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Por Claudio Zlotnik Al Banco Central no le resulta fácil resolver la caída del Banco Mendoza, del banquero menemista Raúl Moneta. Mientras busca alternativas, la entidad fue intervenida, y dejó de devolver los depósitos ante la fuerte corrida que se precipitó en la plaza. Sin un candidato de peso firme para quedarse con todo el banco el BGN, de la familia Rohm, otro banquero de la corte de Menem, el camino del desguace resulta el más probable. Un grupo de entidades, entre las que se incluyó al Nación, están negociando con el Central cómo dividir el Mendoza. Tras una reunión de casi quince horas, el titular del BC, Pedro Pou, y los representantes de los bancos que repartirán el Mendoza pasaron a un cuarto intermedio hasta mañana a la tarde. Ayer, el Central dispuso la intervención de la entidad mendocina, que en los últimos treinta días perdió depósitos por 120 millones de pesos, la cuarta parte de los que poseía a fines del 98. A lo largo de la jornada, varios bancos privados líderes desistieron de la posibilidad de quedarse con activos del Mendoza. Al éxodo iniciado el jueves por el Río y el BankBoston, ayer se sumaron las entidades BBV Francés, Bansud, HSBC Roberts y ABN Amro. Como la decisión de esos bancos entorpecía una salida rápida al conflicto, Pou convocó al Nación y a un grupo de instituciones regionales, entre las que figurarían los bancos San Juan, Corp Banc y Regional de Cuyo. A la lista se suman las entidades Citi, Galicia, Credicoop, Suquía, Quilmes, Lloyds, Lavoro y General de Negocios. Precisamente, el General de Negocios fue el único que realizó una oferta para quedarse con las 82 sucursales del Mendoza. Pero a Pou no lo convence que una sola entidad se haga cargo del banco de Moneta. El directorio del BGN está integrado por el empresario José Rohm procesado en el caso IBMBanco Nación y los ex ministros José Alfredo Martínez de Hoz y Adalbert Krieger Vasena. El cierre del Mendoza convulsionó a la provincia. Desde muy temprano, cientos de clientes se acercaron a la sede central de la entidad para recuperar sus ahorros o cobrar los salarios. La escena se repitió en todas las sucursales. Los empleados, que habían tomado en forma pacífica desde la noche del jueves las instalaciones, recién pudieron empezar a efectivizar los pagos pasado el mediodía, una vez que el Central transfirió desde Buenos Aires diez millones de pesos. Pero la paz duró poco. Rápidamente, las arcas de la entidad se vaciaron y las sucursales dejaron de atender. La indignación de los ahorristas desembocó en incidentes frente a la puerta de la casa matriz. Fue en ese momento que la policía provincial intervino. Los ecos del caso del Banco Mendoza no tardaron en llegar a Estados Unidos. En su edición de ayer, The Wall Street Journal el periódico de mayor circulación entre los financistas dedicó un artículo a la caída de Moneta. Bajo el título Bancos de magnate argentino, bajo la lupa del Gobierno, el matutino comenta los problemas que el Mendoza atravesó durante la semana haciendo hincapié en la sociedad del banquero con el Citigroup y el fondo de inversión estadounidense Hicks, Muse, Tate & Furst en el multimedia CEI.
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