|
|
|
|
|
|
|
|
|
 El Gobierno
iniciará la próxima semana una ronda de negociaciones con la CGT y la Unión Industrial
Argentina a fin de alcanzar un pacto social. La convocatoria se resolvió ayer en la
reunión de Gabinete y las tratativas se entablarán en base a un plan oficial de
subsidios por un monto de 400 millones de pesos para aquellas empresas que eviten
cesantear a sus trabajadores. Paralelamente, Economía buscará implementar una reforma
estructural, con un fuerte ajuste del gasto público incluido, para generar recursos que
permitan un aumento de la jubilación mínima.La convocatoria a la firma del pacto social se conoció ayer por boca del ministro de Trabajo, Antonio Erman González, luego de proyectarse para este año una caída del Producto Bruto Interno y un seguro aumento del índice de desempleo, actualmente del 12,4 por ciento. Erman comenzó a explicar estos datos pero abrevió bruscamente su exposición cuando advirtió una inequívoca expresión de malhumor en el rostro del presidente Carlos Menem, según confió una fuente oficial a la agencia DyN. La reacción a la iniciativa, cuyos borradores ya habían llegado a la mano de empresarios y sindicalistas, por ahora fue de suma cautela. “Nadie toma gente porque sean más baratas las cargas sociales, las tomamos porque hay crecimiento. Y eso es lo que no se debate”, se despachó ayer el secretario general de la UIA, José Ignacio de Mendiguren. “Nosotros apoyamos la iniciativa pero creemos que no es suficiente. El debate de fondo es buscar la manera de mejorar la competitividad. Sabemos que ingresan productos sin ningún tipo de control por la Aduana afectando a la industria nacional y alentando la ola de despidos, como sucede en el sector automotor”, dijo a Página/12 el titular de la CGT, Rodolfo Daer. La primera reunión se realizaría en Mar del Plata, en el marco del encuentro de la Comisión Pastoral Social de la Iglesia Católica, según anunció Erman González. Aunque aún resta confirmarse el lugar. Si bien el ministro de Trabajo y Roque Fernández no trabajaron en forma coordinada en la propuesta, el titular de Economía la abordará seguramente el próximo lunes cuando se reúna con la nueva cúpula de la UIA, que encabeza Osvaldo Rial. Si hay algo de lo que no se hablará en ese encuentro será de la propuesta del economista radical Ricardo López Murphy –y que alguna vez también fue propia de la UIA– de reducir los salarios un 10 por ciento para ganar competitividad. “Forma parte de todas esas clases de medidas que proponen seguir achicándonos para cada vez ser más chicos”, afirmó De Mendiguren. La iniciativa de la cartera laboral se sustenta en la devolución de las cargas sociales de las empresas vinculadas con el sector de la construcción y el sector agropecuario que no despidan gente. Y también en el pago de entre 100 y 200 pesos por cada empleado nuevo, como una forma de incentivar la contratación de trabajadores (ver recuadro). Paralelamente a la propuesta de Erman González, el Ministerio de Economía analizará la posibilidad de mejorar la jubilación mínima con recursos que se obtendrían de un nueva “reforma estructural”. El objetivo es llevar la actual jubilación mínima de 150 pesos a 190 pesos a fin de año y a 200 pesos para comienzos del 2000, según anunció el propio Roque al término de la reunión de Gabinete, en la que estimó que la medida beneficiaría a unos 400 mil pasivos. La reforma estructural que propone Economía incluye la modificación del sistema previsional, elevando la edad de jubilación de las mujeres de 60 a 62 años y modificando los límites máximos de la jubilación para los trabajadores que posean más de un ingreso. Como parte de esa reforma se busca confeccionar una ley de “convertibilidad fiscal”, tal cual la denominó Roque Fernández. “Nos permitirá poner topes al gasto público y transparentar los gastos que no figuran en el Presupuesto aprobado por el Parlamento”, dijo.
|
Apunta a bajar la desocupación subsidiando a las empresas que no despidan
empleados o den trabajo a desempleados.