La obscenidad audiovisual de la Operación Tormenta del Desierto se repite. Es estupendo que Bill Clinton haya advertido a los serbios que las bombas van contra su gobernante, no contra ellos. Consuela cantidad, cuando te revientan desde el aire, repetirse la típica frase mafiosa: no te lo tomes como algo personal. (De la periodista y escritora española Maruja Torres en El País del domingo.)
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