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Por Cecilia Sosa Clases de lunes a domingo, desde las 6 de la mañana hasta la medianoche. La biblioteca abierta todo el día, todos los días del año. Las oficinas administrativas con horario ampliado. No se trata del delirio utópico de un pedagogo trasnochado, sino de una batería de reformas que está analizando la Facultad de Ciencias Económicas (UBA): el proyecto fue presentado por los consejeros estudiantiles de la Alianza y es apoyado por el decano Juan Carlos Chervatín. ¿El objetivo? Ofrecer más alternativas a los estudiantes que trabajan, es decir, casi al 80 por ciento de los 62 mil alumnos de "la facultad más poblada del mundo", según el decano. Los problemas de fondo que subyacen son la superpoblación y la falta de espacio. "El proyecto es muy interesante para afrontar la masividad de estudiantes. Esta es una facultad de trabajadores que estudian y no de estudiantes que trabajan. Dentro de lo posible, la institución tiene que adecuarse a las necesidades de sus alumnos", alentó Chervatín, en diálogo con Página/12. Por ahora, el consejo directivo aprobó la puesta en marcha de una guardia dominical en la biblioteca (que se estrenó el domingo pasado) y la extensión del horario de atención de la Tesorería. Además, Chervatín estima que "desde el próximo cuatrimestre regirá una nueva banda horaria". Sin embargo, en los pasillos de la iluminada sede de Córdoba al 2100 ya se escuchan voces opositoras a los cambios (ver recuadro). "La facultad no está pensada para la gente que labura. Este proyecto es la alternativa para no dejarla afuera, sin reducir la calidad de la enseñanza y conservando el ingreso irrestricto", argumentó el consejero Juan Manuel Vázquez Blanco, uno de los autores del proyecto "Programa de reformas administrativas y académicas por los estudiantes que trabajan". Los consejeros observaron que la mayoría de los cursos se dictaban durante el horario en el que la mayoría de los alumnos trabaja. Por eso, proponen ampliar la banda horaria de 6 a 24, en lugar de 7 a 23 como rige hoy. Pero ahora se discute otra variante para adecuar los cursos al horario bancario. "Como muchos estudiantes trabajan en bancos, lo ideal sería conservar el horario impar a la mañana, porque cursando de 7 a 9 no tendrían problema para llegar al trabajo a las 10. En cambio, a la tarde son pocos los que pueden cursar a las 17", detalló el decano Chervatín. Y adelantó: "El nuevo horario podría implementarse a partir del segundo cuatrimestre de este año". También se estudia abrir cursos los domingos y extender el horario de clase de los sábados. "Si hay alguien que se quiere recibir rápido o que no le interesa ir a jugar al fútbol los domingos, debería tener la oportunidad de cursar los fines de semana", apuntó Emiliano Yacobitti, presidente del centro estudiantil, que también avala la propuesta. Pero el decano recordó las limitaciones presupuestarias. "Estamos consultando a todos los departamentos docentes para saber qué posibilidades tienen de dar clases los domingos. Pero, sin más presupuesto, va a ser difícil conseguir profesores", advirtió. En rigor, el proyecto, además de ofrecer más opciones a los alumnos que trabajan, busca solucionar un tema clave: ¿cómo albergar a los 62 mil alumnos de Económicas, que se duplicaron tras la reforma académica aplicada en marzo de 1997? Al eliminar el Ciclo Básico Común de la facultad, la cantidad de inscriptos pasó de 30.742 en el '96 a más de 60 mil en la actualidad. Hoy por hoy, los estudiantes deben cursar sus dos primeros años (el ciclo general) repartidos en ocho sedes. Recién en tercer año, hacen pie en el hiperpoblado edificio de Córdoba 2122. De instrumentarse el paquete completo de reformas (el cambio de banda horaria y los cursos los fines de semana), sus impulsores prevén que se podría duplicar la cantidad de cursos en las 800 aulas de la sede central. "Es la única alternativa para no dejar afuera a nadie, optimizando los escasos recursos presupuestarios", advirtió Vázquez Blanco. La biblioteca también está en la mira de las reformas: el objetivo es que permanezca abierta todo el día (salvo de 4 a 5 de la mañana) todos los días del año, incluso feriados (excepto el 1º de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y el 1º de enero). Al respecto, el decano consideró: "Es fundamental que la biblioteca esté abierta sábados y domingos, como pasaba hasta hace cinco años. Incluso hasta entrada la noche, que es cuando más la pueden aprovechar los estudiantes que trabajan". Por ahora, se acordó abrir una guardia dominical, que desde el último domingo funciona de 11 a 18. "La facultad debe ser un lugar de contención y dar espacio para que los estudiantes se junten a preparar un trabajo o repasar para un parcial, incluso de madrugada", dijo Vázquez Blanco. Otro de los puntos propuestos es la extensión de los horarios de atención del Departamento de Alumnos, Mesa de Entradas y Tesorería. "Es inexplicable que la mayoría de las dependencias administrativas cierre a las 15 cuando la mayoría de los estudiantes cursa de noche", cuestionó Yacobitti. De hecho, la facultad resolvió que la única ventanilla que genera ingresos directos, la Tesorería, atienda hasta las 20.
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