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Por Mariana Carbajal El gobierno porteño no dará vía libre a la construcción de cines en el predio de La Rural, donde a fines de abril quedará inaugurado un megacentro de exposiciones. Ayer, el procurador general de la ciudad, Ernesto Marcer, rechazó de plano un pedido de Ogden-Rural, la firma que explotará el emprendimiento, para levantar un área de entretenimientos que incluye 14 salas con un total de 3700 butacas. La disputa por los cines continuará probablemente en la Justicia: la empresa asegura que los números no le cierran si no crea actividades complementarias como cines y según reveló a este diario ya firmó convenios para explotarlos por 10 millones de dólares. El dictamen al que tuvo acceso Página/12 se conoció en medio de una fuerte polémica entre funcionarios comunales, diputados de la oposición, vecinos y Ogden Rural por las reformas que se llevan adelante en el tradicional predio del barrio de Palermo. De hecho Marcer lo firmó, después de que el diputado de Nueva Dirigencia Gustavo Beliz y la Fundación Ciudad, integrada por conspicuos vecinos entre ellos Daisy Krieger Vasena de Chopitea y el embajador Carlos Ortiz de Rozas acusaran al procurador general de haber otorgado a la firma una de las excepciones más grandes que se hayan concedido en la ciudad, al permitirles llevar adelante las obras sin pasar por la Legislatura ni por una audiencia pública (ver aparte). La historia de la renovación del predio comenzó a escribirse en 1992, cuando el gobierno nacional vendió los terrenos a la Sociedad Rural Argentina en 30 millones de dólares, con la condición de que la entidad levantara un centro internacional de exposiciones. Para llevar adelante las obras, la Rural se asoció con la administradora internacional de centros de espectáculos Ogden Corporation y el año pasado comenzaron las reformas. La primera etapa de este emprendimiento finalizó en julio con la inauguración de un moderno pabellón de 5000 metros cuadrados destinado a convenciones y congresos, en la esquina de las avenidas Sarmiento y Santa Fe. El Centro de Exposiciones quedará terminado a fines de abril y ocupará 35.000 metros cuadrados. Pero la polémica está centrada en el pabellón conocido como de los Hereford, donde la firma proyecta un centro gastronómico y de espectáculos de 8000 metros cuadrados, con 14 salas de cine, restaurantes, una gran librería del estilo de la neoyorquina Barnes & Noble, disquerías, un patio de comidas y estacionamiento para 2000 vehículos. De acuerdo con los cálculos de Ogden-Rural, quedaría habilitado en enero. Para que un centro de exposiciones sea rentable, hay que crear actividades complementarias, como restaurantes y cines. Los números del proyecto caen drásticamente si se excluye el componente de entretenimiento, señaló Rodrigo Arboleda Halaby, presidente de Ogden Rural. Pero para el gobierno porteño, 14 salas de cine no son una actividad complementaria sino más bien un proyecto autónomo que no se compadece con el uso principal, que es desde antigua data el de centro de exposiciones y de congresos, indicó a este diario el secretario García Espil. La Secretaría de Planeamiento ya había rechazado la construcción de los 14 cines, pero la firma presentó posteriormente un recurso jerárquico para que sea revisada esa decisión, que fue girado a la Procuración General. Ayer la solicitud de Ogden-Rural recibió un nuevo rechazo. Marcer opinó además que ninguna de las actividades previstas en el pabellón de entretenimientos puede tener salida independiente a la calle Darregueyra, como proyectaba la empresa, sino que deben funcionar como parte del mismo centro. Cuando finalicen las obras, el tradicional predio de Palermo quedará convertido en el más importante centro de exposiciones de América latina, con una inversión total de 150 millones de dólares, 10 de los cuales fueron destinados a reciclar los pabellones históricos, con el monitoreode arquitectos de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos, que bregó para declararlos y lo consiguió monumentos históricos.
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