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Por Patricia Chaina Inés Estévez fuma unos exóticos cigarrillos de clavo de olor, mientras Soledad Villamil le cuenta que compró un collar de plata en Guajaca, México, hace cuatro años, pero que no lo usa porque le parece demasiado ornamental. Las dos actrices, a quienes Página/12 convocó para hablar de Vulnerables, la tira que reemplazará a Verdad/consecuencia desde esta noche, hablan como viejas amigas. Y aunque no sean íntimas, algo de eso hay entre estas dos mujeres, claves en una generación de actrices todo terreno, que no desprecian la televisión, aunque eligen cuidadosamente los proyectos, pero aman sobre todo el teatro y el cine, y se animan bastante en el terreno de la música. Actrices que aceptan el show-bussines pero, por ejemplo, no aceptan mezclarlo con su vida personal. Compartieron cartel al iniciar sus carreras televisivas: eran las hermanas que en Zona de riesgo quinta versión, en 1993 tensaban una relación familiar inducidas por el personaje que interpretaba Rodolfo Ranni. Villamil hacía de la mujer masoquista de Ranni; Estévez, de su amante libertina. Luego trabajaron en el cine, tentadas por la historia de mujeres de La vida según Muriel, dirigida por Eduardo Mielwicz. En Vulnerables una nueva producción de Adrián Suar para Pol-Ka interpretan a dos pacientes que asisten a un grupo de terapia. Estévez es Jimena Soria, una chica que vive con su madre, María Elena, a quien da vida Leonor Manso. Se tratan como amigas y comparten la costumbre de automedicarse: ansiolíticos, relajantes, antidepresivos. Jimena habla mucho. Puede ser inaguantable. Villamil es Cecilia Fusiak, de casi 30, hija de un matrimonio que duró poco. Su padre murió y ella intenta modificar la relación distante con su madre, Gigí Rua. Cecilia suaviza su soledad con relaciones ocasionales, y tiene por hobby la jardinería. En la ficción ambas se conocen en un grupo de terapia coordinado por el personaje de Jorge Marrale. Los otros pacientes son Alfredo Casero, Gustavo Garzón, Damián De Santo y Sandra Mihanovich. Un cóctel de ingredientes de alta graduación, con el que Suar apuesta a la nueva temporada de unitarios. El programa como todo en la TV servirá para sostener las tandas publicitarias, remarca Villamil. Los actores podemos aceptar las condiciones del todo vale, o elegir caminos más nobles. Esta producción está entre estos últimos, dice Estévez. ¿Cómo se preparan para encarar sus personajes vulnerables? Inés Estévez: Ya estamos en carrera. Hace un mes y medio que empezó la grabación, pero yo trabajo el personaje desde el año pasado, cuando me enteré de que este sería mi rol. Hablé con Suar acerca de las patologías de Jimena, y en función de esto pensé una imagen. Ahora me tiré a la pileta. Veremos cómo funciona. Soledad Villamil: Yo también me enteré de esto hace bastante, porque el proyecto da vueltas desde hace un año. Al comenzar a grabar ya tenía idea de por dónde venía, pero todavía estoy trabajando el personaje. Un programa así puede terminar en una especie de burla al psiocanálisis ¿no? I.E.:Creo que es un marco de ficción necesario porque esto es un programa de TV. Está apoyado en información de gente que sabe del tema: psicoterapeutas y psicólogos. Pero hay un resto de ficción que hay que respetar para ser creativo, lúdico. El tema de la terapia es la excusa para contar historias de personajes. No se reduce al marco de lo psicoanalítico. ¿Son chicas de psicoanálisis? I.E.:Es difícil responder. Yo descreo de la terapia tradicional. He recibido apoyo de técnicas que podría llamar terapéuticas pero que considero mucho alternativas. S.V.:Yo hice terapia dos veces. Pero si sirve o no, depende del analista, y de los tiempos de cada uno. De todos modos, partir de la psicoterapia es un corte especial en lo argumental, en una ciudad tan ligada al psicoanálisis como Buenos Aires. Pero es sólo una excusa para meterse con personajes, situaciones y relaciones como cualquier programa de ficción. No es panfleto psicoanalítico. ¿Qué garantiza Pol-Ka? I.E.:Acepté porque trabajé en Verdad/consecuencia y encontré un marco de creatividad difícil en la TV. Nuestra tarea es aportarle un poco de arte al negocio. En este marco tengo la posibilidad. S.V.:Tengo expectativas: los aciertos de Pol-Ka son públicos. Dentro de lo que es el panorama de la TV, tiene productos cuidados, en la imagen, en la actuación, en los castings. La gente los ha elegido. No lo tengo que decir yo, que además no los veo porque no tengo televisión. Ahora es cuestión de hacer nosotros de Vulnerables, un buen programa, no pensar que porque es de Pol-Ka estará bien. Aunque ese respaldo dé muchos puntos a favor.
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