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Una ronda de presos fue el disparador de una pesquisa. El escenario: una ranchada en la Unidad Penal 10, para enfermos psiquiátricos. Alguien escuchó allí una historia casi inverosímil de muertes en serie. El dato fue denunciado en noviembre a la Fiscalía de Cámara de La Plata. El cuerpo de investigadores, encabezado por el fiscal Héctor Vogliolo, analizó al sospechoso que había estado detenido en esa unidad penal por asesinato. La búsqueda indicó que había coincidencia psíquica con el autor de los crímenes a prostitutas en Mar del Plata. El modus operandi era idéntico al utilizado por el asesino serial, indicó a este diario un magistrado de la justicia platense. El ahora principal sospechoso de los crímenes vive en Capital, es un solitario y quedó en libertad antes del 96, cuando moría la primera prostituta. Frente a un torrente de versiones que ayer adelantaban como un hecho la identificación del serial killer, fuentes policiales y judiciales negaron en diálogo con este diario la existencia de tales pruebas. Oficialmente no tenemos nada que se pueda parecer a los datos difundidos por algunos medios, dijo el comisario Norberto López del departamento de investigaciones de Mar del Plata. López descartó también la realización de allanamientos en la Costa Atlántica o en el conurbano bonaerense. El asombro por las versiones que daban por identificado al asesino alcanzó incluso al fuero judicial platense. En comunicación con Página/12 un alto magistrado explicó por qué la investigación tuvo lugar en La Plata: se inició con la denuncia de un detenido de la Unidad Penal 10 que durante una ranchada carcelaria oyó hablar de los crímenes. A cargo del fiscal Vogliolo los investigadores pidieron los antecedentes necesarios. El modus operandi repite ahora el magistrado era idéntico al del de Mar del Plata. Este sospechoso estuvo en el Penal y fue liberado antes de la sucesión de crímenes que terminó con cinco prostitutas muertas y cinco desaparecidas en la Costa. Quedó en libertad precisa una fuente judicial, no obstante que los dictámenes médicos opinaban lo contrario. Fuentes policiales vinculadas con la Bonaerense indicaron que mientras se estudiaba el caso, el sospechoso, que tiene una vivienda en Capital y otra en Quilmes, estuvo vigilado. Cuando el 4 de marzo se denunció en Mar del Plata la desaparición de Jacqueline Romero la última acción adjudicada en principio al Loco de la Ruta, aquel sospechoso seguía custodiado de cerca por la Bonaerense. Aunque este último caso despistó a los investigadores de Buenos Aires, Vogliolo puso en duda que la desaparición de Romero sea imputable al Loco de la Ruta. Nunca se sabe los intereses que se juegan en estos casos admitió, puede ser incluso que la mujer se haya trasladado a otro lugar. En este marco por un tema de competencia, Vogliolo envió a Mar del Plata todo el expediente que ahora tiene en manos el fiscal Pelliza. En tanto, el abogado de otras dos mujeres muertas, Martín Ferry, admitió a este diario que el viernes presentó a un testigo protegido ante la Justicia de Mar del Plata. El hombre dijo Ferry aporta datos valiosos para resolver sólo uno de los casos de asesinato y es investigado en este momento. Ese crimen es el de María del Carmen Leguizamón, la última mujer que apareció muerta el 20 de octubre del 98. Para el magistrado platense puede tratarse de la misma persona investigada por Vogliolo desde La Plata.
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