Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


SE FRUSTRO LA REUNION ENTRE MENEM Y REUTEMANN
“Esto ya no da para más”

El Lole paseó por el centro de Santa Fe a pesar de que desde Gobierno anunciaban que habría cumbre. Dudas por la gobernación.

Reutemann estuvo en la Capital evitando periodistas y menemistas.
“El alemán dijo no va más y es no va más”, dijo Jorge Giorgetti.

na09fo01.jpg (6522 bytes)

Por Pablo Feldman

t.gif (862 bytes) Ayer al mediodía pudo verse en el centro de la ciudad e Santa Fe a Carlos Reutemann recorriendo un par de bares y tomando café con algunos amigos. Esa fue la reaparición pública del Lole después de haberse bajado definitivamente de la precandidatura presidencial. Sin embargo, en el Gobierno aseguraban que ayer se produciría “un encuentro a solas entre el Carlos Menem y Reutemann”, algo así como la última carta de la interminable baraja presidencial para que el ex piloto de Fórmula 1 aceptara finalmente competir contra Duhalde-Ortega. La reunión con Menem no se concretó, y a esta altura Reutemann duda inclusive de ser candidato a gobernador de Santa Fe, donde, a pesar de las encuestas favorables, teme que su imagen haya resultado dañada después de tanto vaivén menemista.
“Si alguien se mete en el barro es lógico que se va a ensuciar, pero si no se mete con que lo abrace uno que estaba allí dentro es probable que termine manchado”, dijo Reutemann a Página/12 hace un mes cuando partió a Europa para evitar que el barro reeleccionista lo salpicara. “Yo no soy candidato y es definitivo”, definió el Lole la semana pasada, después de que Menem le pusiera de vice al hermano Eduardo para completar el binomio. “Esto no da para más”, fue la orden del Lole a sus operadores, a los que les reconoció que “ésta era la oportunidad, el santo pasó por la puerta de casa pero no pudo ser...”, dijo realmente entristecido. Después de eso, se enclaustró en su casa de campo a elaborar el duelo.
“Estuvo cerca”, “faltó poco”, “ya está todo listo” y frases como ésas se escuchan en el entorno reutemista, y a diferencia de semanas anteriores todos hablan en pasado. Ni siquiera la versión de un encuentro con el Presidente –y el poder de convencimiento de Menem– modificaron el ánimo de los reutemistas: “El alemán dijo no va más y es no va más”, dijo Jorge Giorgetti, quien más trabajó para la precandidatura de su jefe.
Si bien Reutemann sostiene que “nunca fui candidato”, todos sus colaboradores y al menos media docena de gobernadores, entre ellos el de Santa Fe, Jorge Obeid, y de Mendoza, Arturo Lafalla, estuvieron convencidos durante un par de meses de que el Lole finalmente se largaría a la carrera. Y tenían razones para pensarlo: en más de una reunión se avanzó inclusive en la conformación de la fórmula, del gabinete, y el reparto de poder. “Nadie que no piensa en serio que puede llegar a ser presidente habla de eso con gobernadores y figuras de primer nivel”, dijo a este diario un dirigente de nivel nacional. Reutemann sabía que su única alternativa de triunfo en una interna era contar con el aparato menemista, nada más y nada menos. El “nada más” obedecía sobre todo a la presencia de personajes impresentables el entorno presidencial que el Lole no quería ni siquiera cruzarse en las reuniones: Alberto Kohan, Alberto Pierri, y otras figuras de menor talante pero igual rechazo en la opinión pública. Pero no fue ninguna operación de estos personajes la que alejó definitivamente a Reutemann de su anhelo presidencial, sino el haber confirmado sus sospechas iniciales acerca de que Menem nunca dejaría el poder, al menos voluntariamente. “Colarle a Eduardo en la fórmula era una manera de tenerlo prendido al Lole”, dice con tono de relato histórico un santafesino que siguió de cerca las negociaciones. “Para colmo el Lole tiene buena relación con Eduardo, y ya le había hecho entender que el peso del apellido era muy grande”, explica el operador. La relación de Reutemann con el hermano presidencial se afianzó a partir del trabajo en el Senado y más aún luego de haber recorrido juntos –también con Antonio Cafiero– algunas provincias sobre fin del año pasado. “Llamarse Menem tiene sus pro y sus contra”, alertaba Reutemann cuando comenzaron esa recorrida; medio año después “las contras” pesaron más, y fue ése el punto de inflexión en la abortada precandidatura presidencial.
Desde que Menem le plantó a Eduardo, Reutemann volvió a Buenos Aires por espacio de algunas horas la semana pasada, evitando reuniones, periodistasy sobre todo menemistas. A partir de entonces está recluido en su campo, “evaluando lo que pasó”, dicen sus colaboradores que sollozan junto al Lole “la vergüenza de haber sido, y el dolor de ya no ser...”.

 

PRINCIPAL