20 días de bombas sobre Yugoslavia
Los ataques de la OTAN con bombas contra Yugoslavia ya probaron de sobra que no
cumplieron con su objetivo declarado: conseguir que el presidente Slobodan Milosevic
reconozca autonomía para la provincia de Kosovo. La opción de una invasión con tropas
terrestres está ahora en el centro de la estrategia.
International Herald Tribune
Algunos piensan que la solución del problema hubiera sido sacar a Milosevic de escena.
Pero no es un dictador tercermundista como Saddam Hussein, que mantiene el poder a través
del terror y la represión. El verdadero problema allí es el nacionalismo serbio. Otros
dicen que la OTAN debe armar a los kosovares. Pero esto habría incrementado la
intransigencia albanesa ahora y en el futuro. Tal como están las cosas, el problema real
es si la OTAN pueden darse el lujo de fracasar si Milosevic no se rinde. Ahora que la
Alianza Atlántica llegó demasiado lejos, la respuesta es no. La credibilidad de la OTAN
debe ser preservada. De lo contrario, todos los probables Milosevics del mundo creerán
que también pueden matar y mutilar impunemente. (Lawrence Eagleburger, ex embajador
norteamericano en Yugoslavia)
The Independent
La única sorpresa sobre la confusa operación de la OTAN en Kosovo es la rapidez con la
que se convirtió en un baño de sangre. Desde el comienzo, la alianza occidental se
encontró respondiendo constantemente a las acciones del presidente Milosevic sin estar
nunca en posición de controlarlo. Y hoy la OTAN está todavía lejos de admitir la
necesidad de un amplio despliegue de fuerzas terrestres para hacer retroceder a los
serbios. Pero si lo que viene es más de lo mismo que hemos visto en estas dos últimas
semanas, Kosovo quedará definitivamente limpia de su población étnica albanesa. Los
líderes de la OTAN deben comenzar por reconocer que su estrategia es un fracaso y que la
lucha seguirá siendo sangrienta.(Gerald Segal, director de Estudios del IISS,
International Institute for Strategic Studies)
Libération
Es sobre todo porque se creen los más astutos y los más decididos, y porque están
persuadidos del valor absoluto de sus derechos históricos, que los dirigentes serbios se
lanzaron en esta empresa espectacular de purificación étnica de Kosovo. Mientras tanto,
el escándalo provocado por la enorme cantidad de refugiados es tal que más de la mitad
de la opinión pública europea (59 por ciento en Francia) considera que, para detener la
purificación étnica, habrá que decidirse por realizar operaciones terrestres. Es el
norte, en las proximidades de Belgrado, donde se puede entrar militarmente más rápido. (Yves
Lacoste, director de la revista de geopolítica Hérodote)
Abandonen Kosovo ya
Durante la semana pasada las tropas serbias cerraron y días más tarde
reabrieron las fronteras de Kosovo con Macedonia y con Albania. El flujo de refugiados
hacia ambos países siguió creciendo y los países occidentales se comprometieron a
darles asilo. Algunos refugiados ya fueron trasladados a Turquía y a Alemania.
Libération
Somos todos kosovares. Y como debemos identificarnos con este pueblo asesinado, no podemos
contentarnos con la compasión interpuesta por los medios o con la buena conciencia
humanitaria (...) Ayudar a los kosovares es, ante todo, protegerlos, deteniendo las
deportaciones a través de una fuerza militar de intervención que no dude en enfrentar
los asaltos de las milicias serbias. Sí, es verdad que esta decisión es muy grave porque
pone en peligro vidas humanas. Ningún gobierno está listo para tomarla de buen grado,
porque ninguno quiere hacer esta guerra. Demasiado sucia, demasiado riesgosa para poderes
en primer lugar, la Administración Clinton que se manejan en función de los
estudios de opinión.(Noël Mamère, diputada verde, miembro del Comité Kosovo)
Sunday Morning Herald
El pensamiento entre los países europeos occidentales parece ser el siguiente: mantener a
la mayoría de los refugiados de Kosovo en la región en lugar de transportarlos a
un lugar seguro es lo mejor para sus intereses e incluso para su establecimiento
posterior en la región. Pero Estados Unidos todavía apoya un plan limitado de
relocalización y hasta los europeos conceden que los niños huérfanos y enfermos y los
refugiados de más edad deben ser puestos a salvo en otros países. Todo esto sugiere que
se está construyendo un esfuerzo internacional coordinado en este sentido. Quizás a
partir de aquí puedan establecerse una prioridad de necesidades en un proceso donde se
decida realmente quién viaja y quién se queda con algún sentido racional.
(Editorial)
The Washington Post
Para los macedonios étnicos, el mayor desafío son los cientos de miles de refugiados
kosovares que están en Macedonia o que tratan desesperadamente de cruzar sus fronteras. Y
temen que casi todos quieran quedarse allí. Los macedonios étnicos (66 por ciento de la
población) se sienten más cerca de Serbia y de su población eslava y ortodoxa que de
Kosovo y sus albaneses musulmanes. Macedonia y Yugoslavia tienen fuertes conexiones
personales y relaciones diplomáticas más que amistosas. Si Occidente no ayuda en serio a
Macedonia con los refugiados, los macedonios étnicos pueden pensar que su única opción
es una alianza total con Yugoslavia y sus políticas. En este sentido, Occidente debe
hacerse cargo de lo que hizo y prepararse a vivir con sus consecuencias. (Eran
Fraenkel y John Marks)
El juego de las alianzas
Mientras la Alianza Atlántica continúa bombardeando sus objetivos en
Yugoslavia, la posición de Rusia se endureció en favor de los serbios. Los debates son
sobre si intervendrá militarmente, incluso con armas nucleares, como llegó a advertir a
Occidente, o si las amenazas valen solo en el mercado de votos ruso.
The Guardian
El interés de Rusia por Serbia simboliza los viejos tiempos en los que tenía una
relación más igualitaria con Occidente, y en los que se había convenido que Yugoslavia
no era el feudo de ninguno de los dos campos.
También simboliza el derecho de Rusia de usar la fuerza dentro de su propia esfera, como
hizo en la guerra de Chechenia, que Moscú parece igualar con el derecho de Serbia para
disciplinar al pueblo de Kosovo. No son razones muy convincentes para dejar que Serbia se
salga con la suya. Tampoco son razones convincentes para que Rusia vaya a la guerra. Pero
si los rusos ponen alguna fe en estas patologías, la culpa es nuestra por cómo dejamos
caer cuesta abajo a Rusia en los últimos 10 años.(Martin Woollacott)
Der Spiegel
Pregúntenles a los albaneses, que huyen por decenas de miles de los Balcanes, si su
relación con los norteamericanos no cambió. Y pregúntenles si no cambiaron sus
relaciones con los que están medio locos entre sus compatriotas, que les prometieron que
con los bombardeos vendría la independencia de Kosovo. Por supuesto, las víctimas
albano-kosovares en el enfrentamiento actual deben ser lamentadas. Pero yo no llamaría a
sus muertes limpieza étnica. Estados como Bosnia y Croacia, refugiados detrás de las
bayonetas norteamericanas, no son verdaderos estados. Y nuestra relación con Estados
Unidos no es más la de socios: es la del amo con su perro.(General Alexandr Lebed,
gobernador de Krasnoyarsk, candidato presidencial)
The Washington Post
El primer ministro ruso, Yevgueni Primakov, parece estar usando la guerra para fortalecer
su posición en las elecciones generales rusas del 2000. Su viaje a Belgrado para dialogar
con el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, un fracaso desde el punto de vista
diplomático, fue un triunfo político en Moscú. Desde entonces, Primakov satisface en
televisión los instintos proserbios del público ruso, reprochando a la OTAN por rechazar
una oferta de paz (altamente sospechosa) de Milosevic. Las presiones de la política
interna vuelven poco confiable a la diplomacia rusa en esta crisis. La democracia rusa
puede ser una víctima no querida de la operación de la OTAN. Esto es lo que los
reformistas rusos están diciéndoles con alarma a sus amigos en Occidente.(Jim
Hoagland)
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