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Por Mariana Enríquez A 24 horas de su tercera visita a Buenos Aires, Gene Simmons recuerda sus anteriores pasos por la Argentina, todavía desde la comodidad de su mansión en Los Angeles. Con su clásico humor lascivo, insiste en que allá abajo están las chicas más hermosas del mundo, sin ninguna duda. Pero también se pone serio y se acuerda del trágico show que compartieron con Slayer y Black Sabbath en 1994. Fue la única vez que murieron fans en un recital nuestro. Pero la música no tuvo nada que ver con eso, estaban drogados. El resto de la gente la estaba disfrutando. En nuestros conciertos nunca hay peleas, ¿sabés por qué? Porque es demasiado interesante lo que pasa sobre el escenario. Cuando hay peleas, es porque la banda es aburrida, dice convencido en una entrevista telefónica con Página/12. Mañana, en River, Kiss tratará de mantener frente a sus fans argentinos su fama de banda precisamente no aburrida, presentando Psycho Circus con un insólito y súper promocionado show tridimensional. Pero además, esta banda de señores de cuarenta y pico que todavía se pintan la cara para subir a un escenario, tiene muchos otros proyectos, valiéndose de una reivindicación cultural de ciertos fetiches y personajes de los años 70. Así, dentro de esa ola, Kiss se convirtió en uno de los retornos más exitosos de los 90. Y Simmons no tiene planes de abandonar el barco. Es más, incluso se ve haciendo de vampiro su personaje dentro del histórico reparto de roles dentro del cuarteto dentro de 10 años. Nunca pensé que Kiss durara tanto. Y no voy a parar porque un crítico lo piense. La única razón para parar es que no quiera hacerlo, o que la gente no quiera. La única banda que está hace tanto tiempo son los Stones y ellos aún lo disfrutan y los fans también, y entonces está bien. Nosotros trabajamos para los fans, no para los críticos. Esos señores que escriben sobre cocina te dirán que el caviar es rico, o los caracoles. Pero nadie come eso, a todos les gustan las hamburguesas de McDonalds. Por eso Kiss es como un Big Mac: todo el mundo lo ama, menos los críticos de cocina. Después adelanta: Estoy produciendo una película que se llama Detroit Rock City, que será dirigida por Alan Rifkin. La película está ambientada en 1977 y es sobre los fans de Kiss, y lo que les pasa camino a Detroit cuando van a vernos. Es una película sobre la gente, no sobre la banda (aunque aparecemos al final tocando). Eddie Furlong, el de América X y Terminator 2, es el protagonista. Los 70 han vuelto a ponerse de moda, hay películas sobre el período, la música disco se escucha otra vez ... Y ustedes están, otra vez, en un pico de popularidad. Los 70 fueron un momento muy especial. Nadie se acuerda de las bandas de los 80. En los 70 tenías a Kiss, AC/DC, Aerosmith, gente importante ... Y de diferentes tipos de música: Yes, Emerson, Lake & Palmer, para todos los gustos. En los 80 tenías un solo tipo de música, todos eran iguales, pero en los 70 ZZ Top se veía diferente a Kiss, y Kiss a Aerosmith. Era un momento excitante y creativo. Hay varios mitos alrededor de Kiss. Uno por ejemplo: ¿Es cierto que en los comics de la banda que publicó Marvel en los 70, la tinta roja que se usó para las ilustraciones tenía gotas de sangre de ustedes? ¡Sí! Fuimos a Buffalo, Nueva York, y nos sacaron sangre y la pusieron en la tinta de los comics. Cuando decimos que hay partes nuestras en todo lo que hacemos, lo decimos literalmente... (risas). Cuando se reunieron los cuatro miembros originales de Kiss, usted dijo que volvieron por los fans. Es verdad. Nuestros fans son los más leales, lejos. Y los más locos. Ser un fan de Kiss es más difícil que ser un fan de los Rolling Stones. Hacen convenciones donde se juntan, hacen memorabilia ... Esta es la única banda que tiene tanto merchandising, muñecos, figuritas, chicles... Es como La guerra de las galaxias. Kiss es al rock lo que La guerra de las galaxias al cine. Somos superhéroes. Nuestros fans, además, arman bandas tributo para imitarnos. Si te reunís para hacer temas de los Stones, todo lo que tenés que hacer es tocar la guitarra. Pero si tenés que hacer Kiss, tenés que escupir fuego y sangre, levitar, ponerte la ropa ... Es muy difícil, es mucho trabajo. Están locos y los amamos. ¿Participaron en un episodio de la serie Millenium? Sí. El capítulo consiste en que se investiga un asesinato cometido durante el rodaje de un video de Kiss, y entonces aparecemos como nosotros mismos. Estamos haciendo muchas cosas de ese estilo. Vamos a participar de la campaña de la leche, ésa tan famosa que sale en las revistas norteamericanas. Como estamos maquillados, tomamos leche chocolatada para que se pueda ver sobre la pintura blanca. Esto indica que se están abriendo a muchos aspectos de la cultura popular, tal como ya lo hicieron en los 70... Kiss es un fenómeno cultural, no es sólo una banda. Tratamos de que todo sea excitante. Sabemos que nuestros fans aman la música, pero cuando vas a un show no llevás sólo tus orejas, llevás tus ojos. Y nuestra responsabilidad es que tus ojos y tus oídos queden satisfechos. Por eso cuando la gente vea el show, no lo podrá creer. Con la entrada les darán los anteojos 3-D. La idea es que se podrá ver en 3-D en la pantalla de video que está ubicada detrás nuestro: hay close ups de mi cara, se te cae mi cara encima, con la lengua salida y todo. Es un show del año 2000. A pesar de los mitos de excesos alrededor de Kiss, usted siempre habló en contra de las drogas, el alcohol y el cigarrillo. ¿No es difícil mantenerse alejado de esas cosas en el mundo del rocknroll? No, es muy fácil. Tenés que creer en vos mismo. Todos saben que las drogas y el alcohol matan, y que fumar es estúpido. No digo nada que nadie sabe. Beber te hace tener mal aliento, actuar estúpidamente, no funcionás para tener sexo. ¿Qué tiene de bueno todo eso? Es insultante acostarse con una mujer estando borracho, y es un insulto para mí si ella lo está. Quiero los cinco sentidos de la mujer que esté conmigo. Ace y Peter se fueron de la banda porque usaban drogas en los 80. Les pedimos que se vayan. Ahora están completamente limpios. Estar en Kiss es como participar de los Juegos Olímpicos. Si encontramos algo en tu torrente sanguíneo, estás fuera. ¿Cómo fue la reciente producción fotográfica para la revista Playboy? Kiss es la única banda que puede hacer eso. Fue magnífico. Las chicas eran una belleza. La madre de mis hijos, Janet Tweed, estuvo en la tapa de Playboy más que cualquier otra chica. Tantas veces como Pamela Anderson. Es una belleza. La vida te da oportunidades: las disfrutás o no. Cada día es un buen día para mí. Cada día es excitante: mujeres hermosas, tocar rock and roll, buena comida, respeto, mente clara. Es curioso, Kiss es una banda que atrae también a los niños. Quizá porque nos identifican con superhéroes o con personajes de terror, pero alegres. Mis héroes, en cambio, eran muy tristes, los que la gente no entendía. Como Frankenstein, que no quería lastimar a nadie pero que todos le tenían miedo porque era diferente. O King Kong. ¿Es cierto que se recibió de maestro? Sí. ¿Alguna vez ejerció? Sí, solía ser maestro de sexto grado en Nueva York, antes de tocar en la banda. Conozco muchísimas personas que dicen que fueron mis alumnos. Por supuesto, no tenía divisiones de miles de personas. ¿Qué dicen sus hijos cuando lo ven con el maquillaje? Son chiquitos, tienen 6 y 10 años. Viste que los chicos hablan de qué es lo que hacen sus padres. Mis chicos dicen: Mi viejo escupe sangre y fuego, y vuela por el aire. ¿Qué hace tu papá?. Los padres de los otros chicos no pueden competir con eso...
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