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DENUNCIA DE O’DONNELL EN EL PJ PORTEÑO. IMPUGNO EL 20 POR CIENTO DE LOS VOTOS
Pacho acusa a Corach por fraude

El ex secretario de Cultura sostiene que Granillo y Corach sólo ganaron la interna del PJ porteño con maniobras fraudulentas en Parque Patricios, Retiro, Villa Lugano y Recoleta. Pero está en minoría en la Junta Electoral.

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Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes)  El domingo, tempranito, el ministro del Interior Carlos Corach anunció que la lista que comparte con el ministro de Justicia Raúl Granillo Ocampo había ganado la interna porteña del PJ. Añadió que había sido una victoria del menemismo que había sumado (entre esa lista y la liderada por Mario “Pacho” O’Donnell) el 70 por ciento de los votos. Pero ayer a medianoche el menemismo metropolitano no transmitía ni éxito ni unidad: intercambiaba insultos y peleaba voto a voto en la Junta Electoral. El granillismo insistía en adjudicarse la victoria. Pero sus oponentes impugnaban por fraudulentos los resultados de tres circunscripciones, que representan alrededor del 20 por ciento de los votantes del domingo. Las huestes de O’Donnell piden que se repita la elección en esos distritos mientras dejan constancia que, sin contar esos votos truchos, son ellos los que llevan la delantera. Mientras tanto, la Junta Electoral del PJ, catatónica, no cumplía con su sencilla función esencial: emitir datos oficiales de una elección de aproximadamente ochenta mil votantes realizada más de 24 horas antes.
El desorden comenzó el propio domingo cuando la Junta Electoral, presidida por el veterano dirigente justicialista Reinaldo Parra no podía dar a conocer datos significativos de la interna. Corach, que ya estaba festejando en Olivos junto al presidente Carlos Menem, lo llamó desde su celular y, según un testigo, “lo insultó de arriba a abajo porque a las 20.30 no le había entregado a los medios los datos de las primeras mesas. Entonces ‘Parrita’ salió y dio unos datos que estaban muy mal contados y cuando los fiscales de Pacho se le fueron encima le bajó la presión y lo tuvimos que llevar a la casa”, lo que determinó la suspensión del escrutinio hasta ayer a las 17 horas.
Cuando eso ocurrió en el local justicialista de Alsina al 700 el aire se podía cortar con un cuchillo. Ya todos los candidatos habían intercambiado reproches a través de los medios. La Junta Electoral tiene 30 miembros: quince responden a Granillo, trece a Pacho y sólo dos al duhaldista Jorge Argüello. El conteo se hizo penoso por las acusaciones, insultos y discusiones que intercambiaron los menemistas. La lista de O’Donnell impugnó el escrutinio en tres circunscripciones y reclamó la realización de nuevos comicios en los barrios de Parque Patricios, Retiro, Villa Lugano y Recoleta. Argüello, a su vez, impugnó las mesas de la circunscripción segunda y la 22 (Lugano). En lo único en que se pusieron de acuerdo las tres listas fue en la cantidad de votantes, que habría rondado los 80 mil.
Los argumentos de la impugnación de Pacho son: a) “votó gente indocumentada”; b) “los votos se depositaron en cajas de galletitas en vez de las urnas debidamente habilitadas”; c) “se votó hasta dos horas después del horario establecido” y d) “en muchos casos se cerraron mesas para impedir el voto de los independientes”.
La respuesta por el lado de Granillo no se hizo esperar. “Cada mesa estaba presidida por un representante de una de las tres listas. Si se resolvió extender el horario de votación se hizo con el aval de los delegados de todas las listas y si se votó en cajas de galletitas es porque faltaban urnas. Las cajas fueron lacradas y firmadas por los tres delegados. Pretenden impugnar algo que sus fiscales avalaron”, fue la explicación de un operador del granillismo. Un dirigente del PJ (conocedor del distrito y afín al duhaldismo) explicó a Página/12 que “las peleas entre las dos listas menemistas es porque una mejicaneó a la otra”.
Mientras los menemistas discutían a los gritos y a puerta cerrada, los duhaldistas decidieron retirarse de la Junta Electoral, de modo tal de dejar que sus adversarios pagaran todo el costo político del papelón. Coincidentemente, el gobernador Eduardo Duhalde hacía llegar su felicitación a Granillo Ocampo. Al cierre de esta edición, la Junta no había emitido el escrutinio final ni tan siquiera uno provisorio. Las dos listas menemistas manejaban sus propios números emanados de sus respectivos fiscales. Obviamente diferían. Una muestra del desconcierto la dieron dos voceros del granillismo que al intentar brindarle a Página/12, cifras propias no coincidieron en los números. Cuando finalmente se pusieron de acuerdo, explicaron que Granillo había obtenido 29.256 votos, el 37,1 por ciento; Pacho 25.999, el 32, y Argüello 23.793, el 30,10. Mientras que Corach fue votado por 28.318 personas, el 37,1, seguido de muy cerca por Bello, con 26.259, el 34,7 y el duhaldista Julio Bárbaro 21.429 votos, el 28 por ciento. O’Donnell proponía otro cálculo: no computar las circunscripciones impugnadas que tuvieron un importante porcentaje de votantes, casi el 20 por ciento del total. Sin esos votos y según sus propias mediciones, O’Donnell se imponía con el 35 por ciento de los votos contra el 32 por ciento de Granillo y el 30 de Argüello.
Ahora las partes, embravecidas, esperan la decisión de la Junta Electoral. Si ésta (como sugiere su conformación mayoritariamente granillista) rechaza las impugnaciones los quejosos deberán acudir a la Justicia. Mientras tanto allegados a Claudia Bello confiaban a Página/12 que su jefa había conversado con el presidente Carlos Menem y éste le había reprochado agriamente el mal trago que le están haciendo pasar los propios miembros de su gabinete.

 

“Lo mismo que a Cabezas”
“A vos te va a pasar lo mismo que a (José Luis) Cabezas”, gritaba, con la voz ronca por el alcohol, un hombre que se identificaba con la lista que encabeza el ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, mientras pateaba al cuerpo de un camarógrafo de televisión. La escena se vivió en la puerta de la sede del justicialismo porteño mientras la junta electoral discutía tensamente voto a voto (ver nota central). Faltaban minutos para las diez de la noche. El incidente se desencadenó cuando la legisladora porteña e integrante de la lista de Mario “Pacho” O’Donnell Raquel “Kelly” de Olmos dialogaba con los periodistas. Un grupo de granillistas comenzó a rodearla y chicanearla. “Compañera –le gritaban–, no haga como la (Graciela Fernández) Meijide, no haga política mediática. Tienen que ganar en las urnas y no en los medios.”
Los partidarios de Mario “Pacho” O’Donnell que compartían, mirándose de soslayo, la vereda con los granillistas, se dividieron ante el incidente. Algunos intentaron calmar los ánimos y separar al exaltado que golpeaba al periodista. Otros parecían preferir que la gresca continuara, generando un “costo político” para sus adversarios internos. “Dejá que las cámaras filmen todo y vean lo que son éstos”, deslizaba una persona que miraba desde la vereda de enfrente. En definitiva, fue la propia tropa de Granillo la que separó al agresor, que siguió insultando a los periodistas un ratito más.

DENUNCIAS CRUZADAS SOBRE COMPRAS DE VOTOS
“Por treinta pesos y comida”

Por A. H. M.

t.gif (862 bytes) “Se cambiaron de lugar los centros de votación. Gente con gorritas amarillas y uniformada en las puertas de las escuelas compraba votos por 30 pesos y un bolsón de comida.” Con un enorme disgusto, Mario “Pacho” O’Donnell denunció la aplicación del clientelismo, un práctica no novedosa en las internas partidarias, pero que el domingo el PJ Capital llevó a un nivel excelso. Sus adversarios, en espejo, lo acusaron de prácticas similares.
Claudia Bello, candidata a senadora de la lista que llevaba a O’Donnell y a Scioli como postulantes a jefe y vicejefe de Gobierno, aseguró que en la circunscripción 2 (Parque Patricios), “a las 5 y media de la tarde, cuando cerraba el comicio llevaron micros con una pequeña multitud para votar en la mesa de independientes. Los votos se guardaron en cajas de galletitas y el comicio se prolongó hasta las 8 y media de la noche” (dos horas y media después del cierre).
Integrantes de la lista encabezada por Raúl Granillo Ocampo y Santiago replicaron que –en la circunscripción 22, los barrios de Villa Lugano y Villa Soldati– “Daniel Pandolfi, hermano de Víctor Pandolfi, candidato a legislador por la lista de Pacho, repartió cajas de comida para los votantes en la puerta de una escuela”. Precisamente la 22 fue una de las circunscripciones cuyo escrutinio impugnó la lista de O’Donnell.
En escuelas de Lugano y Soldati, grupos de militantes entregaban un ticket a los votantes para que éstos después de emitir su sufragio pasaran a retirar por una unidad básica entre 20 y 30 pesos y una bolsa con comida. Trabajaron a cara descubierta, fueron entrevistados por el canal de cable Todo Noticias y en la mayoría de los casos admitieron que trabajaban para la lista del ministro de Justicia.
En la circunscripción 20, que incluye a los barrios de Recoleta y Retiro, las denuncias también partieron de la lista de Pacho, cuyos miembros aseguraron que “se hizo votar a indocumentados y a 50 bolivianos que viven en la Villa 31”. Los traslados, claro, los hicieron taxis y remises que se hicieron la semana: recibieron 100 pesos por unas horas de trabajo, llevando a votar a afiliados e independientes.

 

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