Por Alejandra Dandan
Finalmente la Capital
quedará cruzada por una nueva línea de subte. La línea H irá desde Retiro a Pompeya y
se iniciará hacia fines de año. La traza vinculará todas las líneas. Después de
varias alteraciones del proyecto original, el gobierno porteño decidió comenzar en
Parque Patricios. Quedó frenada, en tanto, la licitación el tramo de Pompeya, hasta
resolver el conflicto con los vecinos que no quieren un subte superficial. El tramo que se
iniciará será de 4,5 kilómetros y unirá Once con el complejo de los hospitales Penna y
Churruca. Serán necesarios 30 meses para terminar las seis estaciones del tramo que
transportará cerca de 50 mil pasajeros. Podría ser el único sector del subte
administrado por la comuna: contrariamente a todas las previsiones, no sería Metrovías
el que opere el circuito, sino la empresa Subterráneos de Buenos Aires, por lo que el
cospel podría tener menor precio que en las otras líneas. Al menos hasta dentro de seis
años, cuando se prevé la finalización de toda la traza.
La línea H fue diseñada con un objetivo central: permitirá, junto a las otras líneas,
la circulación por la ciudad fuera del sector del macrocentro. Esto es porque desde
Pompeya cruzará la Capital en forma transversal al resto de las líneas, que convergen en
el microcentro. En total, las obras están previstas en cuatro etapas, segmentadas por las
características del terreno.
Toda la línea H, desde Retiro a Pompeya, debería construirse en un plazo de 6 años.
Esta ruta abastecería a 400 mil usuarios, la mitad por vinculación con las otras
líneas. Sólo el tramo Pompeya aportaría 120 mil pasajeros provenientes de la provincia,
de ómnibus y del ferrocarril de la estación Sáenz.
El tramo que se inicia en Parque Patricios estará concluido en 30 meses, idéntico plazo,
se especula, tardarán los otros tres tramos. Pero existe un dato: de acuerdo al
presidente de Subterráneos, Alejandro Nazar, si se hubiese aceptado el tendido sobre
superficie para Pompeya (ver aparte), se habría finalizado en los 30 primeros meses. Las
seis estaciones que se harán desde Once al Hospital Penna serán similares a la línea A,
construidas cerca de la superficie y de conexión inmediata al subte.
El punto de partida en el Parque Patricios tendrá una característica: la estética la
integrará a la plaza. Como las otras cinco, será una estación de ocho metros de
profundidad con salida directa al andén. Existirán sanitarios completos, incluso
especiales para discapacitados. Sobre el tema ingresos y salidas se proyectó una escalera
mecánica por la entrada norte y la del sur se fusionaría con el parque: más de la mitad
de la escalera quedaría descubierta, con ingreso al anfiteatro de la plaza. El armado de
estación es prefabricado y la puesta sobre el terreno requiere 4 meses de tiempo, que es
el tiempo en que se calculan cortes de tránsito. Una vez cerrado el techo, se
construyen los interiores y el tiempo bajo tierra es de 9 meses, agrega el
funcionario. Esta primera estación estaría terminada al año de iniciado el contrato. El
tramo continuaría por Inclán o Venezuela, que son similares.
Hasta que el circuito Línea H no esté completo, los trenes no podrán activarse cada 90
segundos tal como está previsto. Por eso al comienzo circularán cada tres minutos. Aún
no está definido el precio del cospel aunque sí la tendencia: Como va a ser un
línea muy vinculada con el sur, no creo que cueste más de 50 o 60 centavos siempre y
cuando previene Nazarla opere Subterráneos; si se pone una tarifa política,
funciona.
Sobre este aspecto el jefe de Subtes adelanta la disposición política del gobierno
porteño para operar las vías H: Por la orientación es muy probable que la empiece
a operar Subterráneos: no va a estar la Nación para nada y no va a figurar en la
concesión Metrovías puntualiza Nazar O sea que es un sistema nuevo que
empieza a construirse. Por supuesto, Metrovías tiene un interés total, pero eso lo debe
resolver la Legislatura, aclara. El presupuesto para los seis años de obra fue
inicialmente de 1200 millones de pesos, aunque ahora sería reducido por ventajas
obtenidas al hacer licitaciones por tramos. No es el mercado el que asigna los
recursos económicos para el desarrollo de la infraestructura aclara Fernando de la
Rúa, consultado por Página/12, ni define aquellos proyectos cuyos beneficios se
derraman durante varias generaciones, pero por escasez de financiamiento a largo plazo se
tienen que asumir con la limitación de los ejercicios presupuestarios.
DEBATE POR EL TRAMO EN LA SUPERFICIE
La duda que gana la calle
Existe un
preámbulo ríspido en el tendido de la Línea H: el tramo Pompeya-Parque Patricios. Para
los expertos consultados por el gobierno porteño, el suelo arenoso complica la
excavación de túneles. La alternativa propuesta fue extender los rieles sobre la calle o
sobre un puente. Pero hay un problema: los vecinos no quieren. La gente de Pompeya
rechazó el diseño durante una audiencia pública y, técnicamente, se frenó el inicio
de las licitaciones para ese tramo.
¿Qué pasaría si un día te levantás y tenés una autopista en la ventana de tu
casa?, compara rápido un zapatero de Pompeya. En cada local de la avenida Sáenz se
discute el trazado de la línea. Hay quienes, como Graciela Cliné, se excitan desde una
tienda porque las bocas van a dar por lo menos mejor movimiento comercial.
Pero también la mayor parte de los comerciantes consultados por este diario, si bien
aprueba el tendido de una línea en Pompeya, critica el sitio de tránsito: Lo ideal
sería por abajo, tampoco soy ingenuo para saber si me están diciendo la verdad cuando
hablan de que no se pueden hacer las excavaciones, arriesga de nuevo Marcelo
Castosa, el zapatero.
Para el público entiende Celín Rodríguez, el subte es ideal pero, si
te ponés a hablar con el comercio, te van a decir lo contrario porque quita afluencia de
público. Rodríguez de todos modos cede: Si tengo que elegir, prefiero que
sea por abajo. La construcción de un puente, o el tendido de vías sobre la calle
agita dos fantasmas: caos de tránsito en la construcción y, si la opción final es un
puente, temen que la avenida quede despoblada: En Liniers y General Paz, cuando se
hizo el puente -dice desde una óptica Hernán Ciaccio, todos los negocios quedaron
en un pasillo y se fundieron.
Existe un tema clave: sin la incorporación del tramo Pompeya, la línea quedaría con la
mitad del público previsto. Y el resto de la red, sin el impulso de esos pasajeros. Por
este motivo, nadie habla de una suspensión prolongada del tendido: Ahora, mientras
se avance con las obras desde Once a Patricios, continuaremos con la parte de estudios
técnicos del tramo Pompeya, coinciden el jefe de Subterráneos, Alejandro Nazar, y
Nicolás Gallo, ex secretario de Obras de Buenos Aires.
El eje de dificultad para excavar es el suelo cercano al Riachuelo. De hacerse la obra,
tiempo y precio según Nazar quedarían multiplicados por cuatro. No es
suelo bueno para construir subtes, porque el entorno del Riachuelo es una arena blanda,
recién a 20 metros de profundidad se consigue solidez con la arena, describe el
funcionario. Si en el lugar se usan técnicas similares a las usadas en los otros tramos,
Nazar anticipa que se originarían problemas estructurales en todas las viviendas que
están en la superficie porque están apoyadas sobre arena.
Nazar asegura que se desarrollarán todas ideas de sistemas diferentes de construcción
con hormigones, cementos y profundidades diversas. Tenemos problemas técnicos
dice: lógicamente, traer esa maquinaria para hacer estos trabajos lleva a una
obra bastante más cara. Pero aparte de ser cara, técnicamente tiene sus trabas.
Entre las opciones fueron considerados los puentes elevados o un premetro, como el que
circula en Valencia: Era una zona de villa abandonada explica Nazar, y
los trenes reactivaron una vía abandonada. Alrededor se construyeron todas viviendas
populares. El premetro permitiría, además, una mayor cantidad de estaciones que el
subterráneo, en cuyo caso las obras de infraestructura son más caras. Además de estas
posibles formas, se estudia el pase por un puente elevado.
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