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Albania abrió fuego y se vuelve una base de EE.UU.

Un duelo fronterizo de artillería con Yugoslavia marcó ayer la entrada en la guerra de Albania, que recibió 24 helicópteros Apache y 2000 soldados norteamericanos en medio de un gran hermetismo.

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El País  
de Madrid

Por Ramón Lobo
Desde Tirana


t.gif (862 bytes) Albania ha dado el primer paso para implicarse en la guerra de Yugoslavia. En medio de un gran hermetismo, 24 helicópteros estadounidenses Apache AH-64-D llegaron ayer al aeropuerto de Tirana procedentes de Alemania a bordo de gigantescos aviones de transporte. Su objetivo es reforzar la misión militar de la OTAN. Estos sofisticados aparatos serán los encargados de eliminar la amenaza de los carros de combate del ejército de Belgrado en Kosovo. Todos los ataques se realizarán desde suelo albanés, el país más afectado por el continuo flujo de refugiados (más de 304.000 en dos semanas). Para el ministro de Cultura de Tirana, el independiente Edi Rama, su país está ya técnicamente en guerra con Serbia. Además de los Apaches, ayer viernes aterrizaron en la capital albanesa 2000 soldados norteamericanos, en teoría destinados a la operación humanitaria puesta en marcha el pasado lunes 5.
La valla que protege la zona militar del aeropuerto está dentro de un cuartel del ejército de Albania, una soldadesca mal uniformada y armada con fusiles decimonónicos. Desde la zona civil, donde sólo aterriza la compañía aérea albanesa, es imposible el tránsito. En la pista, un control estadounidense impide el paso. ¡Zona prohibida! La valla metálica que da acceso a las instalaciones está guardada por marines con fusil de asalto y pertrechos de combate. Una vez dentro, un vaivén de soldados y vehículos recorren las instalaciones. Todos los jardines y las zonas verdes han sido invadidas por cientos de tiendas de campaña con colores de camuflaje. El edificio, un decrépito ejemplo del socialismo real, es ahora un centro de operaciones de la organización militar más potente del mundo. En la pista, lejos de la parte comercial, se hacinan montañas de cajas de raciones de alimentos para los refugiados. Enfrente de esa ayuda traída desde Italia en aviones de transporte tipo Hércules o en los gigantescos C-17, está desplegada una flotilla de helicópteros verdes de varias nacionalidades: suizos con las siglas del ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) en negro, italianos, franceses y norteamericanos. Estos últimos son tres MH-53 que a pesar de cargar ayuda humanitaria van equipados con tres ametralladoras de 16 milímetros. Su base se halla en Italia.
El capitán Ed Bachl, portavoz de la fuerza aérea de EE.UU. desplegada en Tirana, dice no saber nada de los Apaches. “Pertenecen a otra misión, la nuestra es sólo humanitaria.” Sobre los 2000 soldados tampoco tenía mucha información. “Me acabo de enterar de que vienen para acá.” La zona militar del aeropuerto está delimitada. Del otro lado de la frontera se levanta un minicampamento de tiendas de campaña de color blanco. Pertenece a las organizaciones humanitarias. Un poco más lejos, las tropas estadounidenses vuelven a ser dueñas de la situación. Un avión de carga C-17, que acaba de aterrizar, descarga cientos de cajas. Son de madera y van protegidas por unos plásticos transparentes. Sus pegatinas son visibles. Dicen: “Explosive” y van acompañadas por una señal de peligro. Parecen municiones. Toda la carga de ese aparato eran pertrechos militares.
Entre las tiendas de campaña que sirven para albergar dos o tres personas se distinguen con claridad una serie de antenas. Son al menos 17. Se trata de modernos enlaces capaces de recibir imágenes desde los satélites, de los aviones espía o de los AWACS que circulan los cielos de los Balcanes desde que se iniciaron los bombardeos contra Yugoslavia.
Las organizaciones humanitarias criticaron ayer con dureza este despliegue “humanitario” de la OTAN. Consideran que la Alianza no es “el actor adecuado para este tipo de misiones”, en palabras de Amalia Esparza,portavoz de Médicos Sin Fronteras. Para la ONG, la OTAN bombardea con una mano y entrega ayuda con la otra “para lavar su imagen”. Exigen que toda esta operación sea reconducida a través del ACNUR –“el único organismo que tiene un mandato sobre refugiados”–. Las ONG aseguran que los campamentos regenteados por tropas de la Alianza en Macedonia se han transformado en campamentos militares a los que es difícil acceder. Otras fuentes, en cambio, consideran que el despliegue de la OTAN es en realidad una misión camuflada para preparar el terreno para una eventual operación terrestre en Kosovo. Los Apaches, que llegaron ayer a suelo albanés y que en pocas horas podrían estar en condiciones de comenzar sus ataques en el interior de Yugoslavia, iban a ser trasladados durante la noche a una base secreta. Existe aquí, en Tirana, el temor de que la actuación de estos aparatos equipados con 16 misiles antitanque y cañones de 30 milímetros, provoque una respuesta de Slodoban Milosevic.
Ya en la frontera entre Albania y Kosovo hubo ayer un intercambio de disparos entre fuerzas de seguridad y la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). El ELK, a través de espacios publicitarios que emite la televisión albanesa, realiza constantes invitaciones al alistamiento en sus filas. Todos los kosovares entre los 18 y 50 años están convocados a la lucha. Pese a ello, y al ardor guerrero del ex presidente albanés Sali Berisha, pocos son los que secundan la llamada de las armas. Para eso, dicen, está la OTAN.

 

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