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NACIERON BEBES DE DIFERENTE RAZA POR ERROR MEDICO
Mellizos en blanco y negro

A una norteamericana le implantaron por error embriones de  otra mujer junto con los propios. Tuvo un bebé blanco y otro negro. Ahora aceptó ceder el negro a la otra pareja involucrada.

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No es ésta la primera vez que se producen errores en un tratamiento de fertilización asistida.
La mujer se enteró durante el embarazo que le habían puesto embriones ajenos.

Por M.F.C. desde Nueva York

t.gif (862 bytes) Donna Fasano y Deborah Perry-Rogers jamás imaginaron que sus vidas se entrelazarían cuando ambas llegaron por separado a la clínica de fertilidad en Manhattan una soleada tarde de abril, hace casi un año. Las dos mujeres habían intentado sin éxito concebir hijos y las dos tenían citas con médicos de la clínica para que les implantasen embriones fecundados. Un mes más tarde, Fasano, una mujer blanca de Staten Island había quedado embarazada, pero no así Rogers, una mujer negra de Nueva Jersey. La historia, en principio simple, cobró un inesperado vuelco cuando las autoridades de la clínica convocaron a las mujeres para comunicarles que se había cometido un error. La doctora Lilian Nash le había implantado a Fasano no sólo los óvulos fertilizados por Richard, su marido, sino varios otros que presuntamente pertenecían a Rogers y a su esposo, Robert. Hace tres meses, la sorprendente confusión fue confirmada con el nacimiento de los bebés de los Fasano (y de los Rogers), un par de varones rozagantes y sanitos, con un solo rasgo algo estrambótico: uno de los mellizos es blanco, y su hermanito, negro como el carbón. El lunes, los abogados de los Fasano anunciaron que cederán el mellizo negro a los Rogers, después de que las pruebas de ADN confirmen la paternidad biológica de la pareja, pero que pedirán un régimen de visitas.
“Los Fasano han criado, amado y cuidado ambos chicos como propios. (La señora Fasano) Está haciendo esto porque ama a sus niños. Ella es una víctima en esta historia, no la culpable, y no piensa en los chicos en términos de blanco y negro. Está destrozada por lo que ha sucedido”, dijo Ivan L. Tantleff, uno de los tres abogados que representa a la pareja de Staten Island.
Según los abogados, la señora Rogers recibió la noticia “con muchísimo entusiasmo después de haber hecho tantos intentos fracasados por concebir”. Dos semanas atrás, los Rogers habían hecho una demanda reclamando la custodia de uno de los varones y acusando a la doctora Nash y a otros dos profesionales de la clínica de negligencia, mala práctica y ruptura del contrato.
Los abogados indicaron que ninguna de las parejas aceptará entrevistas periodísticas y que no se harán públicos los nombres de los bebés ni sus fotografías.
Ayer fue imposible comunicarse con la doctora Nash para que ofreciese su versión de la historia. Un mensaje grabado en su oficina de la clínica de la calle 57 informó que no atendería esta semana. Los detalles de la llamativa confusión seguían siendo ayer imprecisos pero algunos datos pudieron reconstruirse con la lectura de la demanda y las entrevistas de los abogados con la prensa neoyorquina.
El 21 de abril de 1998, la doctora Nash y otro médico apellidado Obasaju extrajeron 25 óvulos de la señora Rogers. Al día siguiente, 20 de esos óvulos fueron fertilizados con esperma de su marido y almacenados. El 24 de abril, Nash implantó seis embriones en Rogers y le dijo que dejaría 10 almacenados por si se necesitaban en el futuro. Pero en mayo, Nash dijo a los Rogers que por error la señora Fasano había recibido los óvulos fertilizados de la mujer negra. A los Fasano se les informó lo mismo para esa época.
El abogado Tantleff dijo que Fasano había sido implantada el mismo día que Rogers en la clínica de Nash, en la calle 57. El dueño de esta clínica es el doctor Dov Goldstein, quien posee otra clínica semejante en Central Park West, donde también trabaja el embriólogo Obasaju.
Previo al anuncio del lunes, Silas, el abogado de los Rogers, había dicho que el matrimonio negro había buscado asesoramiento psicológico por el shock emocional sufrido. “Ella (Rogers) había intentado esto después demuchos años de no poder concebir”, comentó Silas, quien agregó que pese a lo inusual de la situación, había motivos para el optimismo. “Puede haber un final feliz para todas las partes. Por lo menos, más feliz que si no hubiese dos bebés”, dijo.

 


 

UN ESPECIALISTA EXPLICA COMO SE PRODUCEN ESTOS CASOS
El caso de Teun y Koen, en Holanda

t.gif (862 bytes) En diciembre de 1993, nacieron en Holanda los mellizos Teun y Koen Stuart. Sus padres, Wilma y Willem, habían recurrido a la fecundación in vitro en el Hospital Universitario de Utrecht, porque no podían concretar el embarazo tan deseado. “El día del nacimiento no nos dimos cuenta de nada; Koen era un poco más oscurito, pero a las 8 semanas su color era más que evidente, lo mismo que su nariz chata”, contó más tarde Wilma. Lo que parecía imposible, había pasado: los Stuart tenían un mellizo blanco y otro negro.
El hospital no asumió totalmente la responsabilidad del hecho, pero un médico reconoció que en alguno de los pasos de la inseminación, alguien del laboratorio debió usar para la pareja, una pipeta –supuestamente descartable– que ya había sido usada para recibir el semen de un hombre negro, nativo de las Antillas Holandesas. Los espermatozoides se mezclaron y fecundaron dos óvulos de la misma madre.
“Si ambos padres son blancos –explica Sergio Pasqualini, especialista en fertilización asistida de Halitus Instituto Médico–, estos casos pueden producirse por un error en alguno de los pasos del laboratorio: se puede haber fecundado por error un óvulo de otra paciente (negra), o se puede haber fecundado el óvulo de la madre con espermatozoides de un hombre negro, como es el caso holandés. Ahora, si el chico es negro (y no mulato), es porque directamente se coló el embrión, o sea, el óvulo ya fecundado, de otros padres. Son errores humanos y son entendibles –concluyó Pasqualini–, pero no deberían ocurrir si se toman los debidos recaudos.” A diferencia de los gemelos, que nacen de un mismo óvulo fecundado, los mellizos nacen de dos óvulos diferentes fecundados por distintos espermatozoides, por eso pueden pertenecer a distintos padres.
Se han producido casos incluso de fertilización natural (sin la ayuda del laboratorio) y en Argentina, en los que han nacido mellizos de distintos padres, porque la madre tuvo relaciones sexuales con más de un hombre en su período fértil, y los óvulos fueron fecundados por distintos padres.

 

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