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Por Adrián H. Mouján Menem quiere más. Con su habitual estilo sin medias tintas, Luis Barrionuevo definió en una línea el resultado de la reunión que la cúpula de la CGT mantuvo con el Presidente. El sector más tradicional del sindicalismo peronista unificó su posición junto al jefe de Estado en la interna del PJ y le anunció al duhaldismo que dará batalla en territorio bonaerense, apostando sus porotos a manos del senador Antonio Cafiero. A pesar de los pronósticos adversos, los gremialistas apuntaron a desarmar la fórmula que Eduardo Duhalde compartirá con Ramón Palito Ortega, pidiendo la cabeza del tucumano, y al precandidato a gobernador Carlos Ruckauf, sobre quien descargaron sus odios. Pero Duhalde ratificó su alianza con Palito y su padrinazgo al vicepresidente (ver página 10). Los sindicalistas solicitaron el lunes la reunión en Olivos con Menem. Algunos operadores de la Casa Rosada pretendieron agrandar la mesa sumando a los gobernadores, pero la movida resultó fallida debido a la actividad de los mandatarios provinciales (ver página 10). La CGT mostró ayer un verticalismo inesperado para el invierno que atraviesa el menemismo. En el encuentro y para darle fuerzas a Menem que pasó una Semana Santa bajoneado, los gremialistas le ratificaron su fidelidad y su decisión de enfrentar a Duhalde en todos los cargos. Rodolfo Daer, Carlos West Ocampo, Luis Barrionuevo y Andrés Rodríguez fueron algunos de los asistentes. En el encuentro, los sindicalistas llevaron la voz cantante, mientras Menem sólo hizo algunos comentarios. Uno de ellos dejó a todos más que satisfechos: Estoy dispuesto a dar pelea, dijo. Tomándole la palabra, Barrionuevo consideró que el riojano no aspira sólo a acordar con Duhalde para obtener la titularidad del PJ. Eso ya lo tiene. Menem quiere más, dijo el gastronómico. Menem dejó que fueran los sindicalistas quienes cuestionaran la actitud desafiante de Duhalde. El peronismo tiene que ir unido en octubre, sin fisuras, pero tienen que reconocer la jefatura partidaria de Menem, manifestó un cacique cegetista consultado por este diario. Pero en un partido verticalista como el peronismo, si el 24 de octubre gana Duhalde, el presidente del partido va a ser él le retrucó Página/12 a uno de los asistentes a la reunión. Si el 24 de octubre Menem no es el presidente del partido, Duhalde no va a ganar fue su respuesta. Tras el encuentro, Barrionuevo y Daer reclamaron públicamente que Duhalde se desprenda de Ortega y Ruckauf para pactar un candidato a vice con el menemismo y acepte a Cafiero como rival de Graciela Fernández Meijide. El gastronómico fue el más duro: ¿Que esperanza tiene el peronismo con Ruckauf? se preguntó. West Ocampo negó que en una reunión con Duhalde le vayan a pedir la cabeza de Ruckauf. No es así, nosotros queremos que haya internas en la provincia, pero consideramos que Cafiero es mejor candidato que Ruckauf, por eso le vamos a brindar todo nuestro apoyo, dijo. Acerca de Ortega, el gastronómico dejó escapar la necesidad que tiene el menemismo de encontrar un candidato muleto. Palito tendría que ser candidato a presidente y disputar la interna con Duhalde, dijo Barrionuevo. Otro de los concurrentes explicó cuál es la estrategia tendiente a captar al tucumano: Palito dijo que quiere que en la interna se elija candidato, para eso necesita reformar la Carta Orgánica. Las modificaciones tienen que hacerse en un congreso del partido y para eso va a necesitar nuestros votos. Aunque el cegetista prefirió ignorar que el reclamo del orteguismo no implica una ruptura con Duhalde, sino más bien un posicionamiento a la hora de resolver el binomio y repartir los cargos en un eventual gabinete. En la reunión con Menem, los muchachos reflotaron su viejo rencor hacia a Domingo Cavallo ante las versiones que aseguran que el ex ministro sería candidato a jefe de Gobierno porteño en un frente que el PJ conformaría con Acción por la República. Es una locura, si Cavallo va conDuhalde, el programa económico lo va a imponer la UIA, se quejó uno de los gremialistas que compartió la mesa de Olivos.
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