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 El juez
español Baltasar Garzón incorporó a la causa en la que investiga los casos de niños
secuestrados y desaparecidos durante la dictadura militar en la Argentina el caso de
María Carolina Guallane, la joven que en noviembre pasado se enteró que su verdadero
nombre es Paula Cortassa y que ahora busca a un hermano que podría haber nacido en
cautiverio. En los próximos meses, Carolina se presentará en el juzgado de Garzón para
ratificar su denuncia, lo que podría sumar nuevos cargos contra quienes ya están en
lista de imputados del juez español por genocidio y terrorismo, entre otros el ex
comandante del II Cuerpo del Ejército, Leopoldo Fortunato Galtieri, y el ex jefe del Area
212, coronel Juan Orlando Rolón.“Es lo que estaba esperando, voy a ir hasta el fin del mundo con tal de que se haga justicia”, dijo Carolina cuando se enteró de la decisión de Garzón. Luego de la declaración de la joven, no se descarta que terminen quedando involucrados nuevos personajes a la causa. Al recibir la documentación, Garzón preguntó concretamente por dos personas: el teniente coronel Carlos Pavón y el ex juez de menores y hoy fiscal en Santa Fe, Luis María Vera Candioti. Garzón citó al periodista de Página/12 Norberto Bermúdez cuando se enteró que había estado en Santa Fe en enero pasado para investigar lo que había sucedido con la familia de Carolina. Ella tenía apenas catorce meses cuando fue secuestrada por un grupo de tareas que entró en su casa de Castelli al 4500, en febrero de 1977. Sus padres, Enrique Cortassa y Blanca Zapata –que se encontraba a punto de tener familia–, están desaparecidos desde entonces. Ahora la joven quiere saber si su hermano o hermana nació con vida y, si es así, dónde está o quién lo tiene. Bermúdez declaró ante Garzón el miércoles pasado, justo un día después que Galtieri pasara por Santa Fe para presentarse ante el juez federal Víctor Brusa y declarar por el mismo caso. Víctima de un súbito ataque de amnesia, el ex dictador aseguró no recordar “absolutamente nada”. En tanto, la audiencia en Madrid se realizó ante cuatro abogados de la Acusación Popular, que actúa como parte querellante en la causa. Cada abogado representa las distintas instituciones que la conforman: Carlos Slepoy (la Asociación Argentina Pro Derechos Humanos de Madrid), José Luis Galán (Asociación contra la Tortura y a la Asociación Libre de Abogados), Enrique de Santiago y Virginia Díaz Sanz (Izquierda Unida). “El juez me preguntó sobre los hechos y cómo había hecho para conseguir los documentos. Yo le respondí que había estado en Santa Fe para investigar el caso”, explicó Bermúdez, que vive en España. “Garzón quería saber quiénes eran los implicados. Le expliqué que el teniente coronel Pavón firmó una comunicación del Ejército que puso a disposición del ex juez Vera Candioti a una nena de 14 meses que resultó ser Paula Cortassa”, siguió el periodista que agregó que “Irma Soria era hermana de la asistente social ya fallecida, Blanca Soria, que tuvo a Paula Cortassa en su casa y luego se la entregó al matrimonio Guallane, que la adoptó de buena fe”. En la trama también entraría el teniente coronel Adolfo Alvarez, el hombre que –según Rolón– inicialó el papel con el que se entregó a Paula. Por otro lado, según Bermúdez, a Garzón le sonó bastante extraño que Galtieri hubiera ido a declarar justamente en el juzgado de Brusa, el juez federal de Santa Fe que hace diez días recibió un duro revés judicial en España. La sala penal de la Audiencia de Madrid rechazó su recurso de queja en el sumario que lleva Garzón por genocidio, terrorismo de Estado y torturas en que Brusa aparece implicado junto a varios ex militares. Luego de la resolución, Brusa quedó como el miembro del Poder Judicial argentino más implicado en los juicios que se llevan adelante por lo realizado durante la dictadura militar. “Es el magistrado encargado de llevar la investigación por la desaparición de los padres y del presunto hermano que podría haber nacido en cautiverio”, le respondió Bermúdez al juez español sobre la intervención de Brusa. Ahora Carolina Guallane puede ratificar la denuncia por dos vías: personalmente en Madrid, o por escrito ante el consulado español en Buenos Aires o en Rosario. Ella estaría interesada en presentarse en persona ante Garzón. Además dijo: “Ya le di muchas oportunidades al juez Brusa para que haga algo, pero el tiempo pasa. Me da pena irme del país para conseguir justicia, pero parece que no queda otra. Voy a ir a España y hasta el fin del mundo si es necesario con tal de que haga justicia. Quiero saber qué pasó con Enrique y Blanca. Quiero saber qué pasó con mi hermano”.
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