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La falta de seguridad y la ineficiencia policial no siempre obedecen a la escasez de los presupuestos destinados a ese fin. Así parece demostrarlo un estudio elaborado por una consultora privada, según el cual los habitantes de la provincia de Buenos Aires pagan un 85,6 por ciento más que los del estado de Nueva York para mantener a sus respectivos cuerpos policiales. La diferencia es inversa cuando se habla de resultados: mientras en el distrito norteamericano los índices de delitos han caído en los últimos años, en territorio bonaerense aumentaron más allá de la sensación que tiene la población. Con más territorio pero menos población, Buenos Aires gasta más en seguridad aunque tiene menos policías, a los que les paga, en promedio, salarios cuatro veces menores. Según un informe preliminar del Instituto de Políticas Públicas de Seguridad Urbana, cada neoyorquino aporta 19,43 dólares anuales para mantener a sus 38 mil uniformados estatales, mientras que los bonaerenses ponen de sus bolsillos casi el doble, 36,08 pesos, para sostener a 10 mil policías menos. Bajo el título de Las policías del estado de Nueva York y de la provincia de Buenos Aires: un análisis comparado de la eficacia y la eficiencia del servicio policial, el informe del IPPSU sostiene que el gobierno del estado neoyorquino, con una población de 18.185.000 habitantes, invierte un presupuesto de 353.244.000 dólares para su fuerza de seguridad. A su vez, el gobierno de Eduardo Duhalde destina casi 150 millones más (498.005.900 pesos), mientras que su provincia tiene una población de 13.800.000 habitantes. La relación se invierte si se toman en cuenta los presupuestos y las planillas de personal destinado a seguridad callejera. Así, la Bonaerense dispone de 28.115 mil efectivos en las calles, mientras que la policía de Nueva York cuenta con 38 mil. La provincia de Buenos Aires tiene mayor gasto para menor cantidad de efectivos, deduce el informe. La relación de habitantes por cada uniformado es de un policía neoyorquino por cada 479 habitantes, mientras que los bonaerenses cuentan con un policía cada 490. Hay que tener en cuenta que Nueva York concentra mayor población en menos kilómetros, es decir mayor densidad contra mayor extensión de la provincia, sostiene la titular del IPPSU, la ex diputada Patricia Bullrich. Por eso, allá, con un policía están en condiciones de dar seguridad a mayor cantidad de gente agregó. Pero las dos administraciones mantienen la misma cantidad de policías por habitante, es decir que en la provincia la eficiencia se reduce porque esas 490 personas que deben resguardar están dispersas en extensiones mucho más grandes. El informe del IPPSU avanza luego sobre la relación servicio/costo por habitante. Del cálculo resulta que cada neoyorquino gasta 19,43 dólares anuales para mantener el servicio policial, mientras que los bonaerenses deben pagar casi el doble: 36,08 pesos. Pagan más, tienen menos policías, y el servicio es ineficiente, dictamina Bullrich. A eso hay que sumarle que para alguien de la provincia, esos 36 pesos duelen más porque el ingreso per cápita es mucho menor que en Nueva York: alrededor de 1800 pesos anuales contra los aproximadamente 8 mil de Nueva York. En cuanto a la eficiencia del servicio la cuota de seguridad proporcionada a la población, la comparación es algo azarosa, debido a la flaqueza de estadísticas por el lado local. Tomando como fuentes a la gobernación de NY y la embajada estadounidense, el IPPSU logró consolidar una tendencia: En Nueva York el índice de asesinatos cayó 41 por ciento desde 1993 sostiene el informe; los robos bajaron el 36 por ciento y los delitos vinculados con el robo de automóviles se redujeron el 40 por ciento. En territorio bonaerense, el propio ministro de Seguridad, León Arslanian, admitió esta semana que desde octubre último se viene produciendo un alza en el índice de delitos. Según datos oficiales, el 53 por ciento de los bonaerenses fue víctima de un delito (en 1997 había sido el 37 por ciento). De acuerdo con las cifras provistas por la SupremaCorte de Justicia de la provincia, el informe del IPPSU dice que respecto de 1997, durante 1998 los robos aumentaron un 26,6 por ciento, aunque no señala la cantidad de robos a la que se refiere. Otro rubro que investiga el IPPSU para determinar los niveles de eficiencia policial en una y otra jurisdicción es el sueldo de los uniformados. En Nueva York ganan cuatro veces más que acá, dice Bullrich. Un policía neoyorquino tiene un sueldo de 1600 dólares de promedio, mientras que el bonaerense no ve más de 400 por mes, aunque esa cifra no está del todo clara porque hay plata en negro y extras que no figuran en ningún lado. Otro rubro a comparar es el del buen o mal genio policial a la hora de desenfundar el arma y disparar en una y otra jurisdicción. Los datos también son parciales: sólo los hay provenientes de Nueva York. Sobre unos 5 millones de intervenciones policiales ante delitos o sospechas de delito de todo tipo, en 1993, los 25 mil uniformados neoyorquinos de aquel entonces jalaron del gatillo en 212 casos. En 1998, con 38 mil hombres en la calle, la cantidad se redujo a 111 casos. Por el momento, del lado de la Bonaerense no existen datos de este tipo. Pero según el último relevamiento del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en todo 1998 la Bonaerense produjo 83 muertos y 118 heridos entre civiles (presuntos delincuentes), sólo en el Gran Buenos Aires. Un total de 201 víctimas, sin contar las producidas en ese territorio por efectivos de otras fuerzas. DOS HOMBRES ASESINADOS A BALAZOS Dos
homicidios se sumaron ayer a la seguidilla de delitos violentos: un hombre fue asesinado
de un balazo en la nuca, mientras se encontraba conversando con un amigo en la puerta de
su casa, en Villa Lynch, a las 8 de la mañana, cuando le hizo frente a dos delincuentes
que pretendían ingresar a su vivienda. Horas antes, el propietario de un comercio de
Remedios de Escalada murió después de que un asaltante le disparara al corazón sin
razón aparente, para luego huir con una botella de cerveza.
La inseguridad hizo pie en la agenda electoral
La agenda
electoral ya incorporó definitivamente el debate sobre la seguridad y generó nuevos
cruces entre oficialismo y oposición. El presidente Carlos Menem retrucó ayer la
propuesta realizada un día antes por la Alianza y cargó contra el candidato
presidencial, Fernando de la Rúa: Hace un año que se le pide al jefe de Gobierno
de la ciudad que se haga cargo de la Policía Federal, pero él pretende que el
presupuesto lo aporte la Nación, dijo, retomando el tira y afloje con los
aliancistas por el traspaso policial, que lleva más de un año de demora. A su vez,
Fernando de la Rúa acusó al precandidato justicialista Eduardo Duhalde de utilizar 40
millones de dólares en la campaña en lugar de invertirlos en seguridad. Duhalde, por su
parte, criticó al Presidente y, de paso, opinó que en la Argentina debería haber
el doble de reclusos. Para completar el cuadro, el actual vice y precandidato
a gobernador bonaerense del PJ de la mano de Duhalde, Carlos Ruckauf, se pronunció a
favor de la mano dura.
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