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Con estudiantes y voluntarios, la FUA enseña a leer y escribir

La federación estudiantil relanzará un
plan nacional de alfabetización. Sus 250
coordinadores formarán a 1250 personas.

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Por Marina Caporale

t.gif (862 bytes) Convencida de que nunca es tarde para enseñar y aprender a leer y escribir, la Federación Universitaria Argentina (FUA) lanzará este jueves el tercer ciclo de su plan nacional de alfabetización. El programa se llama Nunca es tarde y se ocupa de alfabetizar a, por ahora, 1250 chicos y adultos en 150 centros de enseñanza afincados en más de quince regiones argentinas. Pasado mañana, en Córdoba, el programa abrirá el año con un acto donde se presentará a los padrinos del proyecto: el cantante Carlos “La Mona” Jiménez y los basquetbolistas Marcelo Milanesio y Héctor “Pichi” Campana. Durante el fin de semana pasado, los 250 alfabetizadores voluntarios –en su mayoría estudiantes– definieron las nuevas pautas de trabajo.
“Nunca es tarde tiene un perfil comunitario de alfabetización ciudadana. Más allá de enseñar a leer y escribir, queremos formar sujetos que participen activamente en la sociedad y puedan hacer una lectura crítica de los problemas cotidianos.” Así define Paula Ferro –una de las directoras del proyecto– los objetivos del programa realizado en conjunto por la FUA y la asociación civil ¡Que vivan los chicos! Por el momento, hay 250 voluntarios trabajando en la alfabetización de alrededor de 1250 personas. Pero los organizadores esperan poder, a lo largo de este año, llegar a más personas y formar más alfabetizadores. También ansían extender el alcance geográfico. Hasta ahora, el plan funciona en quince regiones: Santa Fe, Comodoro Rivadavia, Trelew, Mar del Plata, Salta, Villa Mercedes, Buenos Aires y Córdoba son algunas de ellas. “Aunque es el único plan de carácter nacional en Argentina, nuestra intención no es suplir la acción del Estado –aclara Pablo Javkin, presidente de la FUA–. El analfabetismo es uno de los principales factores de exclusión social y nosotros pretendemos revertir esa situación dándole a la gente las herramientas necesarias para defender sus pensamientos.”
Para delinear las estrategias de trabajo versión 1999, el sábado y el domingo pasados los alfabetizadores se reunieron en la Universidad de Córdoba. El eje de las discusiones giró sobre la necesidad de modificar la faz práctica del programa. “Para lograr una alfabetización ciudadana, tenemos que cambiar algunas cosas –reconoció Ferro–. Los alfabetizadores tendemos a usar cartillas de enseñanza hechas previamente en función de lo que nosotros creemos que son los intereses de la gente. Pero ahora estamos introduciendo otra metodología: que los contenidos del taller surjan de los propios alfabetizandos, según sus prioridades.”
También se resolvió organizar las actividades en forma regional y establecer zonas político-pedagógicas para que distintos centros puedan funcionar en conjunto. “De esta forma aumentarán las posibilidades de hacer encuentros de voluntarios y se mejorará su formación”, explicó Ferro. La inauguración formal del tercer año de actividad será este jueves, con un acto en el que se presentará a la Mona Jiménez, Marcelo Milanesio y Pichi Campana como padrinos del proyecto. Su función será promocionar las tareas de alfabetización y colaborar en la recolección de cuadernos y lápices con un recital en beneficio.
Además de los talleres de alfabetización, Nunca es tarde organiza cursos de formación de alfabetizadores. Son encuentros académico-prácticos abiertos a toda la comunidad, sobre todo a estudiantes y personas que quieren colaborar con el plan en su propio barrio. En estos días están comenzando los cursos de formación en las distintas regiones. Para obtener información sobre las actividades en Buenos Aires, los interesados pueden comunicarse con la FUA (Tel. 4374-4448) o con la asociación ¡Qué vivan los chicos! (4326-8530).

OPINION - Por El Mate y La Zona *

La banalización del debate

Esta nota pretende responder a dos columnas de opinión: una firmada por cinco consejeras directivas de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y la otra, por el titular del Instituto Nacional contra la Discriminación. Ambas se publicaron el 1º de abril bajo el título “La polémica por discriminación” y tienen algo en común: la banalización del debate, el desprecio por la Universidad Pública como lugar del compromiso y el pensamiento crítico y la falta de coraje para plantear los problemas profundos. Vamos por partes. No llegamos a comprender cuál es el beneficio de invocar dos temas de fondo como el problema de la discriminación de género y la necesaria disconformidad con las actuales autoridades de la facultad para, luego, no hacer justicia a ninguno de ellos. La discriminación, no sólo de género, existe en nuestra facultad. Día a día se ve el maltrato a los alumnos, docentes, no docentes, consejeros y directores de carreras por parte de las autoridades. La movilización de la mujer en la lucha por una sociedad más justa, libre e igualitaria es un componente esencial de cualquier proyecto emancipatorio, pero una cosa diferente es ampararse en la legitimidad que emana de quienes protagonizan esas luchas para enmascarar “internas” académicas y políticas muy menores. Se utiliza una causa legítima que esta facultad debiera enarbolar como objeto de pensamiento e intervención política con el único fin de mejorar la posición de las consejeras en las roscas de la facultad. Y, a la vez, se evita la discusión de fondo con las autoridades. ¿Qué piensan de la facultad? Tal vez no tengan un proyecto común, pero con esta denuncia ingresan al remanido “debate público” sobre la UBA y entonces parece pertinente preguntarse: ¿qué piensan del Fomec, las categorizaciones, los incentivos, la pobreza de temas de investigación y otros tantos problemas ocultos a la luz de la ciudadanía? Porque si no se opina sobre esto, se zafa por segunda vez del debate. Si vamos a debatir “públicamente”, he aquí también buenos temas para la página universitaria. Esta nota debería terminar acá. Sin embargo, advertimos las opiniones de un oscuro personaje que ha ingresado por la ventana en la vida de nuestra facultad: Víctor Ramos, del INADI. Los profesores de Ciencias Sociales no sólo deben soportar diariamente a funcionarios sin mérito alguno, “militantes” políticos que devienen autoridades decadentes (y prepotentes), sino que ahora se agrega este abogado en busca de fama. Aunque no podemos culpar al pobre Ramos de su lamentable papel en una institución que no conoce, podemos al menos reivindicar en los profesores “aludidos” (Rubén Dri, León Rozitchner, Horacio González y Eduardo Grünner) al intelectual, al docente comprometido, crítico y lúcido que, sin reconocimiento social alguno, con sueldos lamentables, cotidianamente da vida a nuestra facultad y mantiene en alto el pensamiento de la cultura, la sociedad y la política en la UBA.
* Agrupaciones estudiantiles de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

 

Eleccción

El jueves y el viernes próximos se realizarán las elecciones del gremio de docentes de la Universidad de Buenos Aires (Aduba), que cuenta con 4300 afiliados. No se esperan sorpresas: sólo se presentó una candidatura, la Lista Verde, encabezada por Javier Hermo (candidato a ser reelegido como secretario general), Daniel Ricci y Cecilia Pitelli. Los afiliados podrán votar en las facultades de Farmacia, Ciencias Sociales (ambos edificios), Filosofía y Letras, Derecho, Agronomía, Veterinaria, Arquitectura y Psicología (HY) y, además, en las sedes del CBC en Paseo Colón, Uriburu y Avellaneda. Para Hermo, el desafío del nuevo período de dos años será “construir un gremio cada vez más grande y con más participación de los docentes”.


EL NUMERO.
80

Son los cursos que ofrece el Centro Cultural de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Las áreas son: radio, música, teatro, fotografía, danza, periodismo, letras, publicidad, idiomas, plástica y computación. También hay un área especial para graduados y otra para fortalecer la formación académica. Además, la facultad tiene un convenio con el centro cultural “El Eternauta”, donde se puede cursar tapiz, guitarra criolla, mural, nuevo circo, malabares, tango y construcción de juguetes. Inscripción: en Marcelo T. de Alvear 2230, Piso 5º, oficina 509, Tel. 4508-3800, interno 164; o en Ramos Mejía 841, piso 3º, Tel. 4982-5002. Hay tiempo hasta el jueves.


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