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Por Horacio Cecchi El Jueves Santo tuvo su procesión, pero ajena a cualquier liturgia. Al mediodía, los pobladores de Castelli marcharon por la ruta 2, hasta Dolores, en reclamo contra el costo del peaje. No hubo disturbios ni provocaciones. Sólo bocinazos contra la concesionaria Covisur desde el contingente que encabezaba la protesta. Y más bocinazos detrás, a favor o en contra de la marcha, desde la fila de 10 kilómetros de vehículos repletos de turistas, que demoraron más de una hora y media en recorrer a paso de hombre los casi 30 kilómetros que separan las dos ciudades, y volver a poner el pie en el acelerador. El miércoles por la noche, los vecinos de Chascomús cortaron la ruta exigiendo medidas de seguridad que les garantice cruzar sabiendo que llegarán a salvo a la otra banquina. Ayer, los vecinos de Castelli decidieron reclamar también, pero especialmente contra el peaje. La marcha ralentada fue la forma de protesta que encontraron, con el objetivo de alcanzar las mismas condiciones que sus pares de Chascomús, que ya obtuvieron un importante descuento de parte de Covisur, la concesionaria de la ruta 2 (ver recuadro). Y el momento elegido, las 13 horas del Jueves Santo, cuando otra procesión, de turistas, estaría en pleno tránsito hacia la costa atlántica. Reclamamos igualdad con Chascomús dijo a Página/12 Gustavo Jaime, secretario de la Cámara de Comercio de Castelli. Castelli es un pueblo agropecuario y de una manera u otra sus actividades terminan en el Mercado Central. Es mucha plata para los que tienen que pasar todos los días. Nuestros productos no pueden competir con otros porque el costo es mucho. Nadie entiende por qué se hacen diferencias entre un pueblo y otro. A las 13.15, un viejo colectivo que se había colocado a la cabeza como porta estandarte, cubierto con carteles del estilo Por un peaje justo y Basta de piratas del peaje, dio la señal: un bocinazo. A partir de ese momento, durante casi dos horas y a lo largo de 30 kilómetros, todo fue bocinas y autos encolumnados. Los turistas desprevenidos que quedaron encerrados en la procesión no tuvieron otra opción que sumarse a la protesta. Fueron unos 10 kilómetros de apoyo o resignación, durante las casi dos horas que se demoró en llegar desde Castelli hasta Dolores. Los más rápidos descubrieron el camino de tierra que corre paralelo a la ruta y se lanzaron a través de él, a metros de las casas y esquivando curiosos. Duró poco. Un par de chiquillos comandados por una mujer arrastró un pesado y enorme neumático de tractor que interrumpió el atajo. A partir de ese momento, los turistas más impetuosos intentaban filtrarse entre las hendijas que quedaban entre auto y auto o por la banquina. El conductor de un jeep amarillo, con la bandera argentina cruzada sobre su techo, se dio cuenta y como si nada, ubicó su auto como un parche, circulando al borde de la ruta. Sólo quedaron libres la hondonada algunos llegaron a arriesgarse, y los intersticios por los que no pasaban ni las motos. Para completar, a los costados de la procesión, motos y móviles policiales controlaban que no se generaran roces, ya incapaces de evitar las infracciones. Sólo le dan un pase libre a los que van de urgencia a un hospital. Tenés que tener un pariente que se muere para que te oigan, aseguró Cucharón, un paisano de Castelli en su camioneta. Yo soy el comisionista del pueblo y tengo que pagar 105 pesos por mes para hacer los trámites de Castelli en Buenos Aires, dijo Víctor Binaghi, a bordo de su auto, y acompañado por su familia. Mis chicos van a la escuela de este lado, y yo trabajo acá, pero vivo allá, sostuvo Alicia, señalando del otro lado de la ruta. No se puede cruzar porque te llevan por delante. A las 15, cuando la demorada columna con el viejo colectivo a la cabeza alcanzó la ciudad de Dolores, los de Castelli desconcentraron, dieron la vuelta y a paso normal volvieron a sus casas. Los turistas se lanzaron acelerador a fondo a sus vacaciones cortas. Antes, durante la mañana, elgobernador Eduardo Duhalde insistió en que no es la forma de protesta, que busquen otro medio, porque perjudican a terceros. Este es un año electoral, hay que tener cuidado porque esto tiene un fondo político. Esos terceros nos apoyan, porque ellos también tienen que pagar el peaje más caro del mundo. Que se arremangue y venga a arreglar él la diferencia que se hace entre pueblos vecinos. Para eso lo pusimos donde está. Si no, que se vuelva a su casa, respondió Jaime. Castelli tiene una sola industria, una empresa láctea que no puede competir con Gándara, de Chascomús, porque no tiene los mismos descuentos. El domingo, Duhalde tendrá oportunidad de renovar sus recomendaciones: ese día a las 16.30, los turistas, en pleno regreso de sus vacaciones cortas, se encontrarán con otra marcha contra el peaje, desde Castelli o desde Dolores, hacia Lezama. Será la procesión del Domingo de Pascuas.
Micros repletos hacia los centros turisticos
Tengo que viajar a Curuzú Cuatiá, ando buscando boleto, pero no hay en ninguna
empresa del Litoral. Su tono correntino lo delata. Félix Orellana da vueltas por
los pasillos del primer piso de la Terminal de Omnibus de Retiro en busca del pasaje que
le permita volver a ver a su familia. La regla para estos días santos fueron
los pasajes agotados, pero algunos operadores se animaron a opinar que el año pasado la
venta fue mayor. De todas formas, Semana Santa colmó las expectativas de las empresas,
tanto aéreas como de ómnibus, y en muchos casos las superó: tuvieron que agregar
servicios adicionales. Los puntos más elegidos fueron Mar del Plata donde arribaron
150.000 personas, toda la costa atlántica, y Córdoba. Y, fuera del país,
Florianópolis y Punta del Este se llevaron las de ganar.
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