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Por André Gunder Frank El bombardeo de Serbia por la OTAN es una abyecta violación del derecho internacional, después de tomarlo entre sus propias manos para después destruirlo. El curso de acción emprendido por la OTAN es peligrosamente criminal, y criminalmente peligroso. La pretensión de la comandancia norteamericana de la OTAN de estar actuando en nombre de la comunidad internacional es un engaño deliberado. Los miembros de la OTAN forman sólo el 15 por ciento de los estados de las Naciones Unidas, y un porcentaje mucho menor de su población, cuyos dos países más grandes, con 2 mil millones de personas (China y Rusia), se oponen, con muchos otros a la operación Fuerza Aliada que ahora está desolando Belgrado. Como la OTAN accionó contra el veto de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, su operación es peligrosamente criminal porque es otro paso agigantado hacia la violación sistemática la Carta de la ONU y la derogación total del derecho internacional. La acción de la OTAN es criminalmente peligrosa por una serie de razones políticas, legales, sociales, económicas, y por supuesto morales, que detallaremos. Irónica, o trágicamente, el ataque a Serbia está también en directa violación de la Carta misma de la OTAN, que permite la acción defensiva sólo en respuesta a un ataque a un estado miembro, algo que Yugoslavia seguramente no hizo. Con esta mentira, Estados Unidos convierte a la ONU en un brazo de facto de su propia política exterior y sus portavoces y medios aprovecharon los probados métodos de Joseph Goebbels para mentir sobre el derecho internacional y la moralidad y así persuadir en la neolengua del Gran Hermano de 1984 que La guerra es la paz. La OTAN está subordinada a las Naciones Unidas por su propia Carta. Así, para celebrar el 50 aniversario de la OTAN, Estados Unidos y ¿su? OTAN convirtieron en demandante, fiscal, juez, jurado y verdugo del derecho internacional, por más que esto los coloque en una posición de violar por completo las Cartas de la ONU y de la OTAN. Y si la acción de la OTAN no les cae bien a muchos en el mundo, mejor, así esto les va a demostrar en la práctica quién es el que manda. Por desgracia, esta posición es criminalmente peligrosa en un mundo en el cual el poder económico está cambiando, y el poder militar (¡nuclear!) se está diversificando. La expansión de la OTAN, ya realizada, a Hungría, Polonia y la República Checa (tres países que formaban parte del Pacto de Varsovia) no estuvo motivada por razones de seguridad europea, ni contó con un apoyo político mayoritario. Pero el público y la política rusa sintieron este avance de la política exterior de la OTAN y de Estados Unidos como una amenaza a su país, aún armado hasta los dientes con armas nucleares y cuyas fuerzas armadas necesitan de un renovado apoyo económico y popular. Cualquier análisis objetivo de la situación demostraría que no son 400 años de conflicto étnico en Yugoslavia, sino 20, 10 y dos años de acción e inacción criminalmente peligrosas por parte de las potencias occidentales los responsables por el desastre pasado, presente y futuro. Para empezar, fue la política económica, monetaria y militar de Estados Unidos la principal causante de que se agravara la crisis mundial y de que su mayor peso cayera sobre las espaldas menos preparadas para soportarlo, como Rusia y Yugoslavia. Las de esta última estaban ya tan recargadas por la deuda externa, que en 1984 era claro que sin auxilio exterior el resultado iba a ser un régimen militar, guerra civil, o las dos cosas juntas. Entonces, para añadir el insulto a la injuria y hacer todavía más daño, el FMI empujó al Estado federal yugoslavo a un suicidio de facto al obligarlo a suprimir el fondo de transferencia a las repúblicas que lo constituían. Con esto, la Yugoslavia federal perdió su razón de ser económica al mismo tiempo que una recesión económica, el ajuste del Fondo Monetario Internacional, y una pobreza y polarización crecientes golpearon al país ya su pueblo. Era el camino para la separación de Eslovenia y Croacia. Después vino el desastre de Bosnia, que estaba preprogramado en el apoyo alemán y europeo para la independencia de Eslovenia y Croacia. El mismo presidente norteamericano Bill Clinton que una vez se rehusó a ir a Vietnam, ahora está usando armas nuevas en una guerra no convencional y misiles antibalísticos en es decir, contra el Tercer Mundo. Y argumenta que ahora es el momento para aumentar el gasto militar sólo para pagar por estos desarrollos. Este motivo está por detrás de muchas razones imaginadas que se dieron para explicar por qué 1999 empezó con los bombardeos a Irak y Serbia. Los refugiados no son un problema para los más protegidos y duros de los miembros de la Alianza, la Gran Bretaña de Thatcher y Blair, Canadá, y Estados Unidos. El envío de tropas de tierra norteamericanas en los Balcanes no va a caer tan bien en Estados Unidos como durante la operación Tormenta en el Desierto contra Irak. A menos que vendan la operación como una segunda Guerra Fría contra los rusos. Estos, por su parte, están hablando de armar a los serbios y quizás de enviar personal militar, quizás bajo la forma de voluntarios mercenarios de un ejército al que por ahora se le deben muchos sueldos. Encender una Segunda Guerra Fría puede significar algunas consecuencias geopolíticas globales menos obvias, como la fortificación de una alianza chino-rusa, esta vez quizás incluyendo a la India. Y todos dotados con armas nucleares.
LA OPERACION VIOLENTA LA CARTA DE LA ONU Por Ingvar Carlson y Shridath Ramphal *
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