Por Enric González desde Skopje
Los refugiados de Kosovo
desbordan Macedonia. Lo que durante días fue un constante goteo de fugitivos se ha
convertido en una avalancha. Unas 25.000 personas han cruzado ya las fronteras del
pequeño país balcánico, por carretera o a través de las montañas, y muchos miles más
se aglomeraban anoche ante los controles policiales de Jaginge, Blace y Tavanovce. El
gobierno macedonio pidió el martes auxilio a la Unión Europea (UE) y a Turquía y
afirmó que su capacidad de absorción de refugiados estaba ya totalmente saturada.
Necesitamos dinero y alimentos, pero también que cada país europeo acepte acoger a
un cierto número de kosovares, declaró Radmila Kiprijanova, vicepresidenta del
gobierno de Macedonia. Estábamos preparados para recibir un máximo de 20.000
personas. El lunes por la mañana eran 15.000; el martes superaban los 25.000, y muchos
más llegarán en los próximos días. Esta es una crisis humanitaria superior a nuestras
fuerzas: necesitamos ayuda de nuestros vecinos y de todos los europeos, explicó la
vicepresidenta. Cruz Roja, Naciones Unidas y otras organizaciones han instalado en las
últimas horas 19 centros de recepción junto a la frontera, pero la hospitalidad de los
macedonios de origen albanés, que hasta ahora había permitido alojar a los fugitivos en
casas particulares, ya no da para más. Y el gobierno de Skopje se niega a establecer
campos permanentes para los albaneses de Kosovo. Eso podría generar
desórdenes, reconoció Kiprijanova, refiriéndose a la creciente hostilidad de la
población macedonia, que simpatiza con los serbios, contra los albaneses.
Turquía ha aceptado recibir a 3500 kosovares. Grecia, que alberga ya a casi 400.000
inmigrantes salidos de Albania en los últimos años, creará campos para absorber unos
cuantos miles más. Bulgaria también ha mostrado buena predisposición. Pero la UE no
parece querer hacerlo. El subsecretario de Defensa italiano, Massimo Brutti, que visitó
el martes la frontera de Macedonia con Kosovo, se declaró terriblemente
impresionado por el flujo dramático y sin precedentes de los refugiados
albano-kosovares, y consideró urgente prestar auxilio económico. Anunció, de momento,
la entrega inmediata de alimentos por valor de un millón de dólares. Descartó, sin
embargo, la posibilidad de acoger a más albaneses en Italia. Ya tenemos cientos de
miles de inmigrantes irregulares, y no podemos admitir de forma indiscriminada a más
personas para condenarlas a una vida miserable en la periferia de nuestras ciudades,
argumentó Brutti. Aceptaremos a quienes quieran y puedan hacer algo, labrarse un
futuro, y por eso pensamos que es mejor ayudarlos en Macedonia y abrir luego nuestras
puertas de forma selectiva. Seguimos creyendo en la posibilidad de alcanzar la paz y
en que esas personas podrán regresar a sus hogares, añadió.
El gobierno de Skopje ha recibido ya 25 millones de marcos (más de 2125 millones) desde
Alemania, espera 15 millones de euros de la UE en los próximos días y otros 40 millones
de euros en semanas, a repartirse con Albania. Pero esto no basta. Hemos hechos
planes con los embajadores europeos para afrontar los próximos seis meses, aunque la
crisis puede durar más, declaró la vicepresidenta Kiprijanova. La comisaria
europea en funciones para los refugiados, la italiana Emma Bonino, inspeccionará hoy
sobre el terreno la situación en Macedonia y Albania, cuya frontera mutua ha sido cerrada
para evitar un trasvase hacia territorio macedonio de los fugitivos que se agolpan en el
lado albanés.
Los accesos a la frontera entre Macedonia y la región yugoslava de Kosovo estaban el
martes casi bloqueados, porque la policía tomaba nota minuciosamente de la identidad de
cada persona y se formaban colas de muchos kilómetros en las carreteras. Hasta ahora, los
refugiados solían llegar con pasaporte y, en bastantes casos, con dinero suficiente para
arreglárselas por sí solos. Ya no es así. Ahora carecen de documentos, llegan sucios,
amontonados en coches y camiones o agotados por largas marchas a pie, y necesitan
asistencia. El gobierno macedonio se negó a confirmar la presencia de ciudadanos serbios
entre los refugiados, civiles o desertores del ejército, pero aseguró que su policía no
preguntaba el origen étnico. No discriminamos a nuestros ciudadanos, y no
discriminaremos a la gente que huye de una guerra, explicó Radmila Kiprijanova.
BORISLAV NOVACOVICH, LIDER DE LOS SERBIOS EN
ARGENTINA
"No nos cruzaremos de brazos"
Por G. A. U.
Ellos son enemigos
de Serbia. Siempre fueron los enemigos. Ellos pueden comer con usted y todo, pero cuando
tienen oportunidad van a hacerle daño. Así es. La declaración sobre la etnia
albanesa de la disputada provincia yugoslava de Kosovo vino de Borislav Novacovich, que
parecía el líder informal ayer de una manifestación de la comunidad serbia en la
Argentina frente a la embajada de EE.UU. Bien vestidos, no había nada que los
distinguiera del resto de los transeúntes excepto su permanencia en el lugar y las
pancartas enrolladas que llevaban. Al poco tiempo fue evidente que el edificio sólo
estaba ocupado por obreros, que hacían refacciones. Los manifestantes se formaron
entonces en una pequeña columna y se dirigieron por avenida Sarmiento hacia el consulado.
Durante la caminata, Página/12 tuvo oportunidad de dialogar con Novacovich.
¿Quienes son ustedes?
Nosotros somos yugoslavos serbios. Yo era el comandante de la Primera Brigada de la
guerrilla de Montenegro durante la Segunda Guerra Mundial. Peleamos contra alemanes.
Nosotros salvamos a 500 aviadores y los devolvimos a Estados Unidos, y hoy sus nietos nos
están bombardeando a chicos serbios en agradecimiento. En Yugoslavia no sufre (el
presidente Slobodan) Milosevic, sufre el pueblo serbio. Y sufren mucho más los
"kosovaritos". Porque EE.UU. quiere ser la primera potencia del mundo.
¿Que piensa sobre los países europeos que participan del ataque?
Yo pienso que ésta es la peor barbaridad que pueden hacer. Todo porque el
presidente Bill Clinton quiere hacerse fuerte. Un hombre degenerado. Un tipo que no
defendió su patria en Vietnam, que no conoce el olor de la pólvora, ahora está
manejando una guerra. Es una vergüenza. Yo le quiero decir una cosa. Yo viví bajo el
nazismo, viví bajo el comunismo. Peleé contra los dos. Ahora vivo bajo del capitalismo.
No hay diferencia. La única diferencia es cómo matan gente. El capitalismo está matando
con bombas y está matando con hambre.
¿Cómo ve la demanda de la OTAN de que los albano-kosovares obtengan la autonomía?
A ellos no les importa ni Kosovo ni Serbia ni nada. A ellos sólo les interesa
demostrar que son ellos quienes tienen que manejar el mundo. Yo no entiendo cómo Europa
se presta a esto. Si dejamos que Kosovo se pliegue a Albania viene un gran peligro. Ellos
son musulmanes. Son fanáticos; usted sabe bien sobre el fanatismo kosovar. Ellos se casan
dos o tres veces, cada uno de ellos tiene seis o siete chicos, y avanzan como hormigas. El
problema es de Macedonia, Bulgaria y Grecia. Porque atrás de todo esto está Turquía. Y
el peligro es para toda Europa.
¿El peligro siendo musulmán?
Sí. Todos esos países tienen presencia de turcos y albaneses. Usted sabe que ellos
ahora tienen un fanatismo muy fuerte, y están empujando.
¿Cuál hubiera sido entonces su solución para Kosovo?
Yo hubiera preferido que se llegara a un acuerdo. Pero un acuerdo donde los
kosovares tengan su independencia dentro de Yugoslavia; no uno que saca a Kosovo de
Yugoslavia. Todo hubiera sido con menos víctimas. Y todos los kosovares que ahora se
están escapando no tendrían que hacerlo.
¿Y por qué ahora se están escapando?
Se escapan ahora porque Serbia está atacando. Ahora que nos atacan los
norteamericanos, no vamos a quedarnos cruzados de brazos. Por eso los serbios están ahora
matando y echando a los kosovares. Es normal. Lógico. Cuando te hundís vos, querés
hundir al enemigo también.
O sea que los kosovares pasaron a ser el enemigo.
En el fondo ellos fueron siempre el enemigo de Serbia. Los kosovares y alemanes
mataron a mi hermano por no saludar la bandera durante la ocupación. Lo cortaron en
pedazos. Ellos pueden comer contigo y todo, pero cuando tienen oportunidad van a hacerte
daño. Así es.
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