cascotes y los palos que usaban para defenderse, recordaba a los
por ahora cinco muertos que dejó la masacre del viernes, donde
francotiradores con uniforme militar, apostados en un edificio adyacente a la plaza,
dispararon contra la multitud.
Aguije: Mitá Rusu, Ocára Qua Titaqua Kuña Há Kuimbae. ¡IÑAPYSEMA TETA
PYAHU PORA! TUVY DORA OMOHEÑOIVA!, rezaba el pasacalle que estaba colgado muy cerca
del monolito. En castellano: Buen día: jóvenes, campesinos, mujeres y hombre de la
patria. ¡YA ASOMA UNA PATRIA BUENA Y NUEVA QUE LA TIERRA FERTIL HARA CRECER!,
según un traductor improvisado que pasaba por allí. No es una extravagancia: en este
país bilingüe, hasta los políticos intercalan frases en ñopará (guaraní mezclado con
castellano) cuando quieren enfatizar alguna parte de sus discursos.
Cerca del monolito, muchos también se lamentaban en ñopará. El minimonumento estaba
cubierto por una lona arriba y a los costados: la lluvia durante la noche había sido
torrencial y por la mañana era persistente. El montículo estaba hecho de cascotes. Sobre
ellos, banderas paraguayas y remeras con la leyenda ¡Patria querida! que se
había convertido en un uniforme para los que estaban en el sector de la Catedral de la
Plaza de Armas. Se ubicaron palos rodeando la forma triangular, y en la base había
piedras que sostenían unas veinte velas prácticamente consumidas.
Por suerte sacaron el nombre de Edgardo Benítez. El no murió, anunció una
chica con una radio portátil pegada a su oído izquierdo.
Ocurre que de los heridos hay cuatro en estado vegetativo y no se esperan, precisamente,
noticias alentadoras de ellos. En ese monolito, mucho más que en el discurso patriótico
de la mayoría de los medios de comunicación es curioso cómo, en la TV, los
presentadores recuperaron su asepsia informativa, se podía observar lo que todos
sienten como una tragedia.
|