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La lista de Granillo Ocampo se impuso en la
interna del PJ capitalino y el ministro será candidato a jefe de gobierno porteño
mientras que Carlos Corach se aseguró una banca de senador. En una jornada cargada de
chicanas políticas, Pacho O’Donnell se resistió a reconocer públicamente su
derrota.
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Por Adrián H. Mouján  Después de
una gestación de nueve meses –desde julio de 1998 cuando Página/12 reveló que
quería ser senador–, Carlos Corach amaneció con fueros y banca en el Senado.
Gracias al triunfo del ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo en la interna del PJ
porteño celebrada ayer, Corach accederá a la Cámara alta, mientras que el secretario de
Seguridad Interior, Miguel Angel Toma, se aseguró un lugar en la Cámara de Diputados ya
que se impuso por sobre el titular de la cartera de Trabajo, Antonio Erman González. En
una jornada en la que la lista oficialista parecía encaminarse a una victoria tranquila,
el panorama se ensombreció con las denuncias de irregularidades y la exasperante lentitud
de la Junta Electoral para brindar datos.La otra lista menemista que postulaba a Mario Pacho O’Donnell y a Daniel Scioli como candidatos a jefe y vicejefe de gobierno, a la secretaria de la Función Pública, Claudia Bello como senadora, a Erman como candidato a diputado y a Kelly Olmos para legisladora porteña obtuvo la minoría al ubicarse a diez puntos de la lista granillista. El duhaldismo hizo una muy buena incursión en el distrito ya que la nómina encabezada por Jorge Argüello consiguió el 26 por ciento de los sufragios emitidos. En el último lugar se ubicó la lista del ex secretario de Seguridad, Julián Licastro. El granillismo construyó su victoria apoyado en toda la estructura que montaron Toma y Corach, también contó con el importante aporte que hizo su lista de legisladores encabezada por Guillermo Oliveri que derrotó a la nómina que lideró Kelly Olmos, una de las legisladoras de más destacada actuación dentro de la bancada peronista. Con el reparto de mayoría y minoría entre el menemismo, la lista de diputados quedó conformada de la siguiente manera: Miguel Angel Toma, Roberto García, Inés Pérez Suárez, Erman González y Diego Santilli. Mientras que la de legisladores formará así: Guillermo Oliveri, Cristian Ritondo, Eva Suardi, Kelly Olmos y Mario Gagliano. Apelando al viejo truco de ganar la elección primero en forma mediática y recién después con los datos que brindaba el escrutinio oficial, ambas listas menemistas se adjudicaron el triunfo. Apenas unos minutos después de la seis de la tarde, la gente de Granillo Ocampo hizo conocer que los boca de urna realizados por Sofres-Ibope y Julio Aurelio los daban ganadores. En la primera encuesta tenían una diferencia de cinco puntos y en la segunda casi de diez. Por su parte, O’Donnell anunció su victoria durante la conferencia de prensa que dio a la misma hora, aunque no entregó una sola cifra. En el primer piso del edificio del Sindicato del Seguro, en Suipacha al 100, Granillo Ocampo, Corach y Toma esperaban impacientes, mientras toda la segunda línea del Ministerio del Interior reunía los datos de las circunscripciones celular en mano. Así trabajaron Inés Pérez Suárez, Jorge Castells, Hugo Franco y Juan Carlos Mazzon, mientras que Ritondo acercó su victoria en su circunscripción, la 21ª –el barrio de Mataderos–, una de las más numerosas de la Capital Federal. Molesto por la actitud de Pacho, el granillismo salió a frenar la operación y fue el propio secretario privado del ministro de Justicia, Roberto Martínez, el que dio las cifras de las primeras mesas, de acuerdo con un conteo realizado por los fiscales de la lista oficialista. Mientras que la Junta Electoral no apareció hasta las 21.30, cuando entregó los primeros números. A esa hora se llevaban escrutados apenas 11.112 votos, la lista de Granillo consiguió 4574 votos, el 41,1 por ciento; la de O’Donnell logró 3716 votos, el 33,4 por ciento; mientras que Argüello con 2822 conseguía el 25,3 por ciento. La jornada comenzó muy mal para todos, la lluvia era torrencial y la escuela en la que debían votar Argüello y O’Donnell, la Juan Larrea, ubicada en Laprida al 1200 de Barrio Norte, abrió más tarde y el padrón de independientes no estaba pegado en las paredes como usualmente ocurre.Ambos candidatos opositores se quejaron, obviamente. Una de las candidatas que más cosas puso en juego en esta elección, Claudia Bello, fue la que más denuncias realizó sobre irregularidades en los comicios. “Metieron gente indocumentada en las colas de los independientes. Imaginate salir a votar con este día y encontrarte con 60 o 70 personas en la cola, es obvio que muchos se volvieron a sus casas. Además repartieron bolsas con comidas en las villas”, se quejó a este diario Bello. El clima fue enrareciéndose con el correr de las horas y el intenso trabajo que desarrollaron Corach y su gente solicitándoles datos a los punteros barriales fue una clara señal de que el ministro quería un triunfo claro y temprano como para llegar a la Quinta de Olivos antes de que empezará “Fútbol de Primera” y poder celebrar con Menem. Con ese fin, Corach, Granillo, Toma y Pérez Suárez subieron al quinto piso del edificio del Seguro y brindaron una conferencia de prensa en la que se consideraron ganadores aunque admitieron que la lista de Pacho obtuvo la minoría y que Argüello realizó una buena elección. El ministro de Justicia aseguró que en la interna habían votado 72.000 personas y en su rol de un candidato en un distrito sumamente adverso y necesitado de un postulante presidencial fuerte, invitó a Pacho y Argüello a sumarse para “trabajar por el triunfo en octubre”. Mientras que Corach apartándose del discurso que hasta ayer mantenían sus compañeros de lista, vinculó la interna nacional con la distrital y tomando el porcentaje obtenido por Granillo y O’Donnell señaló que “más del 70 por ciento de los votantes expresaron con su sufragio su voluntad de legitimar a Carlos Menem como titular del PJ”. Otra polémica del día fue precisamente un comentario de Granillo, quien aseguró que el duhaldista lo había llamado para felicitarlo por su victoria. Argüello lo desmintió y aseguró que se trató de “una picardía del ministro”. “Tuvimos una conferencia telefónica con Granillo y con Pacho en la que intercambiamos sobre los boca de urna que cada uno encomendó y charlamos sobre los problemas que hubo”, dijo el precandidato a jefe de gobierno por el duhaldismo. En la circunscripción 22ª, el barrio de Villa Lugano, otra numerosa barriada, se generó un enorme problema cuando una disputa saldada a trompadas entre los fiscales de las distintas listas impidió que se escrutaran varias meses femeninas. La lista de Pacho, representada por el cacique barrial Víctor Pandolfi, funcionario del Ministerio del Interior, se adjudicó el triunfo, pero el granillismo aseguró haber ganado por “1800 votos”.
UN GRANILLO PARA EL DUHALDISMO Por A.H.M. AMPLIO TRIUNFO OFICIALISTA EN TIERRA DE MENEM
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