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Por Victoria Ginzberg  --¿Usted es la
señora de Mariani?--Sí. --¿Usted es la que hizo la denuncia contra Patti? --¿Qué Patti? Yo no conozco ningún Patti. --Después la vamos a volver a llamar. La señora que atendió el teléfono es Lidia Esther López de Mariani. Una mujer de ochenta años que vive sola en Villa Elisa, en los alrededores de La Plata. Pero la voz amenazante buscaba a María Isabel Choriobik de Mariani, quien el miércoles denunció que el ex subcomisario Luis Patti fue uno de los miembros de la patota que allanó su domicilio en 1976, luego del asesinato de su nuera y el secuestro de su nieta. Lidia recibió un segundo llamado. En esa oportunidad atendió su hijo. Del otro lado de la línea alguien se quedó mudo por unos segundos y cortó. La primera comunicación telefónica se produjo el jueves alrededor de las cinco de la tarde. La señora de Mariani --Lidia-- estaba sola y el tono de la voz, sumado a un diálogo que le resultaba inexplicable, la inquietó. La segunda llamada fue realizada ayer a las cuatro de la tarde. Esta vez atendió su hijo Rodolfo, que fue a la casa de su madre a acompañarla porque estaba asustada. "Nosotros no tenemos nada que ver con el tema de Patti. A la señora que hizo la denuncia no la conocemos. Tenemos temor de que nos tiroteen la casa de noche", dijo a Página/12 Rodolfo Mariani. La Cámara Federal de La Plata, tribunal que investiga lo ocurrido con más de dos mil desaparecidos y ante el cual Mariani --María Isabel o "Chicha"-- reveló la participación de Patti en un operativo de la dictadura, asignó una custodia para los Mariani que recibieron la amenaza. Mientras tanto, María Isabel "Chicha" Mariani aseguró que no recibió ninguna amenaza pero, dijo, "creo que fue una intimidación indirecta". La ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo afirmó que nunca se tomó en serio las amenazas. "Es parte de su sistema. Su forma de ser cobarde", expresó con referencia a los miembros de las fuerzas de seguridad. Chicha rechazó la custodia que le ofreció la Cámara Federal. "¿Sabés lo que es tener a un policía en la puerta de tu casa y tener que saludarlo?", preguntó a este diario. "Cuando empezaron a publicarse las fotos de Patti a raíz del caso María Soledad me encontré con que era uno de los miembros de la patota que había entrado a mi casa", dijo el miércoles Chicha ante el tribunal platense. La casa de la ex presidenta de Abuelas fue allanada en diciembre de 1976, pocos días después del operativo en que asesinaran a su nuera, Diana Teruggi y a otras tres personas. Allí también secuestraron a su nieta Clara Anahí, que tenía tres meses. Luego de la denuncia, el intendente de Escobar fue recibido en la Quinta de Olivos por el presidente Carlos Menem, quien el martes había asegurado que Patti "es un hombre confiable y ofrece garantías de seguridad para todos los bonaerenses". El ex comisario negó haber participado de un operativo en La Plata. "Si yo digo que es blanco, es blanco y punto", afirmó para clausurar la discusión.
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