Por Fernando Almirón
Desde el Ministerio del
Interior se anunció el crepúsculo de los intentos reeleccionistas. El gobierno envió el
miércoles al juez federal de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, un escrito en que ratifica
la validez del artículo 90 y la cláusula transitoria novena de la Constitución nacional
desechando así el recurso de la vía judicial para habilitar una nueva candidatura
presidencial de Carlos Menem, tal como anticipó Página/12 ese mismo día. Enterado de
ello, Eduardo Duhalde dijo que levantará la consulta popular convocada para el 25 de
abril. El próximo paso será preparar un nuevo encuentro a solas entre el Presidente y el
gobernador para sellar un acuerdo con vistas al triunfo del peronismo en las
elecciones de octubre, según aseguraron en la Casa Rosada. No tenemos
prevista ninguna reunión, pero no sería extraño que nos viéramos pronto, afirmó
por su parte Duhalde. De todos modos la reconciliación no será sencilla. Menem no
abandonará su ambición de poder y Duhalde no está dispuesto a cederle el predominio del
poderoso aparato justicialista.
El intento reeleccionista por la vía judicial se fugó por la misma puerta por el que
entró, el juzgado de Bustos Fierro. Este juez, sobre el que pesa un pedido de juicio
político, habilitó el tres de marzo al riojano para competir como candidato en las
elecciones internas del justicialismo, respondiendo a una presentación del PJ cordobés
que apuntaba a saltar la Constitución mediante una tortuosa interpretación jurídica.
El escrito que presentó el Gobierno, y que desecha la vía judicial para habilitar una
nueva candidatura presidencial de Menem, fue elaborado quince días antes de las
elecciones en Catamarca. En ese entonces el oficialismo ya sabía que Ramón Saadi no
tenía posibilidades de triunfar ante el radical Oscar Castillo, y presagiaba el duro
revés a la ambición reeleccionista que alentaban algunos sectores del gobierno en
contraposición con otros, que proponían construir un puente de plata para el retiro del
menemismo del poder, entre estos últimos Carlos Corach (ver aparte).
Fue justamente un hombre de Corach el encargado de llevar, el miércoles por la tarde, el
escrito hasta el juzgado de Bustos Fierro: Jorge Castells, subsecretario de Coordinación
Técnica. Entre los principales argumentos, y en representación del Estado nacional, en
el escrito se ratifica la vigencia plena del artículo 90 y de la cláusula transitoria
novena de la Constitución de 1994; establece que no hubo tal exceso por parte
de los constituyentes en sus atribuciones; y recomienda al juez que no abra el período de
prueba y que declare la anulación de la demanda.
Menem fue informado de los pormenores de la presentación apenas regresó de su viaje por
Italia, ayer por la mañana, durante una reunión de la que participaron el jefe de
Gabinete, Jorge Rodríguez, y Corach.
La presentación del Ministerio del Interior que cierra las puertas de la reelección fue
recibida con beneplácito por los duhaldistas. Ayer el propio gobernador anunció que se
dejará sin efecto la convocatoria a la consulta popular prevista para el 25 de abril para
que los bonaerenses se pronuncien a favor o en contra de una nueva candidatura
presidencial de Menem. Entre otras declaraciones, Duhalde dijo:
Esta
presentación me tomó por sorpresa.
Si
realmente hay un escrito de estas características (el plebiscito) sería totalmente
innecesario. Yo ya era proclive a tomar esta determinación.
No
tenemos prevista ninguna reunión (con Menem), pero no sería extraño que nos viéramos
pronto.
Justamente, tanto en el Gobierno como en La Plata ya comenzaron a observar el calendario
mientras especulaban cuál es la fecha apropiada para un nuevo encuentro entre Menem y el
bonaerense. Mientras los duhaldistas aseguraban que la cumbre deberá esperar hasta que se
determineformalmente el orden de la fórmula que comparten Duhalde y Ortega,
desde la Casa Rosada comenzaron a anotar los principales puntos de la negociación que
ponga fin a la intensa interna justicialista. Entre ellos la permanencia de Menem como
presidente del PJ hasta el 2003.
Duhalde dijo que estaba de acuerdo con prorrogar el mandato de Menem al frente del
PJ, pero esto fue antes de las últimas maniobras con las que intentaron forzar su
habilitación para un nuevo mandato presidencial, aseguró un enojado hombre de
confianza del bonaerense, quien anticipo que con estas actitudes no hay nada que
negociar. De inmediato se refirió al reciente decreto del Ejecutivo que permite a
las provincias anticipar la elección de diputados nacionales: Con esto no envían
señales de apoyo al justicialismo para las elecciones de octubre, todo lo
contrario. Y agregó: Lo que debemos creer es que están juntando fichas para
intercambiar (ver aparte).
La medida no busca perjudicar a nadie, aseguró por su parte Corach y dejó
abierta la posibilidad de discutir la vigencia del decreto que desdobla la
elección anticipando la de diputados nacionales.
De todos modos todavía habrá que esperar a que el juez Bustos Fierro se expida sobre la
presentación hecha por el Ministerio del Interior. Hasta que la vía judicial para lograr
la reelección no esté definitivamente muerta y sepultada, el duhaldismo no dará ningún
otro paso que afloje la interna del PJ. Sin ir más lejos, ayer el diputado Lorenzo Pepe
pidió que el menemismo reconozca a Duhalde y a Carlos Reutemann como las autoridades el
Congreso Nacional Justicialista, el ámbito donde se podría dirimir la fórmula final del
peronismo si el gobernador logra convencer a Adolfo Rodríguez Saa de resignar su
postulación presidencial dejando al bonaerense como el único candidato del PJ.
Re-replicas |
Leopoldo Moreau
(senador UCR)La decisión del
Ministerio del Interior es paralela y concordante con la de Eduardo Duhalde en el sentido
de bajar la consulta popular. Es que ambos hechos forman parte de una negociación que
vienen llevando adelante el menemismo y el duhaldismo. Duhalde, Carlos Menem, Ramón
Ortega, Domingo Cavallo y Gustavo Beliz van a estar juntos en la misma vereda defendiendo
los privilegios del poder y el modelo económico y social que co-fundaron. Tampoco me
arrepiento de haberme opuesto a la consulta del duhaldismo, no sólo por una cuestión de
principios, sino porque constituía una herramienta de presión dentro de la interna
justicialista. Al país le conviene que el PJ tenga sus candidatos y que el panorama se
clarifique poniendo en cada vereda a los que piensan parecido: de un lado la coalición
menemista conservadora y del otro a la Alianza progresista.
Darío Alessandro
(diputado Frepaso)
La realidad se impone al deseo presidencial. La suma de
una opinión pública adversa, una oposición movilizada ante el intento de violar la
Constitución y un Partido Justicialista fracturado es demasiado para un hombre que
eligió el camino del aislamiento y el calor de su pequeña corte de adulones. . Lo
importante ahora es la Argentina que nos queda, con el agravamiento de la situación
económica y social que debe obligar al Gobierno a ocuparse ya de gobernar y a nosotros,
desde la Alianza, de mostrar que una Argentina más justa es posible.
Gustavo Beliz
(legislador porteño Nueva Dirigencia)
El escrito del Ministerio del Interior es un
reconocimiento al poco asidero que el tema de la reelección siempre tuvo entre la gente.
Después de tantas idas y vueltas y, sobre todo, luego de la derrota de Catamarca, estaba
claro que la posibilidad de un tercer mandato de Menem no tenía apoyo. El tema tuvo en
vilo a la opinión pública de manera artificial y quitó la atención de los problemas
más importantes. Me pareció riesgoso cómo las consultas populares se utilizaron en
función de las internas o de los posicionamientos electoralistas. Es negativo, porque
siendo una herramienta muy genuina de participación popular se la estaba bastardeando
para otros fines. Terminada la re-reelección el gran tema a debatir ahora es el de la
situación social y económica.
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LAS ENCUESTAS QUE LEYO DUHALDE ANTES DE
DECIDIR
Re-re no, consulta tampoco
Por Raúl Kollmann
Desde el punto de vista
de las encuestas, Eduardo Duhalde pasa por un buen momento, pero en el plebiscito
bonaerense iba derechito camino a un disgusto. El consultor Ricardo Rouvier ya dio a
conocer esta semana una encuesta en la que un 70 por ciento de los ciudadanos de la
provincia se pronunciaba en contra de la consulta, pero además los otros sondeos también
mostraban que sólo uno de cada tres bonaerenses estaba dispuesto a ir a votar y encima no
todos se pronunciarían en favor del rechazo a la re-reelección. El pronóstico más
optimista señalaba que apenas el 20 por ciento del electorado provincial iba a acompañar
a Duhalde el 25 de abril y esto explica por qué el gobernador anuló el plebiscito no
bien vio la posibilidad.
Todos los consultores coinciden en que la consulta bonaerense iba a ser únicamente un
fenómeno electoral peronista, es decir una especie de interna partidaria, con
preeminencia de afiliados o gente muy allegada al PJ. Esto indica que, como máximo,
podría acercarse a votar cerca del 30 por ciento del padrón electoral. Quedaba además
por ver, cuántos de esos votantes respondían al aparato de Alberto Pierri, Luis Patti o
los intendentes que hoy están cerca del menemismo. La mayoría de los encuestadores
calculan que ese sector tiene hoy entre el 20 y el 15 por ciento de los votos del PJ. En
resumen, el plebiscito venía mal porque muy pocos se iban a acercar a las urnas y el
resultado iba a ser notoriamente adverso al gobernador.
Como se sabe, Duhalde es fanático de las encuestas por lo que ya conocía todos estos
datos. El gobernador sabe también que siempre desde el punto de vista de los
sondeos ese plebiscito era el único punto rojo en su horizonte inmediato, porque
por el otro lado hay tres datos que le muestran un panorama optimista:
u Todas los relevamientos muestran que en la interna del 9 de mayo, Carlos Ruckauf es
amplio favorito para derrotar a Antonio Cafiero. Los guarismos indican que este último no
conseguiría más del 25 por ciento de los votos.
u Hay un notorio retroceso de Carlos Menem en los sondeos. Hace un mes, el Presidente
aparecía aventajando a Duhalde en eventuales internas. Ahora las cosas se dieron vuelta.
Anoche, un conocido consultor terminó una encuesta en la Capital Federal: siempre Menem
estaba por arriba de Duhalde en la interna porteña; en el relevamiento terminado ayer, el
gobernador le gana al Presidente.
u Prácticamente todos los estudios de opinión coinciden en que Ramón Ortega le ha
llevado un importante valor agregado a Duhalde, potenciando la fórmula. Aunque De la Rúa
sigue aventajando al binomio del PJ, lo cierto es que la fórmula Duhalde-Ortega asoma
como muy atractiva para el electorado.
Con este panorama a la vista, el plebiscito aparecía más como un obstáculo que como un
trampolín hacia el futuro y Duhalde aprovechó rápidamente para sacárselo de encima. Si
los pronósticos hubieran sido otros, Duhalde seguía adelante hasta conseguir un abandono
todavía más explícito de Menem a la re-reelección. Como los números no daban bien, le
puso ahora el punto final.
Esto no va más. Vamos a terminar
la historia
Hace varios días el Presidente
anunció al gabinete su falta de voluntad de seguir peleando su re-re. Corach, Bauzá y
Rodríguez recibieron aliviados el estallido presidencial. La bronca con Duhalde.
Carlos Menem junto a su incondicional
ministro del Interior.
Pero hasta Corach estaba convencido de desistir de la re-re. |
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Por Adrián H. Mouján
Esto no va más.
Terminemos con esta historia, pongámonos a trabajar para irnos tranquilos el 10 de
diciembre, les dijo Carlos Menem hace más de 15 días en la quinta de Olivos a sus
principales colaboradores. De esta manera anunciaba el cierre del camino judicial para
buscar su rereelección. La decisión sorprendió a los presentes, aunque varios de ellos
sintieron algo de alivio al ver que se le ponía fin a la movida para perpetuar en el
poder al riojano de la cual salió maltrecho y produjo una feroz interna en el
peronismo.
Esa noche, mientras Menem fijaba la vista en un punto perdido, el ministro del Interior
Carlos Corach le recordó que ya estaba redactado el escrito para presentar en la Justicia
mediante el cual se ratificaba la validez de la cláusula transitoria novena y se
desvirtuaba la validez del fallo del juez cordobés Ricardo Bustos Fierro, que lo
habilitaba a competir en la interna del PJ. Menem escuchó al ministro del Interior
repetir de memoria los argumentos y contestó con un ambivalente bueh, manejalo
vos. Junto a Menem se encontraban, además de Corach, Jorge Rodríguez, Alberto
Kohan, Eduardo Bauzá y Eduardo Menem. El hermano del Presidente fue el primero que se
opuso a las escaramuzas rereelecionistas. A comienzos del 99 el despegue de Bauzá
de estas operaciones también fue evidente y para marzo Corach era otra voz que
desaconsejaba seguir insistiendo con el tercer período consecutivo.
Aquella noche Menem acusaba, en el rictus de su rostro, las derrotas que había acumulado
tras la intentona judicial vía Bustos Fierro:
La Cámara de
Diputados, con el voto de la Alianza, el duhaldismo y los partidos provinciales, aprobó
un declaración de plena constitucionalidad de la cláusula transitoria novena.
Esa misma noche
en la quinta de Olivos, los gobernadores peronistas de Mendoza, San Luis y Santa Fe,
Arturo Lafalla, Adolfo Rodríguez Saa y Jorge Obeid le dijeron que no iban apoyar ningún
intento de violar la Constitución.
Pocos días
después, la Alianza y Duhalde lanzaban sendos plebiscitos en la Capital Federal y la
provincia de Buenos Aires, respectivamente, para consultar a la población.
Algunos de los
miembros de la mayoría automática de la Corte Suprema dejaron trascender que no iban a
votar un fallo que le permitiera ser candidato presidencial, prenunciando lo que harían
una semana después: el pleno del Tribunal desestimó, en dos tandas, cinco pedidos a
favor del riojano.
Si bien esa
noche no se había producido aún el colapso de Ramón Saadi en Catamarca, Menem ya tenía
las encuestas de sus consultores habituales que daban la elección por perdida a manos del
Frente Cívico.
La decisión de elaborar el texto de la defección se produjo días antes de que Kohan se
trasladase por mandato de Menem hasta San Vicente para explicar al gobernador bonaerense
los futuros planes del Presidente. La información se filtró y Kohan y el propio
Menem perdieron la batalla mediática: los diarios mostraron, al día siguiente, a
un Menem dispuesto a negociar una salida decorosa del engorro en el que él mismo se
había metido.
El Presi se subió al avión (que lo llevó el sábado pasado a Roma)
con tanta bronca que nadie podría sentarlo frente a Duhalde, confió ayer a
Página/12 un operador del Ministerio del Interior, interesado en retomar el diálogo con
La Plata. La fuente confió, sin embargo, que ayer, ya regresado de su gira por Italia,
estaba más dispuesto a seguir con la película, verbigracia, retomar los
lazos con el bonaerense para producir un nuevo encuentro que serene la interna y abra las
puertas de una retirada ordenada del poder.
Los estrategas de uno y otro bando del peronismo se dieron a la tarea de limar las
asperezas, una ardua tarea a la luz de la desconfianza que elriojano genera en Duhalde y
del gesto atormentado del Presidente. Gesto que nadie, ni en la Rosada, ni en San Vicente,
se anima a interpretar.
Un adelanto bajo sospecha El ministro del Interior, Carlos Corach, defendió el decreto que autoriza a
las provincias a realizar las elecciones para diputados nacionales juntamente con las de
gobernador, separándolas de las presidenciales. No se desdoblan las elecciones. Se
autoriza, eventualmente, a que las provincias fijen la fecha de elección a diputados
nacionales juntamente con las elecciones de gobernador, explicó Corach.
Duhalde había puesto en duda la intención del menemismo al afirmar que no sé si
fue una picardía o si (me) perjudica electoralmente. De todas maneras, siempre he
sostenido que todos los cambios en materia electoral no deben hacerse sin consultas y a
último momento.
Domingo Cavallo no se privó de una oportunidad para disparar contra su archienemigo
Corach. Apunta a ponerle inconvenientes, a quien gane las elecciones en octubre sea
quien sea, dijo el diputado y candidato a presidente por Acción por la República,
quien además consideró muy sorprendente que el Gobierno permita el desdoblamiento
de los comicios y a la vez aparezca dando un paso atrás en la re-reelección. |
Re-Rebotes |
Rosendo Fraga
(Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría)La re-reelección es una ficción que Menem logró ubicar hábilmente
en el debate político. Aunque se la pueda volver a reflotar, el margen para mantenerla
vigente se agotó políticamente. No tiene las condiciones necesarias: ni un justicialismo
unido, ni apoyo de la opinión pública, y ahora tampoco habilitación judicial. Y si bien
en política no hay imposibles, no creo que Menem vaya a intentar algo nuevo para
lograrla.
Luis Alberto Quevedo
(Sociólogo. Flacso)
Menem ya no tiene espacio político porque no tiene
legitimidad. Pero no va a renunciar al liderazgo partidario porque se siente el caudillo
conductor del movimiento. Este aspecto no está cerrado, se va a dar una segunda batalla
política, esta vez al interior del partido. Pero el protagonismo político de Menem no se
terminó con el fin de la re-re. Nos va a tener en suspenso por bastante tiempo más,
porque aunque su mandato se termina, él no lo da por concluido. Nos debe tener alguna
cosa preparada.
Enrique Zuleta Puceiro
(Consultor)
La re-reelección fue una ficción, un proyecto que
nunca fue serio ni tuvo viabilidad. No pasaba por el hecho de que Menem estuviese
habilitado o no legalmente. La intención reeleccionista no se terminó ahora con la
presentación judicial del Gobierno, ya estaba terminada porque Menem no tiene ningún
tipo de chance electoral, y ése es el límite real. Toda esta jugada fue para mantener el
monopolio de la iniciativa política y lo que se terminó fue lo que se construyó
alrededor. No creo que Menem vaya a intentar algo nuevo, porque ahora lo que necesita es
una fórmula presidencial consensuada y sin internas.
Joaquín Morales Solá
(Periodista)
La re-reelección estaba políticamente terminada antes
de la presentación judicial del Gobierno por no tener apoyo ni en la opinión pública ni
en el Congreso. La votación que se hizo en la Cámara de Diputados, con un apoyo de casi
dos tercios, fue una clara advertencia política a la Corte Suprema. La posibilidad de
iniciar un juicio político a quienes avalaran jurídicamente la reelección puso la
barrera. Lo que hizo la presentación del Gobierno es tratar de acomodar lo judicial a la
realidad, a lo que está pasando políticamente. Las consecuencias políticas del escrito
son que abre el proceso de transición hacia el próximo gobierno.
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