Por Cecilia Sosa

Un mismo trazo unirá a todas las universidades públicas del país y dibujará una red de derechos humanos. “Será un ámbito para estimular y promover el intercambio y la cooperación entre las casas de estudios para realizar, en conjunto, actividades académicas, de investigación y extensión centradas en los derechos básicos de todas las personas”, aseguraron Alejandro Kawabata y Carlos Sánchez Viamonte, respectivos representantes de las universidades de Lanús y de La Plata, elegidas para coordinar la flamante Red Interuniversitaria de Derecho Humanos (RIDH). Pese a que ya se esbozaron disidencias políticas internas, los organizadores estiman que, a corto plazo, reunirá a todas las instituciones de educación superior. Por ahora, sólo la integran trece sobre un total de 37.
“El potencial humano que trabaja en esta área es enorme pero, como hasta ahora estuvo disperso, no se podía capitalizar. La red podrá integrarlo”, festejó Sánchez Viamonte. En realidad, el proyecto de la RIDH ya latía desde 1997, pero recién en una reunión celebrada hace pocos días en la Universidad de Río Cuarto quedó constituida. Allí, las universidades de Buenos Aires, Lomas de Zamora, Quilmes, La Plata, Río Cuarto, Córdoba, San Luis, Tucumán, La Pampa, Formosa, Lanús, Luján y San Juan aprobaron un estatuto y un reglamento, y establecieron cómo podrá sumarse el resto de las unidades académicas. El consejo superior –u organismo afín– de cada una tendrá que aprobar el reglamento y designar a dos delegados (docentes o estudiantes) para representarla. “Vamos a comunicarle al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que se armó la red, para que todos manden sus delegados”, anunció Kawabata. Los objetivos del nuevo organismo serán preservar la memoria histórica, promover la comprensión y la tolerancia entre grupos, además de facilitar la libre participación en la sociedad democrática y estudiar el rol del Estado y la normativa jurídica y los vínculos entre derechos humanos, arte, ciencia y religión.
En la coordinación compartida de la RIDH ya quedaron cristalizadas las principales líneas de tensión que recorrerán su destino. Para el sector liderado por La Plata, no podrán obviarse cuestiones de coyuntura política. “Las universidades podrán expedirse en conjunto sobre los edictos policiales, la situación de Pinochet o la re-reelección”, aseguró Sánchez Viamonte. Y agregó: “Desde La Plata vamos a proponer que se inicie una investigación académica sobre la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida”. En cambio, para el sector encabezado por Lanús, “los derechos humanos son normas jurídicas vigentes y hay que evitar que se transformen en una discusión partidaria”, según Kawabata.
A pesar de las diferencias, las perspectivas son amplias. “Hasta se podrá organizar una maestría en derechos humanos para todo el país”, aseguró Juan Manuel Di Teodoro, el representante de la UBA. Por lo pronto, la RIDH contará en Internet con un foro de discusión abierta y también tendrá su propia página web. El diseño y armado quedó a cargo de la Universidad de Quilmes. “El foro servirá como canal de comunicación permanente para que cada universidad sepa qué están haciendo las otras y se pueda sumar al debate. Y, a través de la página web, cualquier persona va a poder acceder al trabajo de los demás”, explicó Kawabata. Los diversos organismos de derechos humanos también podrán tener allí su espacio.
La Federación Universitaria Argentina también es parte del tejido de la red. “Nos pareció que los estudiantes debían tener voto. Después de un largo debate, se consensuó que la FUA podía representarlos formalmente”, explicó Kawabata. Las universidades privadas también podrán participar, pero sólo si logran la aprobación de dos tercios de los miembros de la RIDH. También los organismos oficiales o no gubernamentales, nacionales o internacionales, podrán ser aceptados como colaboradores –si cuentan con el visto bueno de los dos tercios–, aunque no tendrán voto. La inclusiónque despertó mayores polémicas fue la de la subsecretaria de Derechos Humanos del Ministerio del Interior. “Esa secretaría propició la formación de la red. Su rol fue instalarla, pero ahora quedó fuera de su órbita y sólo participará como colaboradora”, dijo Kawabata.
El primer encuentro de la red está pautado para julio, posiblemente en Tucumán. “Vamos a convocar a todas las universidades nacionales. El desafío es que todas se sumen”, expresó Di Teodoro. Y Sánchez Viamonte aventuró: “Sería bueno que nos encontremos en la provincia gobernada por un militar que hoy tendría que estar en la cárcel”.

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