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La solución diplomática del conflicto entre la OTAN y Yugoslavia transita cada vez más por países mediadores, pero se parece cada vez menos a una solución. El presidente del Congreso de Chipre, Spiros Kiprianou, se entrevistará hoy en Belgrado con el líder yugoslavo Slobodan Milosevic para lograr la liberación de los tres soldados norteamericanos capturados por las tropas serbias la semana pasada. Pero el Partido Socialista de Milosevic desmintió haber iniciado negociaciones al respecto. El gobierno yugoslavo liberó a más periodistas extranjeros y reiteró que su ofensiva en Kosovo había terminado. Pero estos gestos siguen siendo rechazados por la OTAN. La ofensiva de seducción lanzada por Milosevic no funcionará, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, P.J. Crowley. No negociaremos la liberación de los tres soldados. Debe ser incondicional e inmediata porque no hay ningún fundamento para su cautiverio, señaló ayer el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin. Estados Unidos no permitirá que con su táctica cínica, Milosevic intente lograr concesiones en un problema que él mismo ha creado, agregó el funcionario. Respecto de negociaciones más generales sobre un cese del fuego negociado, Rubin dijo que no haremos ningún tipo de cese del fuego ni pactaremos alguna otra concesión. Sin embargo, las gestiones por la liberación de los tres soldados norteamericanos no incluyen una posición de Estados Unidos al respecto. Pero las informaciones afirmadas y desmentidas sobre el asunto tampoco dejan clara la posición misma de Yugoslavia. Kiprianou dijo primero que Milosevic lo había llamado para sugerirle la entrega de los soldados estadounidenses como un gesto de buena voluntad hacia Occidente. Ayer reconoció que en realidad fue una persona de confianza de Milosevic la que habló con él, pero el vocero del oficialista Partido Socialista yugoslavo, Ivica Dacic, decía que su país no sabe nada del asunto y nos sorprenden las declaraciones al respecto. Y el presidente chipriota, Glafcos Clerides, que volvió ayer de sus vacaciones, desmintió a Dacic: declaró que fue el embajador yugoslavo en Chipre, Ivan Mrkic, quien hizo esta proposición a Kyprianou en presencia del embajador de Rusia en Chipre. Ayer se sumó el canciller israelí Ariel Sharon al tema de la liberación de los norteamericanos. Un canal de televisión israelí informó que Sharon había hablado con su colega ruso, Igor Ivanov, para ver si la influencia de Rusia puede convencer a Milosevic de dejar salir a los estadounidenses. Sharon e Ivanov se reunirán este domingo en Moscú. El canciller israelí también se encontrará hoy con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright. Y entre todas estas reuniones, Belgrado sigue lanzando signos conciliatorios. Primero fue la tregua unilateral por las Pascuas ortodoxas declaradas el martes. Luego Yugoslavia liberó a periodistas españoles. Y ayer la prensa oficial serbia dijo que las tropas yugoslavas finalizaron su ofensiva sobre Kosovo al tiempo que se anunciaba la liberación de más periodistas, esta vez alemanes. Pero la posición de las potencias occidentales sigue siendo firme. Las palabras y la propaganda no son suficientes, sentenció P. J. Crowley.
La Argentina sin kosovares Ni las Naciones Unidas hicieron un pedido ni el gobierno argentino ofreció asilo a los refugiados albaneses, aclararon en la Cancillería. Las versiones que indicaban que la Argentina recibiría a víctimas expulsadas de Kosovo fue desmentida por funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, aunque aclararon que sí se respondió al pedido del gobierno de Albania de enviar ayuda humanitaria y apoyo logístico. Un cargamento de medicinas fue enviado ayer a la zona de conflicto, y en los próximos días se espera la llegada de una planta potabilizadora de agua y de personal médico, a través de una misión de los Cascos Blancos. Si bien la posibilidad de asilar a los refugiados aún no fue descartada, por ahora no será tenida en cuenta, ya que, según la Cancillería argentina, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) no quiere que los refugiados se desperdiguen sino que se mantengan en la zona, para no fomentar una dispersión de personas que favorecería el proyecto del presidente yugoslavo (Slobodan) Milosevic.
PARA RESTAR APOYOS A LA OTAN Ibrahim
Rugova sigue siendo el as en la manga de la diplomacia de Slobodan Milosevic. El
presidente de la Duma rusa (la Cámara baja del Parlamento), Guennadi Selezniov, señaló,
después de una reunión con el líder yugoslavo Slobodan Milosevic, que el presidente
yugoslavo y Rugova, el líder moderado de los albano-kosovares, cree que pueden
resolver el conflicto solos, sin la presencia de tropas extranjeras, en referencia a
la posibilidad de que ambos firmen un acuerdo de paz para instalar un gobierno interino en
Kosovo, lo que podría restar legitimidad a la acción de la OTAN. Al mismo tiempo, el
presidente Boris Yeltsin dijo ayer que los ataques de la Alianza son una falta total
de responsabilidad cívica, pero remarcó su negativa a enviar armas a Belgrado para
no dejarse arrastrar al conflicto en los Balcanes y lograr así una
solución política del conflicto.
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